Cuando las autoridades de los tres niveles de gobierno mantienen una excelente relación, las cosas marchan bien. Y cuando la confrontación es la que se impone, le va mal al pueblo.
El pasado 1 de julio, los chilpancinguenses decidieron castigar con el poder de su voto al PRI (instituto político que durante más de siete décadas gobernó la capital del estado), mandando con ello un mensaje de que no hay partido que dure cien años ni pueblo que lo aguante.
Hubo quienes durante el reciente proceso electoral se jactaban de decir que el PRI “nunca perdería” en Chilpancingo, ya que tenía una sólida estructura y que Antonio Gaspar Beltrán jamás sería presidente municipal.
Esas lenguas de doble filo se burlaban hasta de Morena, señalando que no alcanzaría ni 10 mil votos en la elección municipal.
Fue tanta la soberbia de los jerarcas del tricolor y algunos de sus voceros que nunca se imaginaron que el huracán Toño y el efecto AMLO los mandarían hasta el tercer lugar. Y eso que Toño Gaspar y Morena fueron por separado. Si no, ¿imagínense?
El PRI pagó caro su error de postular y apoyar en 2015 a un personaje soberbio que no le importó, ya instalado en el Palacio Municipal, atender los diversos problemas de Chilpancingo y solamente privilegió la confrontación con el gobierno del estado y el Congreso local. Y, peor aún, se echó en contra al pueblo.
Y el pueblo de Chilpancingo ya aprendió a castigar y premiar en las urnas. Quedó demostrado que ningún partido es invencible cuando la gente sale a votar.
A nivel nacional ganó Morena la Presidencia de la República y la mayoría de curules en el Congreso de la Unión.
En lo que respecta a Guerrero, Morena ganó 18 de 28 distritos locales; pero en la elección de alcaldes la pelea fue entre el PRD y el PRI. El partido de AMLO solamente obtuvo 16 Presidencias Municipales, de 80 en disputa.
En Chilpancingo el voto fue diferenciado. No todos los que votaron por Morena en los dos distritos locales (01 y 02) y el 07 federal lo hicieron a favor de la catedrática Silvia Alemán Mundo. Varios lopezobradoristas confiaron en el proyecto de Toño Gaspar.
Y no es delito ni pecado votar de manera diferenciada en una elección. No es la primera vez que ocurre. En 2012, por ejemplo, López Obrador, fue candidato presidencial de la alianza PRD-PT-MC y arrasó, beneficiando también a los candidatos a diputados en los dos distritos locales y en el 07 federal. Mientras que la elección de presidente municipal la ganó el priista Mario Moreno Arcos.
Hace tres años a Toño Gaspar le tocó perder la elección, pero eso no fue motivo para que se echara a la hamaca. Siguió trabajando de manera discreta en las colonias y comunidades hasta lograr una fuerte estructura.
En la anterior entrega comenté que la elección ya es cosa del ayer y que ahora inicia una etapa política, una etapa de intenso trabajo.
Este domingo se inauguró la alternancia en Chilpancingo, teniendo como sede el auditorio “Sentimientos de la Nación”, en el que se dieron cita más de dos mil invitados, destacando la presencia del gobernador Héctor Astudillo Flores, los presidentes de los Poderes Legislativo y Judicial, Verónica Muñoz Parra y Alberto López Celis; el senador de la República y ex alcalde de Acapulco; Manuel Añorve Baños; el diputado federal del distrito 07 y ex presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local, Carlos Sánchez Barrios, y los diputados locales Norma Otilia Hernández Martínez, Perla Edith Martínez Ríos, Jorge Salgado Parra y Alberto Catalán Bastida.
También estuvieron presentes el rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), Javier Saldaña Almazán, y lo ex presidentes municipales Magdalena Vázquez de Huicochea, Ausencio Garzón Chávez, José Luis Peralta Lobato, Mario Moreno Arcos y Jesús Tejeda Vargas.
Todos los partidos políticos estuvieron presentes en la toma de protesta del nuevo Cabildo de Chilpancingo, encabezado por Antonio Gaspar Beltrán, quien durante todo el evento fue ovacionado y aplaudido por la concurrencia.
Durante su intervención, el alcalde entrante manifestó que privilegiará siempre el diálogo y que se coordinará con los gobiernos estatal y federal. Además, iniciará un plan de austeridad porque no puede haber un gobierno rico con pueblo pobre.
Anunció que se realizará una auditoría externa al anterior gobierno municipal y que durante los primeros cien días se enfocará en ordenar la administración. Y aseguró que no permitirá actos de corrupción ni nepotismo. ¡Zas!
Para algunos asistentes, el discurso de la nueva autoridad municipal es similar al del presidente de la República electo, Andrés Manuel López Obrador. ¿Será?
Desde luego que Chilpancingo saldrá adelante si los ciudadanos también ponen de su parte. Y ojalá los síndicos y regidores jalen parejo con el alcalde para que le vaya bien a la capital del estado en los próximos tres años.
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