KARMELYNDA VALVERDE |
Sin
nada que festejar
Hoy
7 de junio se celebra en México el Día de la Libertad de Expresión, pero ¿Cuál
Juan? Diría tío Martín Baranda cuando algo está medio confuso. Se oye muy
bonito, muy Ajax, que en mí tenochca país tengamos un día dedicado a la
libertad de expresión, pero neta, neta, mucha conmemoración pero ¡nada que
festejar!.
Sí,
es un derecho constitucional, porque la libre manifestación de las ideas está
consagrada en nuestra Carta Magna en los artículos 6 y 7, desde tiempos del
Presidente Miguel Alemán Valdez, aunque honor de la neta, fu don Benito
Juárez quien legisló para que los
mexicanos nos expresáramos libremente; pero este derecho se viola un día sí y
otro también.
Y
desgraciadamente los que más padecemos el agandalle de ese derecho somos los
que ejercemos el quehacer periodístico, y no solamente por parte de políticos,
gobernantes y funcionarios públicos. Nooo qué va. La ciudadanía, que está
presta para señalar los errores de todo funcionario público, sean gobernantes o
no, presuroso les echan montón y nos exigen a los plumíferos el consabido
‘’échalo al periódico por mañosote’’.
Sin
embrago, son los mismos ciudadanos los que por igual exigen que nos hagamos de
la vista gorda, cuando son ellos los que cometen un ilícito. ¡Y pobre del
plumífero que publique una denuncia de un vecino gandalla, de un chofer grosero
y prepotente, de una maestro sácale punta porque nos andan buscando para
obsequiarnos una mentadita de esas que no son de menta, en el más alivianado de
los casos, porque en otros nos quieren dar por lo menos una ‘’calentadita’’.
Tanto
funcionarios como sociedad civil, se defienden de cualquier denuncia no
proporcionando datos que aclaren los señalamientos que les imputen en un momento
dado, sino que en FA salen con la batea de babas de que ‘’me pidieron dinero y
como no les quise dar por eso es que me están dando periodicazos’’.
Lo
peor es que agarran parejo y no solamente embarran al reportero sino que se van
contra el medio que haya publicado la nota. Digo, yo no podría negar que hay
plumíferos que confunden la libertad de expresión con libertinaje para la
extorsión, pero lamentablemente hay algunos politicoides y funcionarios de
todos los niveles que se prestan a tan nefasta práctica, siendo parte de. Y en
estos menesteres el que se ríe se leva…¡y el que se lleva se aguanta!
Hay
personitas, que en lugar de reconocer que a han cajeteado prefieren pagar para
que esa cajeta no salga a la luz pública. Nefasto, muy nefasto. Después nos quieren
callar a todos.
Jamás
un gobierno podrá hablar de Democracia, mientras se pretenda que solo se
maraquee al gobernante y su administración, pero no se señalen fallas porque se
toma a ofensa personal.
Por
eso y muchas cosas más vuelvo y repito que no hay mucho que conmemorar. Se
lamentaban los compañeros plumíferos el día de ayer de que este año no habría
celebración.
Arajo
hermanito chulo, ¿y por qué habríamos festejar algo que no existe?...digo!.
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