Ricos en carbohidratos y grasas, los tamales -platillo típico de México- aportan una gran carga de calorías por cada uno que se consume, lo que expone la salud de quienes los ingieren en abundancia.
Estos alimentos pueden consumirse sin problema en cantidades moderadas, principalmente cuando se trata de personas que padecen obesidad, diabetes, presión alta, ácido úrico, colesterol y triglicéridos, explicó el IMSS en la entidad.
El nutriólogo de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) N° 9, Nelson Noé Narváez Salas, dijo que un tamal de pollo aporta –en grasa y proteína- 655 kilocalorías; mientras que una taza de atole de 250 miligramos de 190 a 200 kilocalorías, es decir, estaríamos consumiendo 850 kilocalorías de energía. Este consumo representa el 50 por ciento de una dieta recomendada que es de mil 500 a mil 800 kilocalorías.
Destacó que aunque se trata de un alimento de sabor exquisito, debemos ser prudentes y moderar el consumo a una sola pieza y de preferencia descartar ingerir el atole por un vaso de agua natural.
El nutriólogo reiteró que no se trata de prohibirse nada, pero si ser moderados en el consumo para mantenerse “firmes” en nuestro propósito de lograr una vida saludable, donde la alimentación es fundamental para lograrlo.
Invitó a la población derechohabiente acercarse a los módulos PrevenIMSS y conocer sobre la estrategia NutrIMSS para una alimentación adecuada, la cual será adaptada a nuestras necesidades, ya sea en el combate a un padecimiento crónico degenerativo o bien como hábito de salud preventivo.
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