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lunes, 4 de agosto de 2014

INFORME DE SITUACIÓN FINANCIERA DEL IMSS, TURNADO AL EJECUTIVO FEDERAL. Moisés Sánchez Limón/Ciudad de México (especial entresemana)

Posponen la crisis y agonía financiera del IMSS; gatopardismo oficial
>> El deterioro generalizado va en aumento; son comunes los malos diagnósticos y tratamientos a enfermedades, o carencias en todos los procesos médicos
>> Informe de la Situación Financiera y Riesgos del IMSS 2013-2014, turnado al Ejecutivo Federal y al Congreso de la Unión
Moisés Sánchez Limón/Ciudad de México (especial entresemana). De acuerdo con información pública, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha emprendido esfuerzos extraordinarios para mejorar su situación financiera. Pero hay una especie de doble contabilidad.
El Dictamen de la Auditoría Actuarial realizada al IMSS con cierre al 31 de diciembre del año pasado y entregada con fecha 17 de junio de 2014 a las autoridades del Instituto por la consultoría FARELL --Consultores Actuariales en Gobierno Corporativo de Fondos de Pensiones y en Capital Humano—contradice al optimismo oficial. Una de sus conclusiones acota:
“Un resultado importante a destacar, es el que se refiere al diferimiento en un año, del 2016 al 2017, del periodo en el que el Instituto enfrentará insuficiencia financiera en su conjunto”.
Así, bajo el discurso oficial está el informe sustentado en análisis, prospectivas y hasta auditado externamente, que se oculta bajo la alfombra, singular gatopardismo que maquilla la agonía del organismo responsable de cuidar y atender la salud física y económica de más de 71 millones de mexicanos, en su vida productiva y la pensionada y jubilada, el multimillonario pasivo que el gobierno está obligado a asumir porque es deuda pública.
En suma: uno es el enunciado discursivo; otro, el informe enviado al Ejecutivo Federal y al Congreso de la Unión.
En ambos destaca una constante: todo va con cargo a los derechohabientes, cuyas enfermedades pueden esperar. Listas de espera con citas hasta por un año, cuando mejor le va a un paciente, falta de medicamentos básicos frente a una burocracia comodina.
Y es que, en el afán de mejorar las cuentas y presentar saldo financiero cuando menos aceptable, todos los días los afiliados al IMSS padecen los malos tratos por personal poco o nada calificado. Absurda condición de una rampante burocracia que llevó a la institución a ganar, en el año 2009, el "Premio al Trámite Más Inútil", entregado por el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Puntada o no, broma de mal gusto quizá, pero al desprestigio institucional se opone toda una campaña de difusión empeñada en mostrar las bondades del organismo, con excesos pueriles para ponderar exposiciones plásticas o financiar el singular “Premio Latinoamericano de Higiene de Manos” de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se entregó a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 91 de la Delegación Estado de México Oriente y que el Instituto Mexicano del Seguro Social presentó como "un logró sin precedente".
Pero el deterioro generalizado va en aumento. En materia de salud, son comunes los malos diagnósticos y tratamientos a enfermedades, o carencias en todos los procesos médicos, lo que complica la salud de los derechohabientes incluso hasta la muerte. Todo ello porque para quienes conducen la institución, lo importante es el dinero no las personas.
Cientos de pacientes se encuentran en espera de ser atendidos en tres o seis meses, incluso un año, para tratar su enfermedad de elevado riesgo. Otros tantos esperan, impotentes, la muerte, porque no hay material para las cirugías con las que salvarán la vida y otros tantos destinan tanto dinero en medicamentos como sí acudieran a hospitales privados, porque su cuadro básico es insuficiente.
De acuerdo con información pública, el Sistema Nacional de Alerta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) detectó que el IMSS encabeza la lista de las autoridades señaladas de violar las garantías individuales, pues de 893 quejas relacionadas con el derecho a la salud, 629 corresponden al IMSS, principalmente por una inadecuada prestación del servicio y negativa a proveerlo.

Alejado ya del discurso de su extinción por su problemática financiera, y muy cercano a ser la "papa caliente" que le apuesta todo a fusionarse a un Seguro Social Universal, que no llega -y de acuerdo con las modas sexenales-, la institución no ha conjurado la amenaza de "insuficiencia financiera en su conjunto" pronosticada por auditores externos para el año 2016. Casualmente después de la elección intermedia federal en la que se renueva la Cámara de Diputados, nueve gobiernos estatales y cerca de una veintena de congresos locales y más de un millar de ayuntamientos .

 Sin duda, los 476 mil 961 millones de pesos de Presupuesto de Egresos que la Cámara de Diputados autorizó al IMSS para este 2014, son insuficientes para garantizar su sobrevivencia.
Veamos. En el Informe de la Situación Financiera y Riesgos del IMSS 2013-2014, que presentó el instituto al Ejecutivo Federal y al Congreso de la Unión, este respiro económico de al menos dos años tuvo un costo en los servicios y el gasto en suministros para la atención de los derechohabientes. Por ejemplo, la inversión física del organismo ha sido uno de los rubros más castigados, pues mientras en el año 2000 el 4.9 por ciento del total de las erogaciones iba a ese rubro, en 2006 cayó a 3.1 por ciento; en 2013 representó apenas 0.9 por ciento.
En consecuencia, la infraestructura del IMSS ha recibido paulatinamente menos atención por parte de sus autoridades, con el consecuente deterioro en el mantenimiento de las instalaciones y la provisión del servicio sanitario en general.
De igual forma, el gasto en los suministros que utiliza el instituto se ha mantenido prácticamente sin cambios a lo largo de los años. En el ejercicio del año 2000, según el informe del organismo, el gasto en materiales y suministros estaba en 15.2 por ciento del gasto total, mientras que 13 años después, dicha proporción fue de 15.3 por ciento.
Ello implica que, frente al crecimiento del número de derechohabientes y el aumento de enfermedades crónicas, el IMSS mantuvo relativamente plano su gasto en suministros para la atención.
En contraste, en el caso de la nómina de jubilados y pensionados, conocido como el Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP) se ha destinado un porcentaje creciente del gasto total y lo seguirá haciendo por lo menos hasta 2030, con el proceso de envejecimiento de la población.
Además, el IMSS reconoce que en el segundo y tercer niveles de atención existen cuellos de botella en el servicio de urgencias y atención hospitalaria, relacionados con la insuficiente capacidad resolutiva en el primer nivel de atención, los problemas de gestión y el flujo y disponibilidad de camas. Para resolver en parte el problema de la insuficiencia de camas, ha implementado programas de "optimización de sus recursos".
"Para resolver el 'cuello de botella' descrito, se fortalecen las Redes Zonales, sistema que pretende optimizar el área de Observación al referir pacientes estables y sin riesgo del segundo nivel de atención a los servicios de Urgencias de las Unidades de Medicina Familiar de su área de responsabilidad. Con esta estrategia se liberan camas de Observación del segundo nivel destinadas a pacientes con enfermedades de mayor complejidad, lo que optimiza la infraestructura instalada en ambos niveles de atención", enfatiza el informe de la institución.
Aún más: A diciembre de 2013, el IMSS contaba con una población derechohabiente de 71.4 millones de personas y se estima que brinda servicios a alrededor del 60 por ciento de la población mexicana, con lo que se convierte en la más grande e importante institución de salud en México. Con ello, "la situación financiera del IMSS continúa siendo presionada por una demanda creciente por servicios de salud", según reconocen sus propias autoridades.
En el Informe, el Consejo Técnico del IMSS admite que, incluso, "desde 2009 ha sido necesario utilizar los recursos acumulados en las reservas del instituto para subsanar su déficit operativo".
Más aún, precisa que "en particular, a partir de 2013 se comenzaron a utilizar los recursos de la Reserva Financiera y Actuarial del Seguro de Enfermedades y Maternidad. Al cierre de 2013, esta reserva presentaba un saldo de 60,644 millones de pesos y se estima que estos recursos se agoten en el año 2017".
En los informes de los auditores independientes, el despacho Prieto, Ruiz de Velasco y Cía., S. C., concluye en su apartado 8: "(...) el Instituto se encuentra en una situación financiera complicada. Se observa un desequilibrio estructural, déficit entre los ingresos y gastos del seguro de enfermedad y maternidad; así como del seguro de salud para la familia. El resto de los seguros como riesgo de trabajo, invalidez y vida, y guarderías y prestaciones sociales, presentan superávit para el 2013 y 2012 (...).

"Dadas las circunstancias descritas  --advierte--, es indispensable la adopción de reformas estructurales, incluyendo cambios al marco legal que permitan aumentar los ingresos del Institutos distribuirlos de acuerdo a las necesidades de cada ramo de aseguramiento".
Y en el ya citado Dictamen de Auditoría Actuarial, la consultoría, FARELL, se destaca: "Desde anteriores informes se han resaltado problemas de tipo financiero que atraviesa el instituto debido, principalmente, a dos situaciones significativas: el desequilibrio financiero del Seguro de Enfermedades y Maternidad (trabajadores activos y pensionados) y el nivel siempre creciente de gastos, derivado del cuantioso pasivo actuarial del Régimen de Jubilaciones y Pensiones del IMSS (RJP).
"Los ingresos del instituto están basados, fundamentalmente, en las cuotas y contribuciones que establece la Ley. En virtud de que su modificación requiere de un cambio en la Ley, actualmente, la única forma de mejorar la situación financiera de este seguro consiste en establecer medidas que permitan revertir o detener la tendencia creciente del gasto".
Como especie de rúbrica puntualiza: "Un resultado importante a destacar es el que se refiere al diferimiento en un año, del 2016 al 2017, del periodo en el que el instituto enfrentará insuficiencia financiera en su conjunto". El contraste con el discurso oficial; la maquillada agonía diferida del Instituto Mexicano del Seguro Social. (entresemana.mx)

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