Desde que era magistrada
del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Adela
Román Ocampo fue acusada de incurrir en actos de nepotismo y por su
complicidad en la violación de los derechos laborales de los trabajadores de
los órganos jurisdiccionales, de sus dirigentes y del sindicato de este poder.
A su sobrino Víctor Román Román lo incrustó en la
nómina del TSJ como proyectista de la Segunda Sala Penal, a pesar de no tener
experiencia en la materia.
En la segunda de las tres
sesiones ordinarias que se realizaron el jueves 12 de mayo de 2017, la diputada
de Morena, María de Jesús Cisneros
Martínez, votó en contra de la ratificación de Adela Román Ocampo y
Raymundo Casarrubias Vázquez como magistrados del TSJ, y subió a la tribuna del
Congreso local para denunciar que ninguno acreditó tener capacidad para seguir
en el cargo.
“Cisneros Martínez aseguró
que a ambos magistrados lo único que les interesa es permanecer en los cargos
sin importar ese bien jurídico que tanto anhela el pueblo de Guerrero, que es
la justicia y sin la cual no habrá paz”. (Bajo
Palabra, 12-V-2017).
Y eso no es todo. La
entonces legisladora aseguró que tanto Adela Román como Raymundo Casarrubias
carecían de calidad moral y que “en Morena no vamos a apoyar a este tipo de
ratificaciones, los que hoy se ratifican han violado los derechos de los
trabajadores”.
¿Y quiénes ratificaron a
Adela y a Raymundo como magistrados del TSJ? Nada más y menos que el PRI y el
PRD, esos partidos de la otrora mafia del poder y que ahora menosprecia la
alcaldesa porteña.
Antes
de cumplir un año de su ratificación, Adela Román solicitó licencia como
magistrada para contender por la Alcaldía de Acapulco a través de las siglas de
Morena. Y ganó la elección a pesar de no realizar una campaña a ras de piso. El
efecto AMLO, al igual que a varios
personajillos del estado y del país, le hizo el milagro de despachar como
presidente municipal.
En un inicio, le dieron el
beneficio de la duda, pero ahora ni los
síndicos ni los regidores de su partido confían en ella, ya que ejerce el poder
de manera autoritaria y se rodea de pésimos asesores y colaboradores.
Además, antes de partir a
su ostentoso viaje a la capital de Emiratos Árabes Unidos, fue denunciada por
presuntos actos de corrupción ante la Unidad de Inteligencia Financiera de la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en el Sistema Nacional
Anticorrupción, en la Secretaría de Gobernación y en la Cámara de Diputados.
La denuncia fue presentada
por Matilde Testa García (su
suplente), quien pide que se investiguen los bienes de la alcaldesa Román
Ocampo y de sus familiares directos e indirectos, en virtud de que desvía
recursos públicos “a través de sus hermanos, sobrinos, cuñados, cuñadas”.
De acuerdo a una nota de
la Agencia Quadratín Guerrero (publicada el pasado 5 de febrero),
el documento también fue entregado en Palacio Nacional y que, a decir de la
alcaldesa suplente, va acompañado de diversas pruebas.
“Allí denuncia que Adela
Román Ocampo realiza un gobierno nepotista y corrupto que tiene a todos sus
familiares en nómina bajo nombres de otras personas y que no cobran (en) una
sola tarjeta, cobran (en) varias tarjetas cada uno de sus hermanos y sobrinos”.
En la denuncia de Testa
García destaca también el nombre de Víctor Román Román (el sobrino incómodo), a
quien señala como “el operador de sus negocios, el que condiciona a los
empresarios, constructores, etc., para obtener alguna obra o autorización a
cambio de un porcentaje fuera de la ley…”.
Insisto, ni los síndicos
ni los regidores confían en la alcaldesa. Tan es así que en la sesión del
pasado 14 de abril la mayoría del Cabildo ordenó a la administración municipal
que sólo el DIF y la Secretaría de Desarrollo Social se encarguen de entregar
las despensas que reparte el Ayuntamiento porteño a los afectados por la suspensión
de actividades económicas por la contingencia sanitaria del Covid-19, ya que
algunos funcionarios cercanos a Román Ocampo lo repartían con fines políticos.
¿Y quiénes son esos
funcionarios?
Resulta que durante la
sesión hubo fuertes señalamientos de que hay interés de proyectar
electoralmente a algunos funcionarios para las elecciones de 2021, como son los
casos del coordinador de Servicios Públicos, Juan Carlos Manrique García, en el distrito 08, y del director de
Comunicación Social, Silvestre Arizmendi
Torres, en el distrito 09.
El regidor del PRD, Víctor Aguirre Alcaide, fue el que
propuso que el DIF y la Sedesol municipal sean los que entreguen las despensas
en las colonias y comunidades del municipio.
Tiene razón el escritor y
conferencista argentino, Daniel Colombo, cuando señala que la confianza “es el
atributo esencial de las relaciones interpersonales en los distintos planos.
Cuando se es coherente entre lo que piensas, dices y sientes, y tus acciones
van en consecuencia, estás dando un paso importante para conquistarla”.
Lamentablemente, Román
Ocampo sigue generando desconfianza como alcaldesa porteña. ¿Y así quiere ser
candidata a la gubernatura en 2021? Dios nos libre.
ENTRE
OTRAS COSAS…. A través de un mensaje transmitido desde
su cuenta de Facebook, el gobernador Héctor
Astudillo Flores informó que el 10 de mayo se espera el pico más alto de la
pandemia del coronavirus, por lo cual reiteró a los alcaldes para que refuercen
sus medidas preventivas y se detenga la cadena de contagios.
“Tomemos este asunto con
mucha seriedad, tenemos 119 contagios y 11 fallecidos. Por supuesto, que nadie
en su sana razón quiere que aquí haya fallecidos ni nada parecido, quisiéramos
que no hubiese ningún problema de salud, lamentablemente lo hay y hay que enfrentarlo
y enfrentarlo muy bien”, enfatizó.
Ojalá todos los
guerrerenses sean conscientes de lo que representa el Covid-19.
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@efiglesias
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