ZOILA ELENA SOLÍS HERNÁNDEZ |
*Violencia sistémica.
“Todos quieren alto a la
violencia y se manifiestan de forma violenta y en reclamos”.
*Consciencia:
Conocimientos reflexivos de las cosas. *Conciencia: Capacidad de distinguir
entre lo bueno y lo malo.
En México contamos con el
derecho a las libertades fundamentales de la persona. Es igualdad, pero no
sustantiva, es decir, no se goza plenamente. No son reales y palpables. Existen
muchos obstáculos que el sistema mexicano genera desde sus estructuras con las
instituciones e institutos políticos, religiosos, culturales, de salud,
educativos.
De primera instancia no
somos en México una sociedad democrática que sea congruente realizando los
valores de la democracia; libertad e igualdad.
Las estructuras sociales
viven bajo el dominio de las paradojas sociales en que se convierten en
ventajas para unos y desventajas para otros. Nadie es capaz de respetar y
valorizar las diferencias. Creo ya se perdió el rumbo completamente.
Estas estructuras reflejan
el diario vivir de los ciudadanos, en la que te haces empático a “fuerza”
cuando las desgracias tocan tus intereses. México tiene con un gran número de
personas en desventaja social y no cuenta con ellas, un gran número de personas
en clase media y tampoco se cuenta con ellas y muchos más en vida abundante y tampoco
se cuenta con ellos y ellas.
Quiero aclarar; que la
desventaja social es “mental”, no de pobreza, esa que se comprueba cuando las
condiciones de falta de oportunidades para vivir son escasas o precarias y la
mental se comprueba y se refleja en la falta de conocimiento de su poder personal,
de su poder ciudadano y que son presas fáciles de coaccionar, intimidar y
utilizar para fines perversos de todos los poderosos y poderosas que intentan
utilizarlos para que “voten” de manera emocional a favor o en contra de los
representantes de los diferentes partidos políticos que se escudan en
“propuestas ideológicas”, que son sólo eso, propuestas que muy pocos de los
miembros cumplen a cabalidad y así funcionan todas las instituciones que
componen el sistema político mexicano.
La violencia y discriminación
sistémica, se genera cuando no se sigue haciendo nada para erradicar el origen
de la desventaja social, la discriminación, la educación basada en estereotipos
de género, desconfianza en las instituciones, minimizar los hechos, falta de
respeto y tolerancia y el resultado es que pocos ciudadanos saben qué hacer
ante un acto discriminatorio, no hay políticas de igualdad de trato, está todo
caótico porque tampoco se vislumbran otras pautas de actuación; los mismos
conflictos y pleitos de intereses de siempre. Existen políticas públicas
paternalistas y clientelistas, pero no para que se empodere la sociedad civil y
surja desde un hermoso nacionalismo la cultura cívica que nos lleve a la
civilidad, que haya más ciudadanos defendiendo con su honor sus posturas sin
agredir y lastimar los derechos humanos de otros.
En México se vive una
“cultura de rodillas al sistema”. Difícilmente se podrá parar un mexicano por
sí mismo porque prefiere estar sumido y humillado porque si se sale del sistema
se le acaba todo. No es resiliente y tampoco existen políticas públicas que
ayuden a “no tener miedo a ponerse de pié” Existen políticas públicas para
“curar” pero no para que aprendas a no enfermarte. No les conviene así.
Dentro del sistema existen
tres tipos de cultura política: La parroquial, se presenta en sociedades
simples y no diferenciadas en que las funciones y las instituciones
específicamente políticas no coinciden con funciones o estructuras económicas y
religiosas. El segundo tipo es el llamado política de subordinación se presenta
cuando los conocimientos, los sentimientos y las evaluaciones de los miembros
de la sociedad se refieren esencialmente al sistema político en conjunto, pero
se dirigen principalmente a la práctica del aparato administrativo encargado de
la ejecución de las decisiones. Esta cultura pertenece política corresponde a
regímenes políticos autoritarios. Los ciudadanos son pasivos. La tercera
política llamada de participación, en esta se prevén posiciones activas del
individuo. Se pondera los valores de la democracia libertad e igualdad.
Las muertas de izquierda,
las muertas de derecha, los verdaderos pueblos originarios, los ricos, los
pobres, los chairos y los fifís, los afros, etc, etc. todo es división y se
generan desde el sistema la violencia contra todos por ser “diferente”. México
somos todos y hacen falta instituciones valiosas, eficaces y eficientes para
diseñar políticas públicas para “parar las prácticas de actuación que generan
más violencia o la misma violencia de siempre.
La consciencia solamente
se logrará si se cumplen al pié de la letra esas políticas que se diseñen para
tal efecto. Un alto sentido del respeto al Derecho humano va lleno de
conciencia; la capacidad de distinguir cuando un acto va dirigido a la
activación, reanimación de la violencia o va intencionado a vivir en la paz que
todos queremos y anhelamos.
Hacen falta instituciones,
fundaciones, partidos políticos, todo el sistema político, social, económico a
favor de la paz, a favor de hacer actos que no desaten más casos violentos.
El caos es cuando
“etiquetamos” y echamos culpa de los casos sangrientos que nos han marcado con
mucho dolor a todos desde tiempos inmemorables y por citar algunos: Guerra
Sucia, Los 43 desaparecidos, las muertas de Juárez, el caso de Fátima, la
guerra contra el narco, las omisiones resultado de los abrazos y no balazos, la
muerte de los coperos, los mártires del 30 de diciembre, los mártires del día
18 de mayo, etc., etc y los que siguen sumando.
Las muertes del PRI, las
muertes, del PAN, las muertes de MORENA. Y las que siguen de quien son
responsabilidad. México es un país que reclama lo que “nos hacen” pero también
es un país que se ciega en el dolor y el coraje y pocos se hacen resiliente.
Pocos surgen después de caos, porque no hay políticas públicas sistémicas que
te enseñen hacerlo.
La violencia sistémica
será combatida y erradicada no como siempre “echando culpas y aprovechando la
culpa para hacerte víctima y después vencedor.
Al que roba, al que mata,
al que viola, al que intriga, al que domina, al que coaccione, al que consume
un asesinato moral que pague su sanción ante la ley y que el sistema se adecue
con nuevas formas, instrumentos que enseñen a la gente a vivir en paz y no a
reproducir la violencia.
¡Por un México sin
violencia!
Zoila Elena Solís
Hernández.
Lic. En Ciencia política y
administración pública.
Maestría en Género Derecho
penal procesal.
atoyac350@gmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.