Así como el PRI y Morena
se organizan para enfrentarse en la elección de 2021, los jefes de las tribus
del PRD en Guerrero no se quedan con los brazos cruzados. Se mueven para no ser
borrados del mapa electoral.
Desafortunadamente, los
llamados de unidad no han funcionado.
Por un lado, las tribus
más pequeñas se han unido en torno a dos personajes: Evodio Velázquez Aguirre, ex alcalde de Acapulco y líder de Nueva
Mayoría, y Bernardo Ortega Jiménez,
ex presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local en la LX
Legislatura local y ex alcalde de Quechultenango (bastión del grupo delictivo Los Ardillos).
La chiquillada se unió para enfrentar a Izquierda Progresista de
Guerrero (IPG), que comanda el influyente ex gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, y a Alternativa Democrática
Guerrerense (ADG), que dirigen Celestino
Cesáreo Guzmán, coordinador de la bancada del PRD en el Congreso local, y Carlos Reyes Torres, ex dirigente
estatal del PRD y ex presidente de la Comisión de Gobierno en la LVIII
Legislatura local.
El pasado domingo, los
grupos Nueva Mayoría (NM), Movimiento Alternativo Social (MAS), Foro Nuevo Sol,
Renovación Guerrero, Bloque de Izquierda Social (BIS), Izquierda Democrática
Nacional (IDN) y Vanguardia Progresista anunciaron en un acto público
constituirse en el Frente Amplio Democrático Guerrerense (FADG).
La nueva agrupación se
pronunció contra las alianzas con los partidos de derecha, olvidando que la
mayoría de ellos han sido paleros de la derecha en el pasado reciente. Algunos
de ellos militaron en Nueva Izquierda, tribu que a nivel nacional comandan Jesús Ortega Martínez y Jesús Zambrano Grijalva, mejor
conocidos como “Los Chuchos”, y que fueron aliados de los presidentes Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.
Ahora
resulta que los integrantes del FADG son unos santurrones y que representan a
la verdadera izquierda en el PRD, cuando sus máximas cabezas
contribuyeron a que el Sol Azteca perdiera importantes municipios en el pasado
proceso electoral y que han sido señalados por diversas irregularidades y
peligrosas relaciones.
Hay
quienes vaticinan que el PRD se volverá a dividir en 2021 por la lucha
intestina de las tribus.
El
FADG le apuesta a una alianza con Morena. O sea, con sus sepultureros.
Mientras que el líder máximo de IPG, Ángel Aguirre Rivero, propone una amplia
alianza con el PRI, MC y el PAN. Y no rogarle nada a Morena.
Los chavarristas de ADG han sido más moderados y están a favor de una
alianza con MC y el PT. Su gallo para la gubernatura es Carlos Reyes Torres,
quien desde hace tres meses recorre el estado para saludar a sus simpatizantes
y amarrar alianzas con importantes
liderazgos.
Queda claro que lachiquillada teme a la extinción política
y no le importa que sus ahora jefes de grupo estén en el ojo del huracán por
situaciones anómalas.
Bien lo dijo don César
Garizurieta, alias “El Tlacuache”, en los años 50s, durante el gobierno de su
amigo Miguel Alemán Valdés: “Vivir fuera
del presupuesto, es vivir en el error”.
MORENA
Y SUS PROSPECTOS
Desde que Andrés Manuel
López Obrador se instaló en Palacio Nacional, los senadores Nestora Salgado García y Félix Salgado Macedonio no han
desaprovechado ningún momento para manifestar su deseo de llegar a Casa
Guerrero en 2021 “si el pueblo así lo decide”.
“El Toro sin tuercas”,
como algunos conocen a Salgado Macedonio, es más hábil que su homóloga Nestora,
ya que ha sido dos veces diputado federal, dos veces senador de la República,
alcalde de Acapulco y dos veces candidato al gobierno estatal por el PRD (1993
y 1999). Y ha sabido relacionarse con personajes poderosos de la mal llamada
Cuarta Transformación.
Ricardo
Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación
Política (Jucopo), por ejemplo, ya le dio su “bendición” para el 2021.
Desde luego que el
delegado del gobierno federal en Guerrero, Pablo
Amílcar Sandoval Ballesteros, sigue soñando en gobernar a los guerrerenses,
ya quetiene la esperanza de que su hermana Irma Eréndira, de los mismos
apellidos, abogue por él ante el presidente López Obrador, a pesar de que este
año dejó a miles de campesinos sin fertilizante.
Además, su falta de oficio
político ha generado un fuerte divisionismo en Morena y al interior de la
bancada de dicho instituto político en el Congreso local.
Si Félix o Pablo Amílcar
siguen pateándose
debajo de la mesa, el presidente López Obrador optará por otros personajes. Por
ejemplo: la magistrada con licencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y
actual alcaldesa de Acapulco, Adela
Román Ocampo, y el empresario y ex dirigente nacional de Movimiento
Ciudadano, Luis Walton Aburto.
Y en el PRI, curiosamente
prevalece la calma. Pero de eso comentaremos en la próxima entrega.
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