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martes, 4 de febrero de 2014

Entresemana Crónicas foxianas (II) Moisés Sánchez Limón

Un diálogo de inicio de la primera semana de febrero de 2014 en territorio michoacano, con un michoacano de aparente galope sobre el medio siglo de vida, piel correosa y voz que se quiebra, la queja que nace quedito y se vuelca contrariada.
--¡Indigna, señor! ¡Indigna! Y discúlpeme la palabra pero dónde chingados está la justicia, ¿quién puede castigar a los jueces, a los ministerios públicos? ¡Ah!, las palabras se escuchan bien bonitas en los discursos, señor, pero de lo que nos han dicho, desde el Presidente, el gobernador y los jodidos diputados, nada se ha cumplido…--confía este michoacano.
Víspera de la visita presidencial a Morelia, en la que Enrique Peña Nieto anunciaría un programa no una declaración de guerra contra el crimen organizado como la de Vicente Fox Quesada en enero del año 2001, y Felipe Calderón Hinojosa en diciembre de 2006.
Nada sabe este michoacano de esos preparativos de una gira presidencial ni de las prisas en los ámbitos del gobierno federal y el estatal para tener a tiempo el escenario y los elementos requeridos para el que se estimaba un gran acto de Enrique Peña Nieto.
Y, en efecto, por ahí de la una de la tarde en el Centro de Convenciones de Morelia, Enrique Peña Nieto y los miembros de su gabinete legal y el ampliado, anuncia los Cinco Ejes de Acción por Michoacán.
Pero en esta estrategia, junto con el ajuste en la fuerza pública, federal, estatal y castrense para devolver el alma y seguridad pública a los michoacanos, algo faltó este martes. Y el michoacano que protestaba indignado contra la demagogia y la corrupción en la prevención, procuración e impartición de justicia lo planteaba porque lo ha vivido en carne propia.
Hace unas semanas asaltaron su casa en una colonia popular en Morelia. Fue ante el Ministerio Público a presentar la denuncia, pero los empleados dizque estaban en su horario de comida. Espero hasta que lo atendió uno de ellos cuando se le pegó la gana, para indicarle que no podía integrar la denuncia sin las facturas de los artículos del hogar que le habían robado.
--Mire, señor –cuenta este michoacano—, le dije al emepé, me pidieron las facturas para levantar el acta, fui por ellas y ahora no me las pide. Pura perdedera de tiempo y no he comido.
--¡Ah, sí, sí! Démelas. Luego le llamamos—respondió el emepé. Y punto.
--¿Dónde está la justicia, señor?—reclamó--. Ya doy por perdido lo que me robaron y que compré con muchos sacrificios.
Y cuenta otro viacrucis de una familia de una de esas localidades de Tierra Caliente, distante tres horas de Morelia.
Comenta que unos soldados violaron a una hija de esta familia. Eso ocurrió desde hace dos años y presentaron la denuncia y los han traído a la vuelta y vuelta en los juzgados que están en Morelia.
--Cómo cree usted que los citaron este lunes, señor, cuando no se trabaja. Yo leí ese decreto en el que se descansaba. Yo sabía que los juzgados no trabajaban y se los dije a estos señores, al matrimonio que venía con el licenciado: “no los van a atender porque no trabajan, es puente”. Pero el licenciado me enseñó el citatorio en el que les advertían que podrían meterlos a la cárcel si no se presentaban a la cita en el juzgado.
--¿Y?
--Fueron, tempranito. La cita era a las nueve y media y llegaron a las nueve. El taxi les cobró dos mil pesos de ida y vuelta y nadie los atendió. El licenciado encontró el número de la secretaria y le llamó por teléfono pero la señora la dijo que no podía hacer nada.
Dos mil pesos gastados, reunidos con sacrificios y en el juzgado en Morelia simplemente olvidaron que citaban en día festivo.
--Dígame usted, señor, quién va a pagarles a esos señores los dos mil pesos, ¿el juez?, ¿la secretaria? Es una burla, señor. Eso molesta, encabrona, disculpe la palabra. Son estos hijos de la chingada los que hacen justicia con los que les parece. A mí ya me fregaron, pero con este matrimonio humilde, porque se veían bien pobres, ya ni la chingan. Disculpe usted la palabra.
En efecto, ¿dónde está el Poder Judicial en esta tarea de devolver a los michoacanos y a los mexicanos en general la tranquilidad? Justicia tardía o regateada es injusticia. Complicidades de emepés, policías, jueces y ladrones de cuello blanco asociados con criminales que más tardan en caer en chirona, merced a operativos de escenografía, que en salir libres e impunes.
¿Dónde está el Consejo de la Judicatura?
El 25 de enero de 2001Vicente Fox declaró la guerra al cartel de Tijuana y al crimen organizado.
No puede el gobierno federal solo hacer esto, aquí­ necesitamos la colaboración y la participacion de todo el mundo. Por esto la estrategia es de equipo, trabajo en equipo, la estrategia es organizarnos para que funcione la maquinita al centí­metro y al centavo, y eso también es lo que estamos platicando a fondo con los gobiernos estatales y municipales, estos dispositivos de trabajar juntos donde está, por decir algo, en un lugar, en cualquier parte del territorio nacional junto Ejército, Procuradurí­a, PFP, Policía Judicial Estatal, y Policí­a Municipal, creo que es lo mejor. Ahí estamos trabajando en equipo y ahí­ vamos a lograr ganar esta guerra”, dijo Vicente. ¿Y? Luego les platico más. Digo

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