ES CIERTO. EN LA SECRETARÍA de Salud, como en la de Educación, y en
otras más donde existe todo un desorden, la corrupción no solo tiene que ver
con recursos financieros, producto del desvío y de plazas sin techo
presupuestal, sino también con el caos administrativo y desbarajuste en el
personal que ahí labora, por lo que, efectivamente se requiere una auditoría
integral.
Es decir, una auditoría financiera, pero también de infraestructura, y
por supuesto, de personal, como bien lo dice el presidente de la Comisión de
Salud en el Congreso del estado, el diputado Raymundo García Gutiérrez, quien,
ni duda cabe, sabe lo que dice, como contralor interno que fue de esa
dependencia de gobierno.
En efecto, hay que clarificar cómo es que la Secretaría de Salud enfrenta
un desfalco por más de tres mil millones de pesos que, se dice, es consecuencia
de plazas sin techo presupuestal, como también ocurre en la Secretaría de
Educación Guerrero, pero también, conocer con exactitud la infraestructura que
se tiene en cuanto a hospitales, clínicas y centros de salud, así como el
estado en el que se encuentran, y algo también muy importante, ubicar y conocer
dónde y en calidad de qué se encuentra el personal médico del sector salud.
Lo dijo bien el diputado García Gutiérrez. “Es necesario que se aplique
una auditoría integral a la Secretaría de Salud, para conocer con precisión el
estado en el que se encuentra, pues de su situación depende la atención de la
salud de los guerrerenses”.
Dijo: “Hay un planteamiento a la Auditoria Superior de la Federación
para que se haga una revisión. Le corresponde a la autoridad fiscalizadora para
que haga la revisión y el análisis respectivo. Hay que esperar los resultados,
para conocer cómo están las finanzas, las instalaciones, y por supuesto el
personal de salud”.
Y más aún: “debe ser una revisión completa, pero no sólo en el
escritorio, en donde muchas veces todo está bien, pues hay quienes como si
fueran magos pueden hacer cuadrar los números, sino una auditoría en campo, en
donde se constate físicamente la infraestructura de salud y el estado que
guarda, y finalmente ubicar el personal médico y de apoyo, pues sucede que en
las nóminas de los hospitales, clínicas y centros de salud hay médicos y
enfermeras, pero en los hechos sucede que no”.
Agregó también: “Una y otra vez nos dicen que se compran millones y
millones de pesos en medicinas, y sucede que en los centros de salud no hay ni
paracetamol, de tal forma que es urgente, si se quieren transparentar las
cosas, que haya una revisión integral en el sector salud”, dice el legislador
por el PRD, lo que creo es lo más conveniente, pues solo después de tener un
diagnóstico claro, conciso y confiable, el médico sabe lo que tiene que
recetarle al paciente.
Dice el presidente de la Comisión de Salud del Congreso del estado al
referirse al desorden en los recursos humanos: “Todos tienen padrino, y tratan
de ubicarlos acercarlos lo más posible a sus casas, lugares donde no tengan que
caminar mucho, hasta donde no se requieren sus servicios”, sostuvo, tras
señalar que mucho del personal pide sus cambios a los centros de salud y no a
los hospitales en donde existe un déficit de médicos. Puso como ejemplo el
hospital general de Chilpancingo, en donde el personal es escaso, comparado con
el que existe en algunos centros de salud que se encuentran saturados.
— ¿Es culpable el sindicato? Se le cuestionó, y aseguró que no solo el
sindicato, sino los funcionarios que han protegido a los trabajadores que no
cumplen con su responsabilidad.
Y EN OTRO ASUNTO, es indudable que ya era hora que se aplicara la ley.
Por supuesto que falta mucho, pero también es cierto que por algo se empieza.
Como lo he dicho otras veces, si el gobierno se hubiera puesto las pilas, en
vez de hacerse de la vista gorda, y hasta cobijarlos en la impunidad, pagando
multas y destrozos, lo de Iguala, nunca hubiera ocurrido.
Ya lo he dicho también. Aplicar la ley no es represión, por más que haya
quienes así lo señalen. Más vale correctivos a tiempo que lamentaciones
posteriores. Más aún, la gente, la mayoría de los guerrerenses por eso votaron
el 7 de junio, porque haya orden en Guerrero.
Contra un grupo minoritario, hay miles, cientos de miles de guerrerenses
que exigen que haya respeto y aplicación de la ley, pues no se puede, bajo ninguna
circunstancia, continuar permitiendo violaciones a terceros. Vamos, no se puede
seguir viviendo bajo la ley de la selva, en donde sobrevive el más fuerte.
Por supuesto, no solo a los presuntos normalistas de Ayotzinapa debe
aplicárseles la ley, sino también a todo aquel que la viole, y me refiero, a
los delincuentes, pero también a aquellos, que amparados en el poder, como lo
son los gobernantes y los políticos, también cometen atropellos.
Guerrero, hay que decirlo, si bien requiere gobernantes sensibles,
humanos, honestos y comprometidos con el pueblo, abiertos al diálogo y a los
consensos, también requiere de la aplicación de la ley como norma que rige la
convivencia pacífica entre los ciudadanos. Quien no lo haga, como sucedió en el
pasado reciente, se convierte en cómplice de hechos atroces como los que
ocurrieron el 26 de septiembre del 2014 en el municipio de Iguala.
Comentarios: julio651220@hotmail.com
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