CONTEXTO POLÍTICO Por Efraín Flores Iglesias ¿Quién alteró la escena del crimen?

El ataque armado registrado la noche del pasado sábado en el parque “La Reina” de Acapulco, en donde dos personas fallecieron y cinco resultaron heridas, no pasó desapercibido en la prensa estadounidense. El Nuevo Herald –medio de habla hispana más importante de Miami– resaltó en su portal una nota de la agencia internacional Associated Press (AP) titulada: “Tiroteo en zona turística de Acapulco deja dos muertos y cinco heridos”.

Y eso no es todo. El gobierno del alcalde perredista Evodio Velázquez Aguirre alteró la escena del crimen. ¿Por qué? Quién sabe. Pero en la Fiscalía General del Estado (FGE) están enojados, ya que agentes de Protección Civil municipal levantaron el cuerpo de una de las víctimas, entorpeciendo de esa manera el trabajo del Ministerio Público.

Además, agentes de la Policía Turística cubrieron con tierra la sangre de las víctimas para evitar que fuera observada por los turistas que transitaban por la zona y retiraron los casquillos percutidos.

En una nota publicada este lunes en el diario El Sur se da a conocer los testimonios de dos policías ministeriales. Uno de ellos criticó que los trabajadores del Ayuntamiento “no esperaron a las autoridades ministeriales, a los peritos de la Fiscalía y del Semefo”.

Otro de los ministeriales dijo que cerrar la Costera, ocultar con tierra la sangre de los heridos y levantar los casquillos percutidos “fue decisión de los empleados del Ayuntamiento”. ¡Zas!

Desde luego que los empleados del Ayuntamiento porteño recibieron órdenes superiores para alterar la escena del crimen, ya que no se mandan solos. ¿Quién diablos fue el que les ordenó actuar de esa manera para “evitar” pánico entre los visitantes que se encontraban cerca del ataque armado? ¿Acaso fueron el jefe de la Policía Municipal, el titular de Protección Civil o el secretario general del Ayuntamiento? El que “haiga sido” –dijera el expresidente Felipe Calderón–, pues el asunto es sumamente grave y pone en serios aprietos al gobierno del “Nuevo Acapulco” que encabeza Evodio Velázquez.

A la Policía Turística no le compete recoger cartuchos percutidos, por lo que resulta sospechosa su actuación.

Ojalá el alcalde Evodio Velázquez ponga orden en su administración. De lo contrario, solamente se evidenciaría como un irrespetuoso de la ley –misma que juró cumplir y hacer cumplir cuando rindió protesta al cargo–, y que sería motivo para que sus adversarios políticos inicien una campaña de lodo con miras a la elección de 2018, año en que el susodicho pretende reelegirse para otro periodo.

Por otra parte, el fiscal Javier Olea Peláez informó que la dependencia a su cargo sigue una línea de investigación y apunta a un grupo delictivo que opera en una zona aledaña el que dio muerte a dos personas e hirió a cinco (dos de la Ciudad de México y 3 del puerto de Acapulco). Y para ello se integró una carpeta de investigación 12030230100146150417 por el delito de homicidio y lesiones de arma de fuego, en contra de quien o quienes resulten responsables.

Se presume que dicho grupo criminal opera en el barrio de Petaquillas, asentamiento que es considerado como de los más peligrosos del puerto.

Es urgente que las autoridades frenen la ola de violencia y desarticulen a las bandas de criminales que operan en Acapulco. Se supone que hay cámaras de seguridad en la Costera y otras zonas del puerto, ¿o será que no sirven?

ENTRE OTRAS COSAS… Cada seis años los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador (dueño de Movimiento Regeneración Nacional/Morena) festinan antes de tiempo el supuesto triunfo de su mesías, pero cuando la realidad los alcanza, lloran, patalean e insultan.

Veremos si en 2018 se les hace el milagrito. No está mal que sean optimistas, pues tienen a un mesías perseverante y que puede aguantar otro maratón para el año 2024.

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