>> El gobierno intenta así darle una conclusión lógica al caso Iguala y disminuir las tensiones y la escalada de violencia
>> Padres y activistas de la CETEG rechazarán la versión y aumentarán las marchas, tomas y asaltos violentos
>> El expresidente Felipe Calderón es hoy un animal político herido de muerte por Gustavo Madero
Roberto Vizcaíno/TRAS LA PUERTA DEL PODER. Como lo adelantamos aquí hace una semana, ayer el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam confirmó que para esta dependencia los 43 normalistas de Ayotzinapa fueron secuestrados, asesinados, incinerados y esparcidos en el Río San Juan, en Cocula, Guerrero por el cartel Guerreros Unidos.
Esa es, lisa y llanamente la verdad legal e histórica del caso Iguala, indicó aunque advirtió que el caso no está cerrado.
La conclusión central surge de la aprehensión y declaraciones de 99 involucrados directos y confesión del autor intelectual y material de los hechos, Felipe Rodríguez Salgado, alias "El Terco" o "El Cepillo". Los hechos se confirman además con pruebas técnicas y científicas.
"Este y muchos otros elementos aportados durante la investigación permitieron realizar un análisis lógico causal y llegar sin lugar a dudas a concluir, que los estudiantes normalistas fueron privados de la libertad, incinerados y arrojados al río San Juan", insistió.
La investigación, quizá la más compleja y exhaustiva realizada por la PGR, contiene 386 declaraciones, 487 peritaje, 2 reconstrucciones de hechos y 16 cateos aunque se reconoció que faltan todavía otros involucrados por capturar.
Con esta confirmación queda prácticamente cerrado el caso y ahora vendrán las reacciones. No hace falta ser adivino para advertir que padres y activistas, especialmente los de la CETEG y anarcos, rechazarán la versión y se lanzarán a más marchas, asaltos violentos y provocaciones.
HERIDO DE MUERTE
El animal político que hay en Felipe Calderón está hoy herido de muerte.
Disminuido por el desgaste de todas las batallas internas perdidas en el PAN; cuestionado duramente por medios informativos, intelectuales, politólogos y expertos en seguridad, nacionales y extranjeros, por las consecuencias de su no planeada y voluntariosa guerra contra el crimen organizado que dejó 70 mil muertos y 30 mil desaparecidos, y que sumió al país a un desastre de inseguridad que tardará decenios para ser controlado; denunciado hoy judicialmente por la francesa Florence Cassez, y sobre todo lanzado a la exclusión política por Gustavo Madero -sin duda alguna su enemigo número uno-, el expresidente ha salido a la arena a dar la pelea.
Y a bote-pronto responde que si Madero no le regresa el control del PAN, como él exige, entonces se irá a formar otro partido… pensando quizá que como el flautista de Hamelin él se llevaría a todos los panistas del país a esa nueva organización.
Con apenas 52 años de edad y en plenitud de facultades físicas e intelectuales, y poseedor de una experiencia de poder como pocos en el país por haber sido casi todo dentro del PAN y por haber pasado por la Presidencia de la República, Calderón reclama hoy muchos espacios a lo mejor para él irrescatables:
El primero, en la toma de decisión dentro de su partido –que en verdad siente suyo, de su propiedad-, el PAN, en el que ha sido todo lo posible: desde hijo de fundador y niño volantero de propaganda electoral, delegado, diputado federal, candidato a gobernador, secretario General hasta presidente del CEN y líder nato a partir de su paso por Los Pinos.
Exige además ser atendido dentro de la vida política nacional.
En este contexto su advertencia de que va por la recuperación del control de Acción Nacional deja tres mensajes claros:
El primero: que tuvo ese control como presidente del CEN y como Presidente de la República.
Que ha comenzado su propia guerra contra Gustavo Madero justo en medio del proceso electoral de 2015 y:
Que no se ha retirado de la política y que quiere ser un interlocutor privilegiado frente a los otros poderes: la Presidencia de Enrique Peña Nieto, de los partidos políticos y los centros mediáticos, patronales, sindicales, académicos y sociales.
Frente a todos estos escenarios Calderón es hoy un animal herido, acorralado, excluido, un animal político que a través de todos sus cargos y posiciones anteriores ha demostrado ser testarudo, terco, voluntarioso, ofensivo, inescrupuloso, violento.
Hoy Calderón es un animal enfrentado a la defensa de su sobrevivencia y en razón de eso será su respuesta. No va a reparar ni detenerse en los daños colaterales, o si en su batalla mueren otros, o si son arrastrados y expuestos sus cercanos y familiares. Va por todo y no se conformará con nada más que lo que cree que le pertenece.
No entiende que ya pasó su tiempo. Y que sus hechos y decisiones anteriores lo convierten hoy en un animal político muy vulnerable.
En su partido no sólo no lo quieren y repudian, sino que el control está en otras manos y decisiones que tienen sustento legal y legítimo a través del voto de la mayoría de los militantes.
Lo que cuestione, lo que reclame, lo que descalifique Calderón es una acción en contra, una reprobación a quienes votaron por Madero.
SU WATERLOO
Realmente sorprendido, se entera hoy que la francesa Florence Cassez lo ha demandado por daño moral. Prepotente desecha la posibilidad de una sanción.
Pero todo indica que este asunto será por mucho su más grande Waterloo.
Sin meternos en el debate de si Cassez es una secuestradora o no, lo cierto es que quedó demostrado por todas las instancias del sistema judicial, mediático, de gobierno y político que su aprehensión y juicio formaron parte de un show mediático.
El proceso judicial se ajustó al guion ideado para la televisión por el entonces titular de la Agencia Federal de Investigaciones y luego secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.
El abogado Felipe Calderón no sólo apoyó a García Luna a pesar de que este reconoció haber ideado todo y ordenado la realización del montaje, sino que desde la Presidencia se dedicó a emitir declaraciones imprudentes y a intervenir en el caso judicial en contra de Cassez. El michoacano convirtió el asunto en una confrontación incluso entre países y en una lucha de poder en contra del mandatario francés, Nicolás Sarkozi.
Todos quienes intervinieron en este asunto, desde García Luna y Televisa, hasta el conductor Carlos Loret de Mola, el reportero Pablo Reinah y los ministros de la Suprema Corte de Justicia aceptaron que todo fue un montaje televisivo, no un proceso judicial ajustado al “debido proceso”.
Hay decenas de testimonios públicos de todo eso. ¿Cómo dice, asegura Calderón que él está a salvo de una condena judicial?
Cassez va por 36 millones de dólares que a lo mejor son pocos. En la olla de ese caldo están todos los que intervinieron en el montaje. En la cúpula por supuesto Calderón.
El nuevo caso Cassez -no hay que ser adivino-, servirá para desmenuzar, volver a analizar publica, mediáticamente lo que fue el sexenio de Felipe Calderón. Y no será el suyo un paseo de verano.
Tal como están hoy las cosas, servirá para hacer una catarsis nacional. Le conviene al país, al Gobierno y al PAN así como al resto del sistema político.
Necesitamos encontrar quien nos la hizo para que nos la pague, y lo tenemos enfrente de nosotros en una batalla por su sobrevivencia.
No habrá ningún juez mexicano que se atreva a ir en contra de lo que dictaminó la Suprema Corte de Justicia en la liberación de la francesa. Ese es un caso juzgado y cerrado. En ese expediente sin embargo hay revelaciones, afirmaciones que servirán para que los abogados de la francesa obliguen a una condena de Calderón y coacusados.
Y hay que recordar que este no fue el único montaje ideado por García Luna durante el sexenio de Calderón.