EPÍSTOLAS SURIANAS // (Carta a Don Héctor) De Julio Ayala Carlos

PUEDE USTED  ESTAR O NO DE ACUERDO. Lo cierto es que quien tiene todas las posibilidades de ganar en Tlapa es el candidato del PT, Victoriano Wences Real. La razón es muy simple, pero lógica: de todos los candidatos es el único que ha trabajado, muy de cerca, en favor de los habitantes de ese municipio.

Así es, diría el columnista. Como diputado local y diputado federal, Wences Real no sólo gestionó obras y diversos apoyos para los habitantes de Tlapa y de los municipios que representaba, sino que de su propia dieta también lo hizo, en favor de los habitantes de la Montaña que menos recursos tienen.

El consultorio médico, con todo y medicina gratuita, es un ejemplo de ello. Miles de tlapanecos, y de los municipios circunvecinos, se beneficiaron con él, no solo con la consulta médica, sino con la entrega de medicina gratuita, algo que ningún otro representante popular ha hecho en la región de la Montaña.

Aunado a ello, Wences Real es, y ha sido, el único de los diputados por la Montaña que al menos dos veces por año, ha entregado, de manera masiva, apoyos diversos a los habitantes de los municipios que integran esa región. Me consta. Fui testigo de la entrega de paquetes de pollos, chivos y borregos, como también de bombas aspersoras, semilla mejorada y quintales de alambre, además de instrumentos musicales, equipos de sonido, butacas y mesabancos, juegos infantiles, computadoras, impresoras, sillas de ruedas, y bastones, entre otros.

Como alcalde de Tlapa, Wences Real hizo también mucho más. De entrada, generó seguridad, y en obra pública, no solo hizo lo que ningún otro. Y eso se lo reconocen unos y otros, como también su capacidad de gestión de recursos. Y es que no se trata de llegar a administrar el presupuesto que le asignan al municipio, sino de incrementarlo, de multiplicarlo, y por supuesto de aplicarlo con responsabilidad, con eficiencia y transparencia.

Precisamente por eso, por ese trabajo, y por esos resultados, es que Wences Real no sólo es el candidato del PT a la presidencia municipal de Tlapa, sino que tiene el más amplio respaldo de los habitantes de ese municipio, por sobre el resto de candidatos, quienes solo se aparecen en los procesos electorales.

Wences, en efecto, ya fue alcalde de Tlapa, y si bien el ejercicio del poder desgasta, debido a que al final no todos quedan contentos, pues siempre habrá quien no esté satisfecho, lo cierto es que el hoy candidato del PT a la presidencia municipal tiene más positivos que negativos, es decir, tiene más puntos a favor que en contra.

Más aún. El candidato petista es quien tiene la estructura en Tlapa. Y es que ha tenido el tiempo suficiente para ello, desde que era dirigente municipal del PT, luego como diputado local, después como alcalde, y por último como diputado federal, así como desde la dirigencia estatal de ese partido.

Hay que decirlo. El PT en Tlapa, como en muchos municipios del estado, no requiere de Morena para triunfar, de tal forma que van solos a la elección local, aunque en lo federal apoyan a Andrés Manuel López Obrador, con quien han ido en alianza desde hace muchos años. 

EN OTRO ASUNTO, ES MUY GRAVE lo ocurrido al presidente municipal de Eduardo Neri (Zumpango), Pablo Higuera Fuentes, coordinador de los presidentes municipales del PRD en Guerrero. El atentado en su contra, no solo pone en la mesa el tema de la seguridad, sino también la gravedad del asunto. Urge que las autoridades federales tomen cartas en él.

De los alcaldes del PRD, Pablo Higuera es, sin duda, un hombre sin problemas, responsable, comprometido con el pueblo que gobierna; honesto y trabajador, razón por la cual tiene el reconocimiento de las autoridades estatales y federales. Lamentables son también las dos muertes ocurridas; lamentable que haya muerto una mujer y su pequeña hija, de tan solo un año y medio de edad.

Este hecho, como todos, no solo deben investigarse, sino también esclarecerse. El nuevo fiscal del estado, tiene la oportunidad de demostrar que puede con el cargo.

Hay que decirlo. La violencia es condenable, venga de donde venga, y más cuando por ella pierden la vida inocentes. Urge, pues, que el gobierno federal tome cartas en el asunto. Guerrero lo requiere, y los guerrerenses lo merecen.

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