La designación de Félix Salgado Macedonio como coordinador de organización de Morena es en lo inmediato una salida salomónica a la confrontación por la candidatura a senador, pero que a la larga puede acrecentar la división cuando ésta se defina.
En Guerrero el partido de Andrés Manuel López Obrador se vio inmerso en una guerra interna luego de que se integró una terna para el cargo de coordinador de organización estatal. Aunque no es una candidatura al Senado se ha interpretado como un primer paso hacia ésta.
En reiteradas ocasiones el dirigente estatal Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, quien estaba precisamente en esa terna, ha tenido que explicar que los coordinadores de organización no necesariamente serán los candidatos ya que cuando llegue la definición a nivel nacional se puede optar por otra persona.
Sin embargo desde que se decidió en el Consejo Estatal que él, César Núñez Ramos y Marcial Rodríguez Saldaña podrían ser el coordinador estatal, se desató una confrontación en la que el caso de Acapulco, municipio que se reservó para una mujer aun cuando ninguna aspiraba al cargo, fue el caso más sonado.
Militantes afines a Pablo Sandoval señalaban una estratagema de Núñez y Rodríguez Saldaña para entregarle el municipio al PRI.
De ahí que designar a una persona aparentemente ajena esa disputa como es Félix Salgado resuelve en lo inmediato la situación.
El ex alcalde de Acapulco, así como César Núñez y Marcial Rodríguez, viejos compañeros en las luchas de izquierda con Félix por cierto, dijeron estar de acuerdo, aunque eso no es garantía de que Morena Guerrero llegará cohesionado al 2018.
En redes sociales hay innumerables comentarios de militantes que no ven con agrado la designación, y de otros que consideran que es una decisión para terminar de desfondar al PRD y al Frente Ciudadano, lo cual a estas alturas del partido se antoja una pérdida de tiempo, dado que quienes simpatizaban con Obrador ya se fueron hace rato, y quienes se quedaron, son los más institucionales.
De hecho, la designación puede resultar al revés, ya que existe el riesgo de que una parte de los militantes de Morena vean en su partido una mala copia del perredismo, sin embargo parecen muy confiados en la atrayente figura de López Obrador.
Por otra parte, si aún no es candidato, el nombramiento de Félix fue tomado así por todos los medios de comunicación, con lo que se genera una expectativa, aun cuando él ha dicho que no busca una candidatura, todos sabemos que es un político y los políticos viven en campaña, es su ambiente natural.
Esa misma expectativa tiene la gente que ha acompañado a Salgado Macedonio y la van a tener sin duda, muchos de los militantes de Morena que en esta etapa de organización tendrán mucho contacto con él.
De tal suerte que salir a la hora de las definiciones con que el candidato será otro y no Félix podría avivar el fuego amigo que se buscó detener con su designación. Al tiempo.
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