Quisiéramos haber
escuchado que el Tianguis Turístico se queda en Acapulco, pero no fue así y
debemos reconocer que hay muchos temas por solucionar antes de aspirar a volver
a ser la sede permanente del máximo evento de turismo en el país.
El Tianguis Turístico de
Acapulco fue un éxito, pero no es de los triunfos que vayan a mover al
electorado en el 2018 para avalar la continuidad de proyectos políticos.
Los gobernantes y la clase
política en general, deben entender que los logros que tengan o digan tener, de
nada servirán si no se avanza en el tema que más preocupa a la sociedad: la
inseguridad.
Da pena ajena ver la
propaganda del diputado del PRD Ernesto González en una ingenua estratagema
para intentar apropiarse de que el Tianguis se haya realizado nuevamente en
Acapulco, cuando es de sobra conocido que así estaba ya agendado por el
gobierno federal.
Aun cuando no fuera así,
es una decisión que ni de chiste pasa por sus manos, si no por las del
presidente de la República, el secretario de Turismo, el Consejo de Promoción
Turística de México y las cúpulas empresariales del sector.
Los gobernadores disputan
las sedes para sus respectivos estados, y son quienes en todo caso cabildean
con los organizadores y los empresarios para lograr el objetivo.
El que el Tianguis fuera
itinerante pero regresara a su cuna acapulqueña cada dos años, se tomó hace
varios años, por lo que nada tuvieron que ver los buenos oficios de ningún
actor político.
Lo que ha caracterizado a
las dos últimas veces que se realizó en Acapulco, es que la primera de ellas en
2015 fue conmemorativa del 40 aniversario de este evento en el lugar donde
nació.
En la edición 42 que
recientemente se llevó a cabo, fue la despedida del presidente Enrique Peña
Nieto, ya que para la próxima edición que será en Mazatlán, Sinaloa, ya no
estará al frente de la Presidencia de la República.
A los acapulqueños nos
hubiera gustado que la frase por la que recordáramos al presidente Peña Nieto,
hubiese sido: El Tianguis se queda en Acapulco.
Pero no fue así, y es que
para aspirar a ello nuestro municipio debe solucionar problemas de fondo y no
solo de apariencia.
La violencia y la
inseguridad principalmente, preocupan más que cualquier otro tema en cualquier
encuesta de las que existen por parte del INEGI y de cualquier otra que se
realice.
Los asesinatos continúan y
los robos también. La madrugada del domingo fueron saqueados todos los
despachos de un edificio del Centro de la ciudad.
No basta con cubrir con
lonas de gran formato los hoteles en ruinas como hizo el alcalde Evodio
Velázquez, y luego quitarlas cuando ya pasó la suegra, se debe dejar de simular
si realmente se quiere desde el poder que Acapulco vuelva a ser un destino
competitivo.
Esto es algo que no sólo
debe importar a los acapulqueños sino a todo Guerrero. Ya lo dijo el gobernador
Héctor Astudillo Flores, el turismo deja al estado ingresos similares al
presupuesto del estado.
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