Las obras escultóricas de
Giovani Caramello, un artista brasileño de 24 años originario de Santo André,
se destacan por su carácter hiperrealista, un hecho que ha llevado a muchos a
comparar su trabajo con el del famoso escultor australiano Ron Mueck, que
abarrotó el Antiguo Colegio de San Ildefonso en una exposición que tuvo lugar
entre septiembre de 2011 y febrero de 2012.
Las obras del artista
brasileño tienen una medida aproximada de 80 cm, están basadas en la apariencia
de los seres humanos y los minuciosos detalles, como las marcas de expresiones
faciales, el vello, las pestañas, pecas, los ojos y los poros además de
retratar a una persona, logran transmitir sentimientos y emociones.
En 2010, Caramello dio
inicio a su carrera como escultor, como modelador en 3D y desde entonces no ha
abandonado su arte. Emplea silicona, resina, tintas, fibra de vidrio y moldes
para desarrollar su trabajo. Se hacen necesarias horas de estudio y pruebas
para llegar al nivel de detalles que el artista busca, aunque Giovani asegura
que la poesía y el concepto de su obra son más importantes que todo eso.
Una de sus obras titulada
“Solo” retrata a un púber pelirrojo, con pecas, ojos claros y tristes, vestido
con un disfraz de Batman. “Es un niño pasando por la adolescencia, que se
siente triste y solo. Él tiene esa capa que simboliza la infancia. Todas las
obras que hago tienen un lado más poético, pues eso es lo que le da vida a la obra,
más allá de la apariencia. Pretendo transmitir justamente eso de una forma más
clara en las próximas esculturas”, dice.
Cuando se le cuestiona la
similitud de sus obras con las de Ron Mueck, Giovani dice que se inspiró mucho
en el artista, pero que aún necesita perfeccionar el modelaje, la pintura y los
detalles para poder alcanzarlo.
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