Isaias Alanis |
Hay que cerrarles con
llave la puerta del papado a los obispos acusados de pederastia, en el cónclave
que se celebra en el Palacio vaticano, como en los tiempos de la familia
Borgia, que se ha mecida en la cuna de la fantasía y la realidad. Una estirpe aragonesa que junto a los Orsini, Farnesio y
Sforza, sentaron las bases, no sólo del humanismo renacentista y el
florecimiento de las artes y la ciencia, creando mecenazgos que han parido inúmeras
obras de arte, monumentos y leyendas urbanas medievales. También procrearon monstruos de la razón y el delirio
por el poder.
La joya de la corona
y el poder celestial y terrenal lo representó Alejandro VI, padre de Lucrecia y
César Borgia. Pareja de bipolaridad erótica que ha trascendido el tiempo y la
niebla de los siglos. Esta dúo ligado a la pugna por el poder y cuyos intereses
los mantenían fuertemente enlazados, vivieron momentos de grandes
transformaciones de todo tipo, pese a las presiones y bondades libertarias
eclesiásticas, se inicia un florecimiento y debate intelectual en gran manera
debido al reencuentro con la cultura helénica. Que en la época de los Borgia,
se mantuvo entre dos filos, el del poder terrenal y espiritual partiendo de un
eje donde las antípodas se tocaban y no había fronteras entre uno y otro. La
iglesia como una institución de origen “divino” y el poder terrenal que estaba
y está por encima de las mismas escrituras y la ética propagada por los
evangelistas y las enseñanzas del propio Cristo, atravesaba por un cisma
existencial; que abrió las venas a un conflicto dialéctico que produjo
monstruos de la fe por el poder como César Borgia, y sanadores espirituales en
llamas como Savonarola.
Este periodo se
caracterizó por confrontaciones de armas entre los dueños de Italia y la
custodia espiritual de Roma y su significado para el mundo cristiano. Era el
poder central. Roma y sus siete colinas y su origen pagano, fue en ese periodo
el centro de intrigas, asesinatos por espada o veneno, cárcel y centro de
operaciones de la naciente banca moderna. Roma, madre de Rómulo y Remo y puerto
donde Eneas descendió del mito a la historia como la iglesia de Cristo al
poder.
Por eso, Roma y el
mundo cristiano no ha cambiado y la sombra de los Borgia cubre con su manto de
homicidios y veladas amenazas la sucesión de Benedicto XVI -desde la óptica del
poder por el poder-. Y el tópico sexual, como en aquellos años, cobra cierta
luminiscencia doctrinal sujeta a cambios dependiendo de cómo se mueven las
piezas del ajedrez mitrado dispuesto a todo con tal de mantener o recuperar el
poder del Vaticano.
Y una verdad que ni
Alejandro VI hubiese podido ocultar, ni ningún dogma de la fe, es la llaga que
aqueja a la iglesia por los casos de pederastia comprobada u ocultada por los
mandamases de Roma, cometida por sacerdotes, obispos y cardenales. Un grupo de
12 posibles cardenales candidatos a la silla de Roma, están señalados no por
los estigmas sangrantes de Cristo, si no de practicar la pederastia. “La lista
conocida como "la sucia docena" incluye a los cardenales: Leonardo
Sandri, de Argentina; George Pell, de Australia; Marc Ouellet, de Canadá;
Timothy Dolan (Nueva York); Sean O’Malley, (Boston), y Donald Wuerl
(Washington) de Estados Unidos; Peter Turkson, de Ghana; Óscar Rodríguez
Maradiaga, de Honduras; Tarsicio Bertone y Angelo Scola, de Italia; Norberto
Rivera Carrera, de México, y Dominik Duka, de República Checa…”(La Jornada/7/3/2013).
A esta pequeña lista
de electores o posibles papales, hay 153 cardenales presentes en la elección,
muchos de los cuales tienen sospechas de practicar o encubrir la pederastia,
sobre todo en naciones pobres como Asia, África y Centroamérica. "Queremos
exhortar a los prelados católicos a dejar de fingir que lo peor respecto de los
abusos sexuales del clero ha pasado y (a dejar de) encubrir la crisis",
dijo David Clohessy, director de la Red de Sobrevivientes de los Abusados por
Sacerdotes (Snap, por sus siglas en inglés), con sede en Estados Unidos…” (La Jornada/7/3/2013). Amén de sospechas
de que muchos cardenales y obispos, están en la lista negra de lavadores de
dinero.
El nuevo Papa, podrá
limpiar el huerto de los olivos y el templo de mercenarios, mercaderes y
sicarios de sotana y estola. Eso muy pronto lo sabremos, aunque hay razones
venidas de la misma iglesia que afirman lo contrario.
Los intereses del
Vaticano han sobrepasado y multiplicado a los que tuvieron los Borgia y las
familias renacentistas que lucharon por tomar Roma, como los Sforza, mecenas de
Leonardo Da Vinci, y los Orsini. Hoy la familias que tiene las uñas puestas en
el poder de roma, es global como sus negocios, intereses y alejamiento de los
evangelios. "No podemos elegir un papa sin tener la absoluta seguridad de
que no va a aparecer al día siguiente en un documento “reservado", admitió
un purpurado de la región…”
Los intríngulis y
escándalos de la corte de la casa Borgia, y los entresijos del poder de Roma, donde
están reunidos en cónclave (lo cerrado con llave) los cardenales electores, salvo
nombres, hechos, fechas y días, son hermanos gemelos de una iglesia apartada de
la letra de los evangelios, que como norma de fe y sistema de vida, se ha visto
relegada de su verdad, y más en corto, se halla situada más cerca de la corte
de los Borgia, que de sus fieles que lo ignoran casi todo; minimizada en
escándalos por las cortes actuales de cardenales y obispos del cuerpo vivo de
la iglesia de Cristo.
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