En pleno tiempo de
elecciones, el revolucionario institucional en el poder ha diseñado una campaña
sustentada en el principio porfirista de “orden y progreso”. Porfirio Díaz al asumir el poder, tuvo que
aliarse hasta con sus enemigos, brindar protección a los juaristas y al clero,
a caciques y militares que gobernaron con mano de hierro sus estados, creando
las bases del caciquismo nacional, incluyendo matrimonios arreglados como el de
la Gaviota y Quique: a Carmelita Romero
Rubio la escogió don Porfirio para sumar a su causa a un ala de poder en aquel
México que ojalá y nunca regrese, porque podría resucitar mi bisabuelo y
ponerme a administrar sus haciendas con garrote, esclavismo, mátalos en
caliente y entamba a los agitadores como Nestora Salgado y diviértete en Paris
durante el verano y chíngale todo el año: “orden y progreso, hijo”.
Tal parece que el
revolucionario institucional, no ha aprendido la lección histórica del
porfiriato. La acumulación de riqueza en unas cuantas manos ha causado
atrocidades sobre la población. Y como Díaz pactó con el diablo para alcanzar
ese orden y progreso, en el México de hoy nació el Pacto por México, sin orden
y sin progreso.
Si el proyecto que
ofertan los candidatos del tricolor en el país, es una réplica del desarrollado
por Porfirio Díaz a lo largo de tres décadas y algo, es un insulto a la
inteligencia de los mexicanos y un retroceso histórico. La simetría con nuestro
tiempo mexicano es perfecta. Ahora los nuevos jerarcas del tricolor y sus
aliados, como el verde ecologista que ha pasado de ser un partido familiar a un
negocio delincuencial electoral; tendrán que negociar, primero, con la
delincuencia organizada para implantar ese orden en un estado cuyos principales
territorios están en manos de la delincuencia y en completo desorden.
Basados en esa
categoría de orden y progreso, en México se multan a trabajadores agrícolas con
7 millones de pesos y al ex titular del Estado de México Apolinar Mena
Vargas, por inflar los precios de un tramo del Viaducto Bicentenario en el
Edomex, “le impusieron una multa de ¡189 mil pesotes! por violar la Ley de
Responsabilidades de Funcionarios Públicos. Esas no son sanciones. En los
hechos constituyen una invitación a la reincidencia…” (La Jornada/18/15).
¿Nada más con
este ejemplo de colusión del poder publico con la corrupción que se ha
convertido en deporte nacional, se podría sentar las bases de un orden y
progreso como lo hizo don Porfirio en los albores del siglo pasado?
Dentro de ese ámbito
respira la reforma educativa. Los avances en esa materia son de pronóstico. Los
brotes sicopedagógicos que han llevado a niños y niñas no mayores de quince
años, a jugar al secuestro, la tortura, el asesinato y el enterramiento
clandestino, como brutalmente aconteció en Chihuahua es una prueba de que el desorden
en materia educativa es un logro del gobierno actual.
El niño “Christopher
estaba afuera de su casa cuando llegaron los cinco adolescentes (dos
niñas de 13 años, dos niños de 15 años y uno de 12 años de edad) y lo
invitaron a jugar en la ladera de un arroyo justo atrás de la penitenciaria
estatal. Cuando llegaron
al arroyo le dijeron a Christopher que iban a simular un secuestro, lo ataron
de pies y manos, luego lo golpearon con un palo lleno de espinas y le
arrojaron piedritas en la cara, después colocaron un palo en su cuello
hasta sofocarlo”.
Y tras haberlo
enterrado, colocaron encima un animal muerto para despistar. En la narrativa
del niño que canto todo, habla de que el menor fue apuñalado por la espalda
cuando lo depositaron en el hoyo para asegurarse de que estaba muerto. ¿Este
ejemplo se multiplicará a la velocidad del tuiter o del facebok en la republica
del orden, paz y progreso?
En ese jardín de las
hespérides llamado “tejido social”, que no se cansan de repetir en discursos y
melodramas electorales los políticos, ¿qué carajos es? y cómo se lo explican
cuando en una comunidad de alta marginalidad, menores de edad cometen un crimen
inaudito. ¿Qué México estamos forjando con estos ejemplos espantosos?
El año pasado un amigo
de Michoacán, me contaba que en la zona de guerra purepecha, los niños menores
de edad en su celular tienen escenas de decapitaciones, de asesinatos, de
tortura, corridos del Komander y videos porno.
Y esos niños, ¿acaso son
el instrumento más preciado de los malosos, es la semilla y reserva del
sicariato?
¿Qué le dicen los
candidatos de todos los partidos a los niños de México que la tortura y muerte
es un deporte pedagógico nacional?
Otro que se cae
El satélite
Bicentenario se desintegró en 490 segundos. Llevado a lomos por un
transbordador ruso, al incendiarse el cohete proton-M el satélite Bicentenario
se convirtió en polvo. Ruiz Esparza tiene otra razón para dejar el cargo, 300
millones de dólares tirados en Siberia y el champagne que se bebió en
Hermosillo durante el lanzamiento a costa del erario.
El que no se ha caído
es el presidente de EEUU.“Barack Obama y su esposa, Michelle, poseen bienes por
entre 1.9 y 6.9 millones de dólares, de acuerdo con la declaración patrimonial
que les exige la ley, misma que presentaron el viernes pasado…” (La
Jornada/18/5/2015).
Es asombroso si le
jalamos la cobija a cualquier político y le sacamos la sopa de cuánto dinero
tiene y cuantas residencias como las señaladas en páginas de sociales y la nota
roja de México y el extranjero, seguro que deja en último lugar a Obama.
De reojo
Un piquete de soldados
cuida la entrada de la mina “La media luna”, ubicada en la calle principal de
la colonia 20 de noviembre, que carece de nomenclatura. ¿Ya llegó el “orden y
progreso” a Guerrero? En el porfiriato los
tres niveles de gobierno se ponían al servicio de los ricos y empresarios que
tenían su cuerpo de rurales privado, y permiso para expoliar los recursos de
México?
¿Qué hacen los soldados
del glorioso ejercito mexicano, cuidando una mina extranjera, que contamina, se
lleva la riqueza de Guerrero y no dejan nada al erario federal y estatal?
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