MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN |
Hace unos días, a la hora
del desayuno en un restaurante de la Ciudad de México, una figura esbelta llamó
la atención de los comensales. Bien maquillada y de fresca sonrisa, repartía
saludos y llegó hasta la mesa en la que el ex gobernador de Michoacán, Leonel
Godoy, departía con paisanos.
Leonel se levantó y la
saludó efusivamente. Intercambiaron algunas palabras, ella agradeció lo que sin
duda fue un cumplido, intercambiaron tarjetas y, hasta donde me percaté,
acordaron un encuentro, tal vez a desayunar en ese mismo sitio en el que ella
era centro de las miradas; él pasaba desapercibido.
Hay que recordar que
Leonel fue priista distinguido hasta que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano rompió
con el PRI en aras del experimento que prosperó como PRD hasta ser rehén de un
grupo en el que ex priistas y ex comunistas o de centro izquierda se reparten
el poder cada temporada de caza.
Y, bueno, el caso es cómo
fue bien vista esta mujer que ha demostrado algo más que ganas de triunfar y ha
logrado sus metas. Hoy tiene planteada la de llegar a la Presidencia de la
República, aunque ese camino tiene una aduana harto difícil en espacios aún
controlados por hombres y varios de ellos de destacada misoginia.
Ella, mujer madura y
curtida en las batallas políticas en su natal Yucatán, bueno, su cuna está en
Dzemul, es maestra en políticas comparadas por la FLACSO (Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales).
Ella, Ivonne Ortega
Pacheco, la semana pasada ya había dado pauta para que se hablara de su futuro
dentro del PRI cuando asumió la postura crítica contra la liberalización de los
precios de las gasolinas, después de votar a favor de la iniciativa de reforma
que avalaba los matrimonios igualitarios, aunque al final de la votación ganó
el NO, en comisiones de la Cámara de Diputados.
Ivonne, no se va del PRI;
al contrario, se queda en sus filas para buscar la candidatura a la Presidencia
de la República. Asumió la postura crítica que le caracterizó en aquellos días
de finales de los años 90 cuando lideresa de comerciantes que creció
políticamente hasta ganar la presidencia municipal de Dzemul.
Ivonne Ortega Pacheco ha
solicitado licencia a la diputación federal porque buscará la candidatura del
PRI a la Presidencia de la República y declaró que quiere ser congruente, es
decir, no utilizar recursos públicos y la plataforma de la Cámara de Diputados
para hacer campaña porque, adujo, eso lastima a la sociedad.
Quiere recorrer el país
sin ataduras ni señalamientos de incongruencia política, como suele ocurrir con
quienes, como Rafael Moreno Valle, adelantan tiempos y se montan en recursos
públicos. Porque, ¿pagará de su bolsa el gobernador poblano toda esa
parafernalia para difundir su último informe de gobierno?
A Ivonne le preguntaron
acerca de aquella paráfrasis que hizo el presidente Enrique Peña Nieto de la
una máxima de Jesús Reyes Heroles, de que primero es el programa y luego el
nombre, la ex gobernadora de Yucatán respondió con lo elemental despojándose de
camisas de fuerzas porque, dijo, son momentos de decisiones.
Incluso refirió que de su
decisión informó al presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI,
Enrique Ochoa Reza, y a su coordinador en la Cámara de Diputados, César Camacho
Quiroz. Y le respetaron su decisión.
Como sea, el hecho es que
Ivonne está en la carrera presidencial. Y su decisión no se imagina la de un
comodín para abrir la puerta a uno de los hombres del Presidente que quiere
sucederlo. Ivonne ha pasado la prueba de la calle, del espacio público donde la
reconocen y lejos del improperio o el rechazo por su diputada federal del PRI,
en estos tiempos en que, como dijo, es difícil ser priista, la saludan.
No obstante, los
comentarios en corrillos políticos y mesas de café donde los dizque expertos y
analistas resuelven la vida del país, apuestan a que Ivonne es, en efecto, un
comodín o el distractor para quitarle aire a Margarita Zavala y responder a los
adelantados Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya.
Consideran que la yucateca
no tiene el tamaño político para contender por la Presidencia de la República.
Pero, ¿acaso los presidentes de tiempos recientes han tenido estatura de
estadistas? El beneficio de la duda es un recurso muy socorrido. En lo personal
me sumo a una expresión que no le dio vueltas a la apuesta de ir en busca del
cargo de elección popular más importante en la vida política del país.
Tiempos de definiciones,
sin duda. Este martes el pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la
Unión autorizó la solicitud de licencia de la diputada Ivonne Ortega Pacheco.
¿Por qué no una señora Presidenta de filiación priista? No suena mal, sería un
refresco generacional. Por supuesto que de aquí al 2018 la legisladora con
licencia estará bajo fuego y no precisamente enemigo. Conste.
MIÉRCOLES. En estos días
veremos el claro respaldo que los líderes de la industria de la construcción y
del transporte le dan al Gobierno Federal, luego del exhorto que les hizo
Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes. Ayer, martes,
la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo, CANAPAT, publicó un
desplegado en el que expresa su preocupación por el aumento de los precios de
los combustibles, pero reconoce que fue una medida necesaria para mantener el
equilibrio de las finanzas públicas y dar continuidad a los programas sociales
del Gobierno Federal. De esta manera, se pronuncia por empujar el propósito que
expresó Ruiz Esparza, al firmar el Acuerdo de Solidaridad con los industriales
del sector, de mostrarle al mundo una imagen de cohesión y fortaleza. A este
Acuerdo se sumaron ya la CANAERO, que agrupa a las principales aerolíneas del
país, la Asociación Nacional de Transporte Privado, la Cámara Mexicana de la
Industria del Transporte Marítimo y la Asociación Mexicana de Ferrocarriles. No
cabe duda de que el compromiso es con y por México. Sin rollos ni oficialismos.
Digo.
sanchezlimon@gmail.com
www.entresemana.mx
@msanchezlimon
@Entresemanamx
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.