Del 1 de diciembre de 2012
al 31 de 2017, el Sistema de Enajenación de Bienes (SAE) tuvo ingresos por un
monto de 14 mil 830 millones de pesos; mientras que durante el periodo 2006 a
2011 se registraron entradas totales por 8 mil 57 millones de pesos.
Con un precio de salida de
21 mil 985 pesos, casi cualquier ciudadano puede subastar en línea por 25 pares
de broqueles de oro amarillo de 14 quilates o un lote que incluye una botella
de champagne Moët & Chandon, otra de vino, prendas de ropa de reconocidas marcas,
libros y otros artículos.
Así son las subastas
organizadas por este organismo descentralizado de la Secretaria de Hacienda y
Crédito Público (SHCP), que se encarga de administrar y enajenar los bienes
asegurados y decomisados en los procedimientos penales federales.
El listado del SAE incluye
autos, casas, artículos de oficina, terrenos, maquinaria, material de
construcción, artículos para la casa, embarcaciones, aeronaves, equipo médico,
papelería y hasta cosméticos.
Todos los bienes se ponen
a la venta a través de subastas a martillo, a sobre cerrado o en línea, y
pueden participar personas físicas y morales.
Tan sólo en la
administración pasada, la Procuraduría General (PGR) de la República decomisó 6
mil 124 joyas y relojes, mismas que, una vez terminado su procedimiento legal,
se entregan al SAE para ser subastadas; el gobierno anterior requisó 7 mil 274
piezas de este mismo tipo.
Según el Informe de
Rendición de cuentas de Conclusión de la Administración 2012-2018, de enero a
agosto de este año, el SAE recibió de la PGR 617 mil 10 bienes asegurados en
procedimientos penales federales.
Además, en 2018 se
decomisaron armas, vehículos, embarcaciones, aeronaves y obras de arte, así
como drogas y medicinas.
Estos bienes no sólo se
obtienen de los procedimientos penales, también provienen como forma de pago
para cubrir toda clase de créditos a favor del Gobierno, que hayan sido
embargados por autoridades federales, adjudicados o abandonados y que no
cumplan con los procedimientos establecidos en la legislación aduanera, entre
otras causas.
Sin embargo, no todo lo
decomisado es sujeto a subasta, por ejemplo, los artículos que estén
relacionados con la comisión de delitos de propiedad industrial o derechos de
autor, es decir, piratería, se destruyen.
En los últimos seis años
se destruyeron 43.6 millones de medios de grabación apócrifos, 4.9 millones de
bienes de ropa y calzado usados o que no cumplen con las normas oficiales
mexicanas y 4.7 millones de bienes diversos.
Por otra parte, lo que no
es posible vender o no es sujeto a destrucción, se dona en favor de municipios
de alta y muy alta marginación, a gobiernos estatales y municipales con una
declaratoria de emergencia o desastre natural, a dependencias como la Sedena,
Semar, Sedesol, SEP, DIF nacional, IMSS y la CDI, que después la distribuyen a
quien lo necesite, o bien, se la otorga a asociaciones civiles.
De 2012 a 2018 se
realizaron 992 donaciones por 3 mil 754 toneladas de ropa, calzado y blancos,
607 toneladas de tela de cobijo, 50.7 de tela plastificada, 131.2 de madera y
alrededor de 1.4 millones de piezas de juguetes, cuatro inmuebles, 138 mil
rollos de tela, así como 169 mil artículos diversos. En la administración
anterior, la suma ascendió a 459 donaciones por 18.4 millones de bienes.
Imagen: Contra Réplica
Texto: Violeta Cordero |
Contra Réplica
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