En el día y la hora de una
fecha de la cual no me quiero acordar, escribí uno más de los relatos para mi
libro Acapulco the tropical far west.
Este proyecto nació en
1996, cuando vivía en Acapulco y algunas de sus historias se publicaron
posteriormente en la revista Hojas de
amate. Todas están ambientadas en la perla del Pacífico.
Los relatos se fueron
acumulando velozmente, al extremo que no se exactamente cuántos sean. La
mayoría son relatos de ficción inmersos en la realidad y donde ficción y
realidad, se reúnen, se bifurcan se juntan y se disipa para volver a
concentrarse en una realidad de más allá de la propia realidad.
Recién llegado a Chilpancingo,
escribí otra historia titulada Happy San Valentin’s day que esta mañana evoco
horrorizado y con desasosiego. El libro está listo para su impresión, solo hace
falta un valiente que le entre con el baro.
La historia que le da
cabezal a esta columna, es muy simple y real, para celebrar el 14 de febrero
una mujer porteña invita a su amante a pasar la noche en su humilde casa en
Ciudad Renacimiento. El hombre accede. Ella le prepara caldo de mojarra y unas
chelas frías. Envía a sus dos hijos con una comadre para que puedan estar
solos.
Al término de la comida
siguen consumiendo cervezas y ya por la noche, después de pasarla súper, entre
risas, brindis y besos, se apagó la luz de la humilde vivienda -según narraron
los vecinos a la policía- y todos dijeron ignorar cuales hayan sido los motivos
por que el sujeto la haya amarrado a la cama de latón y prendido fuego a la
casa que en pocos minutos quedó convertida en ceniza al igual que el cuerpo de
la mujer amorosa.
La mayor parte del
libro narra actos violentos, sin imaginar lo que comenzaría a suceder en el
preciso instante en que en la Garita policías asesinan a hombres del negocio de
la droga.
Esta remembranza
escalofriante me asalto durante la madrugada cuando me desperté con la noticia
de que en Nayarit habían asesinado a un supuesto jefe del cartel de los Beltrán
Leyva. Y el asesinato de dos personas en Acapulco, que de inmediato relacioné
con la mujer quemada viva; el crimen cometido a una pareja de ancianos en un
condominio de Playa Condesa; ella de nacionalidad mexicana de 65 años y él
norteamericana. La mujer fue violentamente estrangulada y su cuerpo lo dejaron
colgado en la puerta del baño. Al hombre, un
residente extranjero de origen norteamericano lo estrangularon y su
cuerpo lo dejaron tirado y amarrado.
¿Qué motivó a los
asesinos a cometer tan brutal crimen? ¿A que estadios de la muerte hemos
llegado los mexicanos?
Mis relatos de ficción
contenidos en el libro Acapulco the
tropical far west, han sido superados por la realidad. ¿En qué mundo
vivimos que gracias a las redes sociales, somos testigos de cuerpos
desmembrados en avenidas y calles de México, mujeres con un disparo en el
vientre, niños cruelmente acuchillados, hombres tirados en las calles y plazas
de la nación; y tener que vivir con la muerte violenta pegada a la piel y revivir
historias reales de muertes y más muertes en una carnicería a la que no se le
ve fin.
Y “vivir con el Jesús en la boca”, aunque las
balaceras y levantones, robos y muertes no paren y cualquier ciudadano podría
ser una victima por bala perdida, equivocación, confundido con otra persona o
el famoso daño colateral que nada más en México ya acumula cientos de miles de
muertos.
Y en paralelo a las
muertes acumuladas nada más en esta semana en México y Guerrero, “la Secretaría de Marina confirmó que la noche del jueves
fue abatido el líder del cártel de los Beltrán Leyva en Nayarit, Juan
Francisco Patrón Sánchez, alias El H2,
en ese operativo también perdieron la vida otros 15
probables miembros de ese grupo delictivo”.
Su ubicación y posterior muerte “se originó tras una
persecución y por un trabajo de inteligencia y seguimiento”, seguramente desde
que al H2 se le consideró el que
dirigió la emboscada contra fuerzas castrenses en la cual perdieron la vida
cinco elementos. ¿La persecución y ejecución de estos delincuentes se debe a un
a venganza oficial por la muerte de sus efectivos?
A esta muerte se suma un día después la de Daniel Isaac Silva Gárate, alias El H9, otro de los líderes del Cártel de
los Beltrán Leyva, tras un enfrentamiento contra elementos de la Secretaría de
Marina y la Fiscalía del estado, en el poblado El Ahuacate, cerca de Tepic.
Estas dos acciones relámpago podrían minar el poder de un cartel.
Y los del Jalisco Nueva Generación, y los
otros y detrás de los otros, otros, y detrás de esos, otros por qué no caen?
¿Es un mensaje directo a los oídos de Donald Trump, que
acusó a fuerzas castrenses y al gobierno de proteger a delincuentes y que para
acabar con los “bad hombres”, enviaría a los marines a terminar con ellos?
O gracias a las presiones del gobierno gringo y a su
insolencia por el trato que le están dando a México, no solo en el tópico de
los migrantes, el Tratado de Libre Comercio y las presiones norteamericanas que
ya han sido objeto de protestas internacionales
o por el trasiego de drogas, ¿los soldados mexicanos y en especial la
MARINA, van en serio contra ellos?
¿Se terminará de una vez y por todas la violencia en
México?
DE REOJO
¿Sigue la basura reinando en Chilpancingo y también la
violencia?
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