Cuando Miguel de la Madrid Hurtado rindió
protesta como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos el 1 de
diciembre de 1982, el país estaba en quiebra.
José López Portillo había llevado al país
hasta el paraíso petrolero, luego lo hundió en una severa crisis económica que
derivó en la suspensión de pagos. Jesús Silva Herzog, secretario de Hacienda
voló a Washington en ese invierno de inicio de sexenio para renegociar con el
Fondo Monetario Internacional la deuda mexicana. Hubo un quiebre en la política
económica que se repetiría en el arranque de la administración de Ernesto
Zedillo Ponce de León y luego a la mitad de la gestión de Felipe Calderón
Hinojosa.
Vicente Fox vivió un boom de petróleo caro,
pero no rindió cuentas de los excedentes petroleros, millones y millones de
dólares que se esfumaron en fideicomisos creados bajo el ánimo de la
corrupción, entes opacos impedidos para rendir cuentas.
Rescato textos de
MVS y El Economista, en los que se alude a la severa crisis económica que
enfrentó Miguel de la Madrid y que se imaginan pauta de lo que hoy acontece en
la administración de Enrique Peña Nieto, aunque más politizada porque en este
escenario se mueven las ambiciones de la sucesión presidencial y las
mezquindades llevan las siglas de, por ejemplo, la Coparmex que sus razones tiene y muy
respetables. A saber.
“Su estrategia
tuvo dos grandes pilares: iniciar acciones inmediatas para la recuperación
económica e introducir poco a poco modificaciones de fondo en el sistema
político, el modelo económico y la organización del gobierno, a las que llamó cambios estructurales, En el primer día de su mandato
anunció el Programa Inmediato para la Recuperación Económica (PIRE) para bajar
la inflación, disminuir el gasto público y corregir el déficit fiscal. Se
ajustaron al alza los precios y tarifas del sector público para comenzar a
sanear sus finanzas, y se inició un programa de defensa de la planta
productiva, el empleo y el abasto popular.
“1986. Programa de Aliento y Crecimiento (PAC). Se
elaboró para expresar el rechazo del gobierno al estancamiento económico y la
necesidad de una mayor cooperación de los acreedores para cubrir el servicio de
la deuda una vez que se asegurara un crecimiento moderado de la economía.
Estábamos al borde de la insolvencia financiera; el precio del petróleo había
caído a menos de nueve dólares por barril (en 1985 había bajado de 27 a 23
dólares). La nueva caída representó para México una pérdida de 6% del PIB. En
este contexto, México logró el primer acuerdo con el FMI que no suponía la
aceptación de una política económica completamente restrictiva. El PAC fue útil
también para lograr el ambiente psicológico interno adecuado para la sucesión
presidencial. En noviembre se presentó a la Cámara de Diputados una reforma
fiscal para mejorar la recaudación del gobierno sin desalentar la
productividad.
“1988. Reducción de la inflación. En
buena medida gracias a que el Pacto de Solidaridad Económica se renovó en cinco
ocasiones durante el año, la inflación se redujo a 51.7%, casi una tercera
parte del nivel que alcanzó en 1987.
“No fue nada sencillo enderezar
el barco. Sin embargo, lo realizado dio pie para que en gobiernos posteriores
la economía se estabilizara y la democracia se sostuviera y perfeccionara. El
México de hoy se asienta, sólidamente, en el desempeño sereno y firme de Miguel
de la Madrid, un Presidente que fue capaz de mantener una visión de Estado en
una de las épocas más difíciles de nuestra historia”.
Interesantes similitudes. Lo
dicho: la historia es cíclica y en política no hay casualidades. Así, el lunes en
Los Pinos --ausentes los partidos políticos que no los políticos y
el sindicato patronal, la Coparmex-- representantes de los sectores público,
empresarial y sindical, es decir, los factores de la producción, se firmaron
los Compromisos del Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección
de la Economía Familiar.
"El Acuerdo que
hoy suscribimos, surge de un intenso y constructivo diálogo con un objetivo que
nos une: el de proteger la economía nacional, y desde luego, proteger la economía
de las familias mexicanas", dijo el Presidente Enrique Peña Nieto, en este
acto que visto en retrospectiva tiene su condimento de aquellos días, meses y
años aciagos que vivió Miguel de la Madrid, quien incluso debió soportar la
presión de Estados Unidos, que se abrogó el derecho de sancionar a los países
que no combatieran al narcotráfico.
En fin, el Acuerdo para
el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar,
puntualiza la Presidencia de la República, es un Acuerdo con compromisos
concretos, que contribuye a dar atención a las preocupaciones que se han
generado, luego del ajuste en el precio de las gasolinas.
Y enfatiza que éste responde a las preocupaciones de las jefas y
jefes de familia; de que haya un
aumento injustificado en los precios de otros bienes y
servicios, especialmente en los productos de la canasta
básica; preocupaciones de que haya escasez de alimentos; o recortes
en los programas sociales prioritarios.
En su mensaje, el presidente Peña Nieto acota:
"Quiero decirle al ama de casa, a la jefa de familia, al comerciante, al
estudiante, al trabajador y al pequeño empresario:
Para el Gobierno de la República es una
prioridad proteger tu empleo, tu ingreso y tu gasto. Proteger tu patrimonio y
tu ahorro. Proteger tu estabilidad, tu futuro y el de tus hijos.
Tengan plena confianza en que haremos todo lo
necesario, para que el ajuste de la gasolina impacte lo menos posible en la
economía familiar".
En el colofón de su mensaje en el acto de
firma de este Pacto, advierte Peña Nieto: "Aquí no hay, ni cabe, el
interés personal, político o de grupo. Nuestro único interés, es México".
Y, mire usted, en este barco estamos todos,
todos. Sin duda el gobierno federal ha errado en la estrategia política y
económica, pero igual en esta globalidad nadie se salva. ¿Crisis? Bueno, la
experiencia orienta hacia la tabla de salvación. Lo malo es que los intereses
partidistas afloraron en la postura de la Coparmex y de aquellos que echaron
redes a río revuelto y aprovecharon las marchas contra el gasolinazo para remar
hacia la ingobernabilidad. ¿Semos o no semos? Conste.
MIÉRCOLES. Gerardo
Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes, arranca este 2017 con
renovados bríos. Enfrenta el compromiso de continuar la buena marcha del Plan
Nacional de Infraestructura, que hasta el cierre del año pasado no registró
subejercicio alguno en los recursos presupuestales asignados, que rondan el
orden de los 650 mil millones de pesos para el sexenio. Pese al recorte de
alrededor de 20 mil millones de pesos que tuvo la dependencia, Ruiz Esparza ha
mantenido el ritmo en la construcción de obras previstas en el PNI, para ello desplegó
con éxito innovadores mecanismos de inversión público-privada, que hasta hoy
han solventado ese recorte presupuestal. Además, hay confianza en que merced a
esta alianza con la iniciativa privada, los objetivos fijados por esta
administración en materia de infraestructura, no se vean afectados. Además, la
SCT mantiene un riguroso programa de austeridad que implica la cancelación de
más de cuatro mil plazas, que representa un ahorro de más de dos mil millones
de pesos anuales, la reducción de viáticos, boletos de avión, fotocopiado y
combustible, entre otros, con lo que ya se ahorran alrededor de 400 millones de
pesos anuales. Digo.
@msanchezlimon
@Entresemanamx
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