DIARIOS IMPRESOS, DIGITALES, RADIO Y TV

REDES SOCIALES SURIANA GRADO CERO

lunes, 4 de julio de 2016

LA CRISIS POLÍTICA ES FRUTO DE LA FALTA DE VALORES Por Varinka Pinto

VARINKA PINTO

La crisis política es una manifestación de la crisis que atraviesa nuestra sociedad, fruto de una carencia de valores.

Es triste ver como día a día los ciudadanos se distancian de los problemas de nuestra sociedad y no adquieren compromisos ni interés, en gran parte esta actitud es fruto de una clase política que hace que desconfiemos de ellos y de su trabajo y no queramos sumar a las causas.

La realidad nos brinda una sociedad alejada de la política.  Esto es consecuencia de un largo tiempo en el que los actores políticos han permanecido autistas con respecto a las necesidades que imperan en el cuerpo social.

La falta de valores potenció este fenómeno negativo. Frente a este escenario de desinterés y falta de confianza, se constituye un desafío impostergable para quienes seguimos en la senda de querer corregir a nuestros gobernantes para que en nuestras ciudades haya mejoras y que nuestra sociedad tenga solución a diversas problemáticas.

En la actualidad los jóvenes sienten rechazo por cualquier actividad o hecho que pertenezca al género político. La falta de ideales fuertes a los que aferrarse y luchar por ellos, la inexistencia de metas firmes son elementos constitutivos de esta realidad sociológica.

El acontecer actual nos pone en atención de la escasez de medios que existen para posibilitar nuevos contactos entre la población que permanece distante de la política y quienes participan en la misma.

Estas acciones de corrupciones de ciertos políticos, junto con algunas leyes y una creciente desestructuración de las familias, están llevando a la sociedad, especialmente a los jóvenes a una pérdida de valores.

Es triste ver como para muchos, han dejado de tener “valor” cosas tan importantes como el esfuerzo, el conocimiento, el respeto al prójimo, el compromiso, la cooperación o la ayuda a los que la necesitan.

No hay que desesperar, hay que ponerse “manos a la obra”, cada uno desde la responsabilidad que le ocupa, para que podamos inculcar a las nuevas generaciones diferentes valores y conseguir una sociedad mejor, más sana, más próspera y más feliz.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.