- Yanelly Hernández Martínez, está en trance en un cuarto oscuro buscando un gato negro, a partir que inicia su mandato 2018-2021
- Más de 200 obras que quedaron en el limbo.
Cada político, cuando asume una representatividad popular, sabe, debe entender, conoce y debe reflexionar -obvio, si es de las personas pensantes cultural y académicamente- que está expuesto a las criticas no tan solo de los medios masivos de comunicación, sino de cualquier ciudadano que se respete y sepa de sus deberes y derechos.
Ese político, debe entender que gobierna para la sociedad; y, no para un grupo de amigos. Que no se pierda ese sentido de la responsabilidad y honestidad, para con los representados. Lo otro, es saqueo, robo, omisión, desvío de programas y recursos económicos.
Se especula de lo "bondadoso" que fue el alcalde de Atoyac de Álvarez, Dámaso Pérez Organes. Afable con la gente; pero con dinero del pueblo; caballeroso, dispersando presupuestos. Que no se confunda. la administración de un gobierno, con salir airoso, "regalando" dinero ajeno. No es lo mismo ser bueno que hacer el bien.
Un gobierno sin planeación, sin responsabilidad para con su primer circulo de empleados, sin la honestidad debida para enfrentar la problemática social. Sin ética y moral en su persona, nunca jamás se tendrán los resultados y beneficios positivos. Jamás. Un gobierno sin planeación, no es administración. No existe tal ejercicio de organizar e integrar.
Damaso Perez Organes, muy ajeno a la praxis política y al riguroso quehacer de la administración que es una disciplina que se encarga de realizar una gestión de los recursos en base a criterios científicos y orientada a satisfacer un objetivo concreto. Pérez Organes, entrega una ciudad deshecha en obras, carente de los servicios básicos de recolección de basura, de dar mantenimiento estético a la ciudad. Ausente en un proyecto integral de sustentabilidad y cuidado al medio ambiente. Es decir, un buen y gentil hombre; pero un pésimo hombre dentro de los engranes de la ciencia política.
Pero aquí no se necesita un hombre benévolo regalando presupuestos; sino de un servidor público. Administrar, significa servir.
El nuevo gabinete, de cuyos integrantes se desconocen sus antecedentes laborales; y, si sus mañas, no se observan caminos fructíferos, ni excelentes resultados.
Ya no es con palmadas en el hombro, ni con sonrisas torpes, menos con palabrerío absurdo convencer a la gente de que aquí hay suficientes problemas y nulas soluciones.
Dámaso, es un chivo expiatorio de pasados gobiernos corruptos e ineficientes. Está entrampado.
Yanelly Hernández Martínez, está en un cuarto oscuro buscando un gato negro, a partir de mañana domingo, que inicia su mandato 2018-2021.
-GradoCeroPress.
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