1) El
ciento por ciento de la información que proporcionó WikiLeaks hasta hoy, ha
sido cierta. Nadie ha mostrado que haya
mentido o falseado los datos ni siquiera una vez. ¿Acaso no anda medio mundo
quejándose de que los medios masivos ocultan la verdad, de que los gobiernos
mienten, que los poderosos enmascaran sus crímenes? Bueno, amigos: acá está
WikiLeaks.
2)
WikiLeaks es una bandera que deberíamos defender los que abogamos por una
Internet libre, abierta y democrática. La información, todo tipo de información,
debe circular con libertad. Sin censura, sin autoritarismos, sin defensas
desmesuradas del copyright y sin posiciones privilegiadas de ningún país, como
la que detenta todavía Estados Unidos en el control mundial de la red.
3) ¿WikiLeaks es el Diablo? ¿Es parte de lo que anticiparon
las profecías mayas sobre el fin del mundo? La misma red que permite la
existencia de WikiLeaks facilita la difusión de las conspiraciones y paranoias.
Que es una jugada de la derecha estadounidense o del Pentágono para perjudicar
al presidente demócrata Barack Obama. Que WikiLeaks fue infiltrada por la CIA y
engañada para que dé a conocer los documentos. Que la apoya el gobierno chino.
En fin. Mientras no haya pruebas al respecto, todas estas seguirán siendo
teorías conspirativas, que no empañan lo hecho por la organización.
4)
Assange es el modelo del héroe contemporáneo. Existe gracias a Internet, tiene
cara de freak, hace cosas al borde de la legalidad, es hacker, se enfrenta al
gobierno más poderoso del mundo, nadie sabe dónde está ni tiene su teléfono, no
sabemos casi nada de él más que le gusta divertirse en buena compañía en las
aburridas noches suecas. Es un ídolo global antisistema como los que prefiguró
Ignacio Ramonet en sus teorías, muy onda al personaje de la peli “V de
Venganza”, listo para hacer explotar las instituciones y para que estampes su
cara en tu marinera.
5)
Algunas de las mayores glorias del periodismo y los principales diarios del
mundo le han dado la derecha a WikiLeaks. Daniel Ellsberg, responsable de la
histórica filtración de los papeles del Pentágono sobre la guerra de Vietnam,
los principales defensores mundiales de la Internet abierta, intelectuales,
medios como The Guardian, Le Monde, Der Spiegel han difundido la información de
WikiLeaks luego de comprobar su veracidad. Si los principales gourmets
informativos del mundo comen WikiLeaks ¿pueden estar todos equivocados?
6) Las
revelaciones de WikiLeaks son relevantes. Algunos creen que los cables que se
están conociendo no dicen algo nuevo. Error. Basta ver las reacciones que están
ocurriendo en docenas de gobiernos, basta ver la cara de Hillary Clinton, y los
despidos y renuncias y reuniones cumbres canceladas en los últimos días. Eso
sin mencionar que Estados Unidos deberá rotar a gran parte de sus diplomáticos.
¿Qué creen que sucederá con la embajadora en Argentina Vilma Martínez, escrachada por WikiLeaks como una chismosa
irredenta? ¿Quién querrá volver a sentarse a conversar despreocupadamente con
ella ahora?
7)
WikiLeaks volverá y será millones. Si hoy encarcelan a su fundador, matan el
sitio y queman todos sus documentos, no servirá de nada: otras WikiLeaks
florecerán por la red. De hecho, en este momento hay más de 500 páginas
clonadas de WikiLeaks en donde consultar los documentos filtrados. Es la lógica
del nuevo mundo digital. Si alguien lo quiere, lo tiene. Y gratis.
8)
WikiLeaks es una nueva forma de proporcionar información y de hacer realidad el
derecho de millones a acceder a datos verídicos que son ocultados por los
gobiernos y las corporaciones. Quizá dar a conocer información reservada de un servicio
diplomático no sea lo mejor, quizá esto no sea periodismo. Pero WikiLeaks forzó
un ejercicio global de sinceridad, que no le hará mal al planeta. Todo lo
contrario.
Fuente:
Por Sergio Carreras
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