Hablar de transparencia y
rendición de cuentas, es hablar de dos importantes temas que incomodan a
algunos representantes de instituciones autónomas y a servidores públicos que
están en contra del derecho a la información pública. ¿Por qué será? Muy
sencillo: algo esconden.
Tal vez en los eventos
públicos destaquen las bondades de la transparencia y la rendición de cuentas.
Hasta firman convenios de colaboración y mandan a editar libros y revistas para
lucirse ante académicos, abogados, estudiantes y curiosos que acuden a sus
eventos.
Un ejemplo muy claro lo
tenemos en el Tribunal Electoral del Estado de Guerrero (TEEG), en donde la
mayoría de los magistrados se oponen a revelar sus sueldos, prestaciones y
comisiones económicas que perciben mensualmente. Y, peor aún, hace un mes
solicitaron un amparo para no ser obligados por el Instituto de Trasparencia y
Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (ITAIgro) a hacer
público dicha información.
Y no sólo eso. Los impartidores de la justicia electoral
en Guerrero han sido evidenciados por incurrir en actos de corrupción.
El pasado 9 de julio, la Agencia de Noticias IRZA dio a conocer
que los magistrados electorales se repartieron, de forma discrecional,
contratos de primer nivel en la estructura del órgano jurisdiccional cuyo
proceso carece de convocatoria y criterios de selección.
Resulta que en ese proceso
el magistrado Ramón Ramos Piedra,
presidente del TEEG, obtuvo la mayor cantidad de contratos, seguido de sus
compañeros J. Inés Betancourt Salgado,
René Patrón Muñoz e Hilda Rosa Delgado Brito.
El
influyentismo y el amiguismo son dos prácticas que ofenden a la sociedad. Y es
algo que debe erradicarse en las instituciones públicas.
Aunque eso no parece importarles a los magistrados en comento, quienes
contrataron a personas sin el perfil ni experiencia en materia
jurídica-electoral. Y esto ocurrió en un año no electoral.
Los
cuatro magistrados se han servido con la cuchara
grande los 80 millones de pesos que el Congreso local les aprobó como
presupuesto para este año. Lo cual es lamentable. Mejor dicho, inadmisible.
Además de un chofer, un
coordinador de Informática, un secretario particular y tres secretarios
auxiliares, el magistrado presidente del TEEG, Ramón Ramos Piedra, contrató a
Magaly Duarte Bañuelos como “coordinadora de Grupos Vulnerables”, cuya figura
no se sustenta en el organigrama de esa instancia autónoma, y a Rodolfo Montes
Alcántara, como coordinador de Estadística y Jurisprudencia Electoral.
Los demás magistrados –con
excepción de Emiliano Lozano Cruz,
quien ha sido crítico de sus homólogos y de la corrupción que impera en el
TEEG– también han convertido a la institución en una agencia de colocaciones.
Por más convenios de
colaboración que firme Ramón Ramos Piedra a favor de la transparencia y
rendición de cuentas, las irregularidades pesan más que el discurso de buenas
intenciones que pronuncia frente al presidente del ITAIgro, Pedro Delfino Arzeta García.
Mientras los magistrados
electorales Ramón Ramos Piedra, J. Inés Betancourt Salgado, René Patrón Muñoz e
Hilda Rosa Delgado Brito se niegan en transparentar sus sueldos, prestaciones y
comisiones económicas que perciben mensualmente, los consejeros electorales sí
cumplen con dicha obligación al hacerlo público en el portal de internet del
Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC).
Obviamente que el TEEG no es la única institución que
oculta información y en el que se practica el amiguismo y el influyentismo. En
el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) también ocurren “cosas raras”, como el
nepotismo y terrorismo laboral. Pero de eso hablaremos en otra entrega.
Ojalá los diputados de la
LXII Legislatura local pongan más atención de lo que sucede en el TEEG, por el
bien de la transparencia y para poner en su lugar a los que cometan actos
irregulares.
BETY
MOJICA: ¿EMIGRAR A MORENA?
Todo parece indicar que la
ex secretaria general del CEN del PRD y ex candidata a gobernadora, Beatriz Mojica Morga, padece de amnesia
política.
Por un lado, renuncia al
Sol Azteca y critica una posible alianza entre dicho Instituto político y el
PRI, pronunciándose a favor de una alianza entre las izquierdas para las
elecciones de 2021. Pero nadie olvida
que en 2017 y 2018 fue una de las principales promotoras de una alianza del PRD
con la derecha panista.
Sus jefes (Los
Chuchos/Jesús Ortega Martínez y Jesús Zambrano Grijalva) han sido los principales
aliados de los gobiernos priistas y panistas. Y enemigos de Andrés Manuel López Obrador.
Se
entiende la desesperación de doña Bety. En el PRD ya no ve futuro político.
Está sola. Nunca armó estructura alguna. Por el contrario, se 'colgó' de las
estructuras de Evodio Velázquez, su otrora aliado, así como de ADG e IPG.
Tal vez Morena arrope ala susodicha, ya que necesita de
figuras de otros partidos para enfrentar al PRI en Guerrero.
Doña
Bety ya tuvo la oportunidad de ser candidata a la gubernatura en 2015 y
candidata al Senado de la Republica en 2018, y perdió. Los electores la han
reprobado en las urnas.
Está en su derecho de irse
del PRD, pero se va con los pocos seguidores que tiene, con los que emprenderá
una nueva aventura político-electoral.
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E-mail: efrain_flores_iglesias@hotmail.com;
Facebook: Efraín Flores Iglesias;
Twitter: @efiglesias
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