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domingo, 3 de junio de 2018

CONTEXTO POLÍTICO // Por Efraín Flores Iglesias La disputa por Acapulco y Chilpancingo

A 24 días de que finalicen las campañas, queda claro que habrá una fuerte competencia en los distritos y municipios más grandes del estado de Guerrero entre las coaliciones “Todos por Guerrero” (PRI-PVEM) y “Por Guerrero al Frente” (PRD-PAN-MC).
Habrá quienes se pregunten por qué no incluyo a Morena en la competencia local.
Si bien es cierto, Andrés Manuel López Obrador encabeza las encuestas para la Presidencia de la República, sus candidatos en los estados no son competitivos y solamente se están colgando de su imagen, pues creen que tendrán carro completo como en 2006 y 2012.
Y eso no es todo. Morena no lleva al Partido del Trabajo como su aliado en la lucha por las Alcaldías y distritos locales. En Acapulco, por ejemplo, Zeferino Torreblanca Galindo, abanderado del PT, tiene más presencia que la candidata de Morena, Adela Román Ocampo, ya que ha sido gobernador (2005-2011), diputado federal en dos ocasiones y el primer alcalde de oposición en el puerto (1999-2002).
El ex mandatario contendió hace tres años postulado por el PAN y consiguió 46 mil 292 votos, superando, incluso, a Joaquín Badillo Escamilla, quien en ese entonces compitió por el PVEM y obtuvo 14 mil 89 sufragios.
Morena, que ya era un partido “atractivo” en 2015 logró  7 mil 507 votos con su candidato Marcial Rodríguez Saldaña.
El PRD ganó la elección de ese entonces con su candidato Evodio Velázquez Aguirre (77 mil 565 votos). El segundo lugar se lo llevó el PRI con Marco Antonio Terán Porcayo, quien obtuvo 74 mil 994 votos.
Desde entonces la competencia fue cerrada entre el Sol Azteca y el tricolor. Y las cosas no han cambiado. Nuevamente la pugna es entre dichos institutos políticos, pero llama la atención que el PRI postula al ex perredista Ricardo Taja Ramírez, y el PRD lleva como candidato al ex verde-ecologista Joaquín Badillo Escamilla. También es necesario señalar que el ex candidato del PRI, Marco Antonio Terán Porcayo, se alejó de su partido y se inscribió inicialmente como precandidato del PRD a la Alcaldía.
CHILPANCINGO: ALTERNANCIA A LA VISTA.- Después de Acapulco, el municipio más peleado es Chilpancingo, la capital del estado de Guerrero.
Hace tres años ganó el tricolor con su candidato Marco Antonio Leyva (MAL), quien sin estructura y carisma, se benefició del efecto Astudillo.
Los que lo respaldaron inmediatamente se decepcionaron de él, pues al arribar a la Presidencia Municipal, ignoró compromisos y se envalentonó. No propició armonía con los actores de su partido y se peleó con la sociedad civil.
En un principio fue solapado por los legisladores de Chilpancingo. No lo cuestionaron ni con el pétalo de una crítica y hasta le ayudaron a gestionar recursos para obras, posando con él sonrientes en eventos públicos. Y elFrankenstein creció y se les salió de control.
Cuando el PRI reaccionó, miles de chilpancinguenses manifestaban su desaprobación al gobierno de MAL; algunos lo hicieron protestando en las calles y otros en las redes sociales. A los priistas de cúpula no les quedó de otra que pedirle a su alcalde “su comprensión” para solicitar licencia y dejar “que las aguas bajaran”.
La realidad es que la inconformidad sigue y los servicios públicos son ineficientes. Al suplente de MAL, Jesús Tejeda Vargas, también le quedó grande la Alcaldía. De hecho, ha sido uno de los más grises de toda la historia.
Ante eso, la oposición se fortaleció y ha aprovechado la deserción de priistas para ganar por vez primera la Presidencia Municipal con su candidato Antonio Gaspar Beltrán.
Toño Gaspar –como popularmente lo conocen en los barrios, colonias y comunidades– escucha diariamente las inconformidades de la gente, establece compromisos y se deja apapachar.
Contrario a la elección de 2015, el abanderado de la coalición “Por Guerrero al Frente” (PRD-PAN-MC) se le ve más relajado y, lo más importante de todo, llama a la unidad de todos los capitalinos para mejorar las condiciones de Chilpancingo.
No se confronta con las instituciones y día con día suma a militantes del PRI a su proyecto, como ocurrió este domingo 3 de junio en el barrio de San Francisco, en donde recibió el apoyo de los Rivera, una de las familias tradicionales de Chilpancingo y que durante años ha apoyado a los candidatos del tricolor.
Toño Gaspar sabe que es su momento. No se confía y se deja orientar por sus amigos y asesores de imagen.
Entiende también que el PRI hará todo lo posible para que no se inaugure la alternancia en la capital del estado, pero es parte de la competencia.
Afortunadamente, los tiempos han cambiado. Los chilpancinguenses están más despiertos e informados que nunca.
Mañana seguiremos comentando en relación a los otros municipios en donde la competencia también es interesante y en donde Morena tampoco figura.
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Facebook: Efraín Flores Iglesias; 
Twitter: @efiglesias

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