ESTE MARTES, “de no
perderse el mundo”, el Congreso del Estado aprobará la nueva Ley Orgánica de la
Universidad Autónoma de Guerrero (AUGro), que además de sentar las bases de una
Universidad acorde a los nuevos tiempos, contiene, entre otras cosas, la reelección
de sus autoridades, incluida la del rector que, ciertamente ha causado cierta
discusión.
Sin embargo, y esto hay
que decirlo, con todo y lo cuestionable que pueda ser la nueva Ley Orgánica de
la máxima casa de estudios del estado, con todo y los intereses que contiene,
es obvio que la iniciativa enviada por el gobernador Héctor Astudillo Flores al
Congreso local, es una propuesta de los universitarios. Es decir, su voluntad.
En efecto, la iniciativa
de ley que este martes será aprobada, previa discusión y análisis de los
diputados locales, es producto de una serie de foros realizados al seno de la
Universidad, al que concurrieron no solo los estudiantes, sino también los catedráticos, y los investigadores del
más alto nivel de esa institución, así como los trabajadores administrativos y
de intendencia. La reelección, así como
otras figuras, incluida la del Tribunal Universitario, y por supuesto, las de
carácter académico, son pues, propuestas de los propios universitarios,
consensadas y aprobadas en su momento por el máximo órgano de gobierno de la
UAGro, es decir, su Consejo Universitario.
Es decir, la propuesta de
nueva Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Guerrero que está en manos del
Congreso del estado es, nada más, pero nada menos, la voluntad consensada de
los propios universitarios, de tal forma que el Congreso, y en este caso, los
diputados, no tienen más que respetar y aprobar el sentir de quienes integran
la máxima casa de estudios de la entidad.
Cierto. Hay otras
opiniones, pero los universitarios no son menores de edad, y mucho menos
ignorantes o analfabetas. Si en algún lugar de Guerrero hay gente pensante,
preparada y capaz es en la Universidad Autónoma de Guerrero, de tal forma que
si están pidiendo la reelección de sus autoridades, incluida la del rector, por
solo citar un ejemplo, habrá que aprobarla si con eso garantizan, entre otras
cosas, la estabilidad y el desarrollo de la máxima institución educativa del
estado.
Hay que decirlo. De
algunos años hacia acá, la UAGro ya es otra. Ya no es la de las marchas y las
protestas, o la que se enfrentaba al gobierno; tampoco es la que simulaba
avanzar en la academia y la investigación. Hoy, en cambio, es de trabajo, de
estudio e investigación en favor del desarrollo del estado, y es, además,
solidaria con el pueblo, como sucedió con los desastres del huracán Manuel y la
tormenta tropical Ingrid. Hoy, pues, está respondiendo a los intereses
generales del estado.
En consecuencia, creo yo,
el pueblo de Guerrero, representado en el Congreso del estado por los
diputados, deben aprobar lo que los universitarios piden. Obvio, no debe ser un
cheque en blanco. Es cierto. Hay que darle la posibilidad de que se reelijan
sus autoridades, si con ello se fortalece la institución, y hay que darle también,
incluso, mayor presupuesto, pero también, y aquí hay que ser puntuales, mayor
compromiso con la transparencia, la rendición de cuentas y el manejo
responsable y honesto de los recursos públicos.
En fin. Es cuestión de
tiempo para que la Universidad Autónoma de Guerrero tenga su nueva Ley
Orgánica. El tiempo dirá si estaban en lo correcto los universitarios, y si no
es así, es indudable que el propio Congreso que hoy la aprueba, hará las
reformas correspondientes. Por lo pronto, el presidente de la Comisión de
Educación, el diputado Víctor Manuel Martínez Toledo, quien dictaminó el
proyecto de decreto correspondiente, bien puede sentirse satisfecho, pero
además, convencido de que la comisión que encabeza hizo lo correcto al respetar
la voluntad de los universitarios, en estricto apego a la autonomía
universitaria.
Y EN OTRO ASUNTO, por
segunda ocasión, en lo que va del gobierno de Evodio Velázquez, alcalde de
Acapulco, y con una inversión de más de 5 millones de pesos, hizo entrega de
equipo de cómputo, vehículos, malacates y botiquín de primeros auxilios a
trabajadores de CAPAMA; “una paramunicipal que nos hemos propuesto transformar
en beneficio de los trabajadores y sobre todo en beneficio de los ciudadanos de
Acapulco”, dijo.
En la entrega, el presidente
municipal dijo que “estamos resolviendo problemas que se han venido dando desde
hace muchos años en la CAPAMA; estamos reconstruyendo la parte financiera y
estamos saldando la deuda histórica con la CFE”, toda vez que el reto del
gobierno que encabeza “es proveer de más agua en las casas de los acapulqueños;
por ello les he pedido a todos los trabajadores que no haya simulaciones, sino
que todos nos pongamos la camiseta”.
Y es que el alcalde Evodio
Velázquez está comprometido hacer de la CAPAMA una dependencia con mayor
dignidad y mayor decoro para dar un mejor servicio a los acapulqueños.
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