A cada paso que dan los prohombres del Partido Acción Nacional, se enredan más y airean sus flaquezas apisonadas con la ambición que los llevó a perder fama de honestos e incorruptibles. Reza el refrán que, “en arca abierta, hasta el más justo peca”. La paráfrasis sería: En cargo público, cualquier panista peca.
El dinero los ha perdido. Sólo fue necesario que alguien les enseñara el camino y le entregara la clave del know-how en los negociazos para que los modestos panista designados en áreas clave de la administración pública, en los sexenios de Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa, emprendieran una carrera fundada en sociedades con personajes que de negocios turbios saben un rato.
En realidad, en estos asuntos no hay hermanas de la caridad. Recurrentemente su cinismo se nutre en aquella frase de Gonzalo N. Santos, El Alazán Tostado, cacique de San Luis Potosí, respecto de que la moral es un arbusto que da moras.
Así, uno de los jugosos negocios que florecieron en la llamada docena trágica, fue el de los casinos, cuyos dueños y promotores sedujeron a funcionarios de mandos superiores para obtener permisos y duplicarlos supinamente.
Uno de estos casos es el de Roberto Correa Méndez, quien fue director general adjunto de la Dirección de Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gobernación, donde operó a favor de los intereses de un empresario del ramo y, como se ha conocido hace unos días, puede ser el responsable de que los archivos de licencias para casinos, otorgadas en la administración calderonista, estén hechos un caos y, por ende, se haya perdido información sustancial.
A principios de este mes, oficialmente se conoció que el informe elaborado por la Dirección General de Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gobernación, que se entregaría a la Comisión Especial de Juegos y Sorteos de la Cámara de Diputados, que presidente el legislador federal emeceísta Ricardo Mejía Berdeja, está incompleto porque:
“Los expedientes de las empresas permisionarias y operadoras, así como el archivo general de dicha dependencia, estaban incompletos y desordenados, por así haberlos entregado la administración pasada, motivo por el cual la documentación proporcionada podía estar o no (…)”.
Pero, ¿sabe usted quién estuvo asociado con Roberto Correa Méndez? Ni más ni menos que Óscar Paredes Arroyo –conocido como OPA--, presidente de la Asociación de Permisionarios Operadores y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juego de Apuestas en México, A.C., uno de los más reconocidos zares de los casinos en México ydueño de la empresa El Palacio de los Números.
En noviembre del año pasado, en un foro organizado por la Cámara de Diputados, Paredes Arroyo se atrevió a advertir que “cerrar casinos no es una opción viable, en virtud de que beneficiaría la clandestinidad”.
Lo cierto es que Paredes Arroyo es uno de los principales zares de los casinos que controla el juego en el país con permisos –incluso clonados--que han obtenido mediante el control de quienes han dirigido el área de Juegos y Sorteos en la Secretaría de Gobernación.
Las constantes y múltiples violaciones a la Ley General de Juegos y Sorteos evidencian que, nuevamente, las mafias se han apoderado del jugoso botín que representa la Dirección General de Juegos y Sorteos, donde los zares hacen y deshacen a su antojo la aplicación de la Ley.
El ejemplo es el de Óscar Paredes Arroyo Velasco, quien seguramente se siente protegido porque presume de la amistad y el control que tiene sobre Marcela González Salas y Petricioli, titular de la Dirección General de Juegos y Sorteos, quién, según este “zar”, le prometió que a partir de este mes de enero sus casinos tendrían juego en vivo, un rubro no contemplado ni estipulado en la Ley.
Bueno, hasta el momento nadie ha desmentido a Oscar Paredes, conocido en el medio del juego como OPA, quien presumió haber puesto a Roberto Correa en la Subdirección General Adjunta de la Dirección Juegos y Sorteos. Nunca lo desmintió Correa.
Ahora fanfarronea haber seducido a González Salas, a quien incluso ha llevado con diputados federales –tal vez no recuerda que ella fue presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara baja--y la placea con empresarios del ramo a quienes pretende cobrarles el favor.
Pero, en fin, el susodicho zar de los casinos, ha dejado correr la versión de que en la Segob y con los diputados federales sólo sus chicharrones truenan y, por tanto, sólo sus trámites y gestiones se resuelven en fast track, mientras las de sus competidores simplemente se quedan como archivos muertos.
No está por demás que el grupo de trabajo cercano al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, le echa un ojo a la Dirección de Juegos y Sorteos, y por supuesto a Marcela González Salas y Petricioli?; el tema es delicado y obliga a deslindar responsabilidades porque la versión es que muy temprano se dejó seducir por OPA, sedicente zar de los casinos. Conste.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.