ISAIAS ALANIS |
A
Mauricio Leyva por el premio “Gaviota”
Tenía infinita razón el
maestro Guillermo Bonfil Batalla quién nació el 11 de enero
de 1935 y murió el 19 de julio de 1991 en la CdMex en un extraño accidente
automovilístico. Autor
de maravilloso libro: México Profundo
(Una civilización negada) (1988) y Utopía y Revolución (1987). Bonfil Batalla enólogo y antropólogo,
estudioso del mundo indígena, de los campesinos y sus miserias y que obtuvo
galardones y realizó estudios profundos, ensayos, y un mundo de artículos sobre
la realidad mexicana y latinoamericana.
A finales de 1970, fue catedrático visitante en el programa
de post-graduación en Antropología Social y Museo Nacional de la Universidad
Federal de Rio de Janeiro, Brasil. Lo conocí por intermediación de Luis Garza
Alejandro, Director de la Dirección General de Promoción Cultural, hoy la
trunca Secretarían de Cultura nacional. Fue una mañana en que nos quedamos solo
en la sala de juntas de esa dependencia ubicada en Avenida Revolución en la
CdMex. Hablamos de muchas cosas, yo no sabía por qué estaba con una joya de la
antropología latinoamericana.
En esa primera plática, Bonfil Batalla estaba preparando un
proyecto “colchón”, así lo llamaba, para evitar la expansión del imperio, en la
frontera con México y cerrar en Brasil, Argentina, Uruguay y los países
centroamericanos. Y crear una pinza continental y evitar que los engranes de
EEUU corroyeran las estructuras democráticas latinoamericanas y tomaran
posesión de la economía, forma de vida y culturas. Probablemente de su estancia
en Brasil, le nació la idea de crear esa fortaleza latinoamericana basado en su
gran conocimiento de la realidad social. O porque como buen visionario, veía
venir la debacle para el continente americano con la supremacía en todos los
frentes de los Estados Unidos. Más o menos esa era su tesis inicial.
Después
de esa charla informal, siguieron otras y me fui empapando del proyecto de
Bonfil Batalla y en el que ya había enrolado a intelectuales y académicos de los países suramericanos. Él decía que así
como el holocausto nazi, la dictaduras gorilas del Cono Sur, no se deberían
volver a repetir nunca más en la historia. Y que en América Latina se debería
apostarle a la cultura local, regional y transcultural para frenar las garras
del imperio gringo.
Paradójicamente
la profecía social de Bonfil se cumplió, la presidenta de Brasil, Dilma
Rouseeff es depuesta por políticos, empresarios y militares en lo que se llama
un golpe de estado terso, y lo primero que hace el presidente interino Michel
Temer, que es de temer, es suprimir el ministerio de cultura. En una carta
signada por grandes artistas brasileños señalan: “La cultura es
la creación del futuro y la preservación del pasado. Sin la promoción y
protección de nuestra cultura, a través de un ministerio que se identifique y
dedique a ella, Brasil cerrará las cortinas de un grandioso palco abierto hacia
el mundo”.
La fusión de los Ministerios de Cultura y
Educación, según los promotores de la iniciativa, pone en riesgo conquistas
como “la regulación del derecho de autoría, la legislación sobre varios aspectos
de internet, la protección de patrimonio y el apoyo a manifestaciones
populares”.
Y curiosamente, los diputados en México
aprobaron una ley que castigará a quien injurie por internet a políticos,
empresarios, vacas, perros y ratones que viven en la cámara de diputados y
senadores. La Ley Federal para condenar los Delitos Informáticos, que entrará
en vigor el 1 de junio de este año. Podrá sancionar, encarcelar y poner una
multa de hasta de 100 a 200 salarios mínimos y seis años de prisión. En México
existen 60 millones de internautas, o sea que cualquiera de nosotros,
incluyendo a la prensa podrán ser sancionados, multados o encarcelados. ¿Cuándo
los diputados impulsaran una ley que castigue a los tranzas, delincuentes de
cuello blanco, senadores corruptos, gánsters y demás abalorios que les cuelgan
del cuello a buena parte de la clase política nacional? O al contrario, ¿hasta
cuándo la fuerzas democráticas y los jóvenes de México les pondrán un alto a su
vesania, ambición y ratería?
El lúcido pensamiento de Bonfil Batalla,
esta activo. Es una llama viva. Un escudo para impedir atracos como en Brasil,
Argentina y Venezuela, con todo y lo que le inculpen a Nicolás Maduro. El caso
de Cuba es aparte.
El de México no es un caso de estudio
antropológico, es una tragedia. El imperio controla desde el maíz a los
energéticos ante la complacencia del triunvirato de partidos en el poder y sus
satélites. Por lo pronto la triada esta integrada por: PRI, PAN, PRD. Y después
de las elecciones intermedias de junio, habrá otra tercera fuerza, MORENA. Que
ya le empieza a quitar el sueño a intelectuales al servicio de televisa como
Enrique Krauze y a una cofradía de vividores del estado mexicano, mordido por
el crimen, la corrupción y el abandono de sectores estratégicos como el agro,
entregado a las transnacionales, y los energéticos.
La violencia y la falta de gobernabilidad
en amplios territorios de la nación, no sólo es preocupante, es una emergencia
nacional que los tres niveles de gobierno, ocultan, manipulan o utilizan.
El proyecto del Dr. Bonfil Batalla no fue
una locura, fue una osadía revolucionaria. Si en Brasil, lo primero que hace el
gobierno interino es darle un garrotazo a la cultura, ¿qué puede esperar a los
mexicanos que cuentan con una economía emergente manipulada, teledirigida por
el imperio norteamericano y en un país que se desmorona desde dentro en materia
de ética política y derechos humanos?
Mientras en México, se vilipendia la
cultura por sectores como el panista, ¿con qué herramienta los mexicanos del
futuro van a luchar contra las hamburguesas transgénicas contaminadas del
imperio? El avance de los gringos es demoledor. Tienen el control, lo saben
todo y de paso amenazan al propio presidente de la republica por el ciber
terrorismo suscitado en Acapulco el domingo pasado.
¿Que hacemos Guillermo Bonfil?
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