¿Alguien se percató del cambio en la
escenografía en las mañaneras en Palacio? La serpiente emplumada desplazó a los
héroes que nos dieron patria, ¿Por qué imitar a don Pepe López Portillo con
Quetzalcóatl y dejar en segundo plano a la imagen patriotera de aroma
echeverrista?
¿Inspiración celestial que ilumina a Su Alteza
Serenísima para conducir los destinos de la incierta 4T?
Y, bueno, ¿usted qué opina de estos
aconteceres palaciegos? Porque, ¡vaya casualidad la aprehensión de Luis
Cárdenas Palomino! ¿Solo por torturador? ¿Otro distractor?
Disculpe tanta pregunta, pero, sin duda, la
mañanera de este primer lunes de julio, no fue la mejor ni cómoda para Su
Alteza Serenísima. Y se le desparramó la bilis. ¿A poco no?
Y es que como que provoca cierta suspicacia
que la aprehensión de Cárdenas Palomino, director general de la Policía
Regional Federal, es decir, brazo derecho del ingeniero Genaro García Luna,
entonces secretario de Seguridad Pública en el gabinete de Felipe Calderón
Hinojosa, sea calificada como un logro de la Fiscalía General de la República.
¿Un logro? Entonces hay que dudar de la
capacidad del Centro Nacional de Inteligencia, a cargo del general de división
(en situación de retiro) Audomaro Martínez Zapata, cuya función presume el
licenciado López Obrador porque, recuerde usted, dictó la desaparición del Centro
de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), dizque para acabar con el
espionaje político. En serio, no se ría.
¿Será que al general Audomaro le fallaron sus
antenas y al fiscal Alejandro Gertz Manero sus sabuesos que no se dieron cuenta
que bajo la tupida barba estaba el rostro del temido Cárdenas Palomino? Y que,
además, se paseaba en la zona de Naucalpan, Estado de México. ¡Vaya casualidad!
¡Caray! El anuncio de este “logro” policiaco,
mediática y judicialmente no influye en el caso de la pandilla de
secuestradores de Los Zodiaco, es decir, en el escándalo de la francesa
Florence Cassez, por más que el licenciado presidente insista en que, ahora sí,
hay justicia y se combate la corrupción… pero la del pasado.
El punto es que Su Alteza Serenísima quiso
presumir que en su gobierno, a la casi mitad de éste, hay avances en el combate
a la delincuencia y a la corrupción, que las bandas del crimen organizado son
herencia del pasado y las cifras que su propia administración ofrece públicamente,
difieren de sus datos. O sea.
La realidad, empero, le dio una bofetada –un
mi pueblo le llaman de fea manera—en la mañanera, con información precisa,
datos duros de dos reporteros que lo increparon y refutaron. Entonces, la bilis
presidencial se desparramó, aunque cuando poco después en el abanderamiento de
la delegación mexicana que participará en los Juegos Olímpicos de Tokio,
ofreció ese rostro triunfador que no le pertenece porque es de los deportistas
que irán a partirse el alma para obtener el mayor número de preseas.
Pero, la mañanera de inicio de semana, no fue
la de Su Alteza Serenísima y de nada le sirvió presumir la captura de Cárdenas
Palomino y mucho menos esto de acusar a Felipe Calderón de haber encendido el
infierno de la violencia cuando declaró la guerra al crimen organizado, guerra
que en esta 4T él presume en la tesis de abrazos, no balazos. En fin.
Lea usted cómo la bilis presidencial comenzó a
agitarse para luego desparramarse con preguntas incómodas o, en paráfrasis de
mi amiga y colega Karina Aguilar, llama Pregunta sin ofensa.
Felipe Fierro, quien se
identificó representante de los medios Atiempo.com.mx y Puente Libre, recordó al
licenciado Andrés Manuel que la alianza PAN-PRI-PRD
anunció irá a la OEA a presentar expedientes de personas que fueron lesionadas,
secuestradas, amenazadas, inclusive algunos homicidios con motivo de las
pasadas elecciones.
--La pregunta es –planteó
Fierro-- si realmente hay un control del Estado mexicano sobre el narco que se
percibe que está creciendo en el país.
Y la segunda: ¿qué efectos va a
tener esto en las relaciones de México con los organismos internacionales?
Y si esto realmente pone, o sea,
la participación del narco, pone en riesgo la democracia.
--Pues yo veo que es propaganda -ahora se le llama
publicidad- porque no hay elementos (…) Cuando hablan de que domina el narco en
el país y de que hay ingobernabilidad, pues a lo mejor estaban refiriéndose o
pensando en lo que sucedía anteriormente, en donde la delincuencia organizada y
la delincuencia de cuello blanco eran lo mismo, en donde no había ninguna
frontera. Y se les olvida a nuestros adversarios, a los conservadores, a estos
que van a ir a la OEA, que está preso en Estados Unidos el que estaba de
secretario de Seguridad Pública en el gobierno de Calderón, García
Luna—pretendió evadir y justificar el licenciado Andrés Manuel.
Pero,
Felipe Fierro le recordó que éstos son hechos de este sexenio.
--¿Mande?—pretendió
SAS no haber escuchado.
--Estos
hechos de denuncia son de este sexenio—insistió Fierro.
--Sí, porque nosotros heredamos eso—justificó Su
Alteza Serenísima (SAS) y más adelante volvió a la victimización:
“Y
ahora resulta que quieren culparnos a nosotros. Podemos ser responsables, pero
no culpables; y, además, estamos asumiendo esa responsabilidad trabajando para
garantizar la paz y la tranquilidad, y repito, con otro método”.
Pero, la segunda parte de esta
amarga mañanera, el licenciado Andrés Manuel la tuvo con Jorge Ramos, colaborador de Univisión
y Reforma.
“Yo estuve aquí en la mañanera
de enero del 2020 para preguntarle sobre la terrible ola de violencia aquí en
el país y usted me dijo lo siguiente, y estoy citando: ‘Este año va a haber
resultados’.
“Bueno, después de más de un
año, después, hay resultados, pero muy negativos, señor presidente. Su gobierno
está en camino a convertirse en el más violento en la historia moderna de
México, más de 86 mil muertos hasta el momento desde que usted tomó posesión,
según estas cifras oficiales. Si sigue así, va a haber más muertos que con Peña
Nieto y que con Calderón.
“Los feminicidios, usted lo
sabe, lo dijo la semana pasada, siguen en aumento respecto al año anterior.
“Y fuera de la burbuja de
Palacio Nacional, el país no está en paz y tranquilidad, señor presidente. Le
están matando casi 100 mexicanos por día, en Aguililla, en Zacatecas, en
Reynosa.
“Usted no cumplió con su promesa
de no militarizar a la Guardia Nacional.
“Y ya lleva casi la mitad de su
gobierno y sigue todavía culpando a otros expresidentes por lo que usted no ha
podido hacer, así que me pregunta es si usted cree que su estrategia de abrazos
y no balazos ha sido un verdadero fracaso. Están los muertos, están todos ahí.
Y si va a pedir ayuda, porque hasta el momento no se ha podido”, le planteó
Jorge Ramos.
¿La respuesta del licenciado
presidente?
--Pues yo no coincido contigo--, respondió y se fue
por el rumbo de la mentira y las verdades a medias, de la justificación y la
recurrente acusación al pasado, a sus antecesores. Aludió, elemental, a Genaro
García Luna y presumió la aprehensión de Cárdenas Palomino.
“Mira,
hemos avanzado, ahora sí que yo tengo otros datos. Y no es una burbuja, porque
no me gusta el autoengaño, eso corresponde a los demagogos y a los hipócritas.
Nosotros tenemos dificultad para reducir como quisiéramos el delito de
homicidio, pero, que esto es importante, hemos logrado contener el crecimiento
que se traía en homicidios, incluso hay una disminución desde que llegamos, si
quieres marginal, del tres por ciento”, justificó Su Alteza Serenísima cuando
su bilis se agitaba. Sin duda.
--Lo entiendo, pero no hay
resultados, lo que pasa es que usted presenta como un éxito, como un logro, no
lo es—le replicó Ramos más adelante en esta interesante e incómoda, para el licenciado
presidente, esgrima verbal-
Además, Ramos le dio “un dato
más fácil: en diciembre del 2018, su primer mes como presidente, tuvo dos mil
892 homicidios dolosos, el primer mes; y en mayo del 2021, que acaba de pasar,
tuvo dos mil 963. No hay cambio”.
--Sí hay cambio. Yo te voy a dar otro dato—se
defendió Andrés Manuel, pero...
--No,
pero es que ese es el problema, usted lo está presentando como algo positivo y
no es algo positivo.
--Te voy a dar el dato de 18… Es que no coincidimos
por eso, Jorge.
--Es
que hay matanzas, hay muertos.
--Sí, pero no igual, no igual.
--Tres
mil al mes.
--Ya no hay masacres en el país.
--¿Y
lo de Zacatecas, lo de Aguililla y lo de Reynosa?
--Esos son enfrentamientos entre bandas, pero no es el
Estado, que antes era el principal violador de los derechos humanos.
--(…) Son sólo las cifras de su
propio gobierno, yo saqué las cifras de su propio gobierno.
--Yo creo que te dieron mal las cifras, yo tengo otros
datos.
--Por
eso, pero es que no puede haber otros datos porque salieron de la página de su
gobierno, del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
(…)
--¿Y
cuántos candidatos le mataron, señor presidente?
--Sí, lamentablemente.
--Eso
es una tragedia.
(…)
--Sí, pero me gustaría que conocieras las cifras, por
ejemplo, de los que perdieron la vida durante la campaña. En la mayoría de los
casos -y te voy a pasar la información- se detuvo a los responsables, no
quedaron impunes esos crímenes—replicó el licenciado con su
muletilla de los otros datos. ¿Cuáles?
Pero bueno, ni qué decir de la
justificación respecto del pésimo manejo de la pandemia. Al final, Su Alteza
Serenísima resumió su postura con una frase irreverente: “Tengo la conciencia
tranquila”. ¿Y cómo está su bilis, licenciado presidente? Digo.
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