El único artista en
residencia en el instituto Seti, Charles Lindsay, llama a explorar la
comunicación entre hombres y ballenas (dueñas de un lenguaje) con una instalación
sonora.
Charles Lindsay es el primer
artista en residencia en el Intstito SETI (el organismo encargado de buscar
vida extraterrestre inteligente en el cosmos). Con una formación
multidisciplinaria Lindsay explora las fronteras líquidas entre el arte y la
ciencia y en su nuevo proyecto Code Humpback (Código Ballena Jorobada) busca
reflejar el asombro fundamental ante la comunicación interespecies. De alguna
manera esa otredad inteligente que buscamos afuera, en el cielo, está adentro,
en el mar.
Imagina un lenguaje vivo
no-primate, de escala globa, submarino– uno que no podemos hablar. Esto es
fantásticamente llamativo para mi. ¿Qué más estamos perdiéndonos? ¿Cómo podemos
comunicarnos con extraterrestres sino podemos conversar con seres que no sólo comparten
nuestro planeta, sino también nuestra herencia genética y bioquímica? ¿Que otra
inesperada información nos rodea? Estas son las preguntas que motivan mi
trabajo.
La visión de Lindsay nos
hace reflexionar un poco como la frase del poeta Paul Eluard: “existe otros
mundos, pero están dentro de este”. Históricamente existe una tendencia a
explorar hacia afuera y hacia arriba, y no hacia abajo y hacia adentro. El
llamado de las estrellas es innegable y cuenta con todo el brillo del misterio,
pero no menos interesante y posiblemente revelador es el llamado del océano,
del núcleo de la tierra y de la misma alma humana.
En SETI, Lindsay se
encuentra bajo la tutela de Laurance Doyle, un científico que aplicando la
teoría matemática de la información logró determinar que las canciones de las
ballenas jorobadas tiene una sintaxis y por lo tanto califican como un
lenguaje: todo un sistema de comunicación con los matices y riquezas de
lenguaje, resonando en la infrabóveda del mar.
En su instalacóin a
estrenarse en el laboratorio de código morse RCA en Bolina, Lindsay imagina
esta comunicación intraespecies. Para su pieza transmitió y recibió dos
mensajes codificados: “¿Qué están diciendo las ballenas?” y “Todo lo que
necesitamos es amor”. Los mensajes se vuelven musicales bajo el código morse y
estarán ambientadas en conductos de ventilación de barcos y una naves espacial
de la NASA, “para crear una estética aeroespacial uniendo lo funcional con lo
orgánico”, con la idea de sugerir, casi a manera de autoprofecía, la
comunicación entre los humanos y las ballenas. La obra es a fin de cuentas sólo
un balbuceo en el intento de entablar una comunicación interespecie, pero en su
intención abre un importante canal. (Fuente/ PIjamasurf)
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