Se rigen por paradigmas diferentes. El del orden natural en el que los mejor proveídos dominan a los menos favorecidos en un entorno de eterna competencia en la que la aceptación del destino social es una realidad inevitable por azares del designio divino, corresponde a la derecha conservadora; el del Estado artificialmente construido y rector de los destinos no sujetos a la divinidad o la suerte en la que exista una mejor distribución de la riqueza a la que proveídos y desproveídos tengan acceso, es el de la izquierda progresista.
Encuentro en George Lakoff los modelos más sencillos para ubicar a la derecha y a la izquierda en el discurso diario de nuestra política actual.
En su libro “No pienses en un elefante”, define la moral de Republicanos y Demócratas estadunidenses como la del padre estricto y el padre protector, respectivamente. Aunque en los Estados Unidos ambos partidos son de corte conservador (un poco más liberales los republicanos), encuentro la comparación muy ilustrativa para la concepción del mundo según derecha e izquierda.
El orden natural establece una competencia descarnada por la sobrevivencia en la que el individuo debe estar preparado para competir constantemente y por lo tanto debe ser educado en la más férrea disciplina. El padre estricto.
El ejemplo inmediato son los gobiernos tecnócratas basados en la liberalización del mercado y la protección de los intereses de los más pudientes. Un ejemplo de este tipo de político es el senador Armando Ríos Piter, cuyo voto fue decisivo para que el gobierno neoliberal consiguiera la aprobación de la reforma fiscal en el Senado. Aunque milita en el PRD su formación e ideología es la de la derecha conservadora.
Para el padre protector el individuo debe ser guiado y respaldado para competir en igualdad de circunstancias.
Una política de izquierda o derecha es entonces identificable desde ambas morales descritas por Lakoff.
En Acapulco, nuestro caso más inmediato es la clara política de izquierda que sigue en materia cultural el gobierno de Luis Walton Aburto que en recientes días anunció la puesta en marcha del programa Entrada Libre.
Con este programa el gobierno municipal se propone llevar cursos y talleres de diferentes disciplinas artísticas a la zona rural del municipio, acercando así la cultura al sector menos favorecido de la población.
Es la primera ocasión en la que un alcalde toma en cuenta la cultura como eje de gobierno y le invierte presupuesto. En comparación con el trienio anterior el presupuesto para actividades culturales del Ayuntamiento de Acapulco aumentó más de 500 por ciento.
Miguel de Unamuno expresó que la libertad que hay que dar al pueblo, es la cultura, un pueblo culto, es un pueblo libre.
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