EFRAÍN FLORES IGLESIAS |
En política no todos están
acostumbrados a perder. Muy pocos son los que se levantan de una caída y siguen
luchando para hacerse del poder.
Hay quienes con madurez
reconocen su derrota en las urnas felicitando al ganador y contribuyen a la
gobernabilidad de un pueblo.
En Guerrero tenemos varios
ejemplos de políticos inmaduros que después de perder una elección se llenan de
odio, el cual lo demuestran en las declaraciones que dan a la prensa y los
discursos que pronuncian ante sus simpatizantes.
No
entienden que proyectar odio y amargura es contraproducente para convencer a
aquellos que viven con paz interior y desean escuchar
propuestas sensatas para mejorar las condiciones del pueblo o ciudad en el que
viven.
Se
entiende que el papel del opositor es ser crítico.
Criticar no es malo. Por
el contrario, contribuye a que el gobernante en turno haga mejor las cosas y
esté consciente que tiene opositores que no descansarán en disputar el poder.
Lo malo es que un
dirigente opositor esté en contra de todo y a favor de nada, como es el caso de
Andrés Manuel López Obrador,
dirigente nacional de Morena, quien tacha de lo peor a los demás partidos
políticos, pero no se fija de la podredumbre que impera en el suyo.
Desde luego que el
gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto no es el que planteó en 2012, ya que
las políticas públicas que ha implementado han perjudicado los bolsillos de la
gran mayoría de los mexicanos y en materia de seguridad pública, está
reprobado.
En la elección pasada el
PRD perdió la gubernatura del estado de Guerrero, luego de detentar el poder
durante dos periodos. Y eso ocurrió porque así lo decidieron la mayoría de los
ciudadanos que acudieron a las urnas a emitir su voto.
Después
de 10 años el PRI volvió a Casa Guerrero con Héctor Astudillo Flores,
quien realizó una campaña de propuestas
y amarró alianzas con actores de
diversas fuerzas políticas.
El PRD perdió la
gubernatura, pero ganó importantes presidencias municipales (Acapulco,
Zihuatanejo, Ometepec, Teloloapan, Pungarabato, etc.) y varios distritos
electorales (locales y federales). Su
derrota no fue catastrófica.
Beatriz
Mojica Morga se obsesionó con el poder. Creyó poder retener la gubernatura para
su partido, sin tomar en cuenta que los pésimos gobiernos que
encabezaron Zeferino Torreblanca Galindo,
Ángel Aguirre Rivero y Rogelio Ortega Martínez iban a ser
determinantes para que los electores le dieran el voto de castigo al PRD.
El Caso Ayotzinapa le pegó bastante a su campaña, ya que ese episodio
ocurrió durante el gobierno de Ángel Aguirre, gobierno del que formó parte como
secretaria de Desarrollo Social.
También le afectó que los
senadores Armando Ríos Piter y Sofío Ramírez Hernández, así como el
Partido Movimiento Ciudadano (MC) de Luis
Walton Aburto, no se hayan sumado a su proyecto.
Sin
lugar a dudas, fue un duro golpe en su carrera política.
Pero si Beatriz Mojica
sigue empeñada en seguir la ruta de descalificación de López Obrador, muy
difícilmente llegará al poder en Guerrero.
Beatriz Mojica ha
cuestionado severamente el tema de la inseguridad púbica que afecta gravemente
a los guerrerenses y ha exigido la salida del gobernador, pero se le olvida que la inseguridad en la entidad
inició durante la administración de Zeferino Torreblanca y se recrudeció
durante el mandato de Ángel Aguirre.
Lo que se requiere en este
momento es un gran acuerdo entre las
autoridades, partidos políticos, organizaciones sociales, la iglesia y los
ciudadanos en general para hacerle frente a la inseguridad.
Ojalá
la secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional del PRD haga a un lado su discurso
de odio y proponga alternativas para que a Guerrero le vaya bien.
Que la estrategia de
confrontación estéril se la deje Pejehová.
De lo contrario, ni al Senado llegará en 2018.
DESAPARECE
EL PT EN EL CONGRESO LOCAL
La llegada de Victoriano Wences Real a la dirigencia
del Partido del Trabajo en el estado de Guerrero, ha sido contraproducente para
dicho instituto político. En el lugar de sumar, resta.
Tal vez Alberto Anaya
Gutiérrez, dueño del PT, nunca se imaginó que Victoriano Wences iba a generar
una gran desbandada en estas tierras sureñas y que la fueran encabezar los
diputados locales Fredy García Guevara
y Jesús Martínez Martínez.
Los legisladores se
llevaron la estructura del petismo guerrerense. Y hasta no mucho se integraron
a las filas del PRD, por lo que la presentación del PT en el Congreso local
desapareció y la bancada del Sol Azteca se fortaleció con dos nuevos
integrantes.
Fredy Guevara fue durante
años dirigente del PT y consolidó una importante estructura. Además, su
incorporación al PRD favorecerá para que la fracción parlamentaria de este
partido no sea avasallada tan fácilmente por el PRI.
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E-mail: efrain_flores_iglesias@hotmail.com;
Facebook: Efraín Flores Iglesias;
Twitter: @efiglesias
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