“La humildad de los
hipócritas es el más grande y el más altanero de los orgullos” -Martín Lutero-
Fincada sus posibilidades de
ganar elecciones los directivos del Movimiento Regeneración Nacional (Morena),
utilizan para su beneficio y fines perversos el padrón de beneficiarios de la
Secretaría de Bienestar por el manipuleo, mal uso, manoseo tendencioso actúan
violando de forma sistemática la Constitución y la ley, al usar entre sus
aspirantes y candidatos, el catastro de beneficiarios.
Al descubierto tanto
identidad, como domicilios y demás datos personales que expone sus vidas son
continuamente presionados, forzados e influidos por los mal llamados,
cuestionados y polémicos “siervos de la nación” o “gestores de crédito” bajo la
amenaza de retirarles el apoyo económico que cada mes o bimestralmente que se les
entrega a adultos mayores, madres solteras, jóvenes construyendo el futuro,
Tanda del Bienestar, Crédito a la Palabra, y personas que padecen alguna
discapacidad. Muchos de estos programas van a dar a manos de gente ligada a la religión,
llámense: Dios Vivo Columna, Apoyo de la Verdad, Pentecostés, cristianos, Luz
del Mundo, entre otras sectas.
Las promociones la entrega
de dinero en efectivo, que realizan propaganda política ahora con las vacunas
contra el covid-19, son acciones que contravienen los principios de los
derechos humanos, al coaccionarlos a votar por Morena, bajo la amenaza
constante de retirarles el “apoyo” económico; argumentándoles que “hay otros
que también lo necesitan y que pueden sufragar por su movimiento; aún hasta
pagando por ese beneficio”.
La Delegación de
Bienestar-Guerrero ha levantado suspicacias y sospechas de todo el personal que
labora en dicha oficina, pues se ha consolidado como el brazo político y
herramienta de realizar proselitismo en su favor. Para ello, usan el dinero de
los que cumplen con el pago de impuestos, para realizar campaña de sus
aspirantes y candidatos. Este asunto delicado debe ser revisado y auditado por
el Congreso de Guerrero, porque viola la Constitución.
El delegado federal en Guerrero
y sus empleados, tienen la encomienda de supervisar la vacunación a los cerca
de cuatro mil “simuladores de la nación”, cuyas edades fluctúan entre los 20 y
30 años, para ser vacunados contra la pandemia; puesto que en ellos descansa el
proselitismo y el entusiasmo de promover el voto hacia Morena entre personas que
sí merecen la vacuna, cuyas edades son alrededor de más de 60 años y están
expuestas al contagio, por ellos mismos.
Pero el peligro de esta
dependencia, es que ellos cuentan en su poder con copias del INE, actas de
nacimiento, formatos de identidad donde se detalla cada parte de su vida; y,
que con el mal manejo que allí se conoce, puede esta información personal, caer
en malas manos. Además, se ha detectado que delegado federal y coordinadores manipulan
las tarjetas y los recursos destinados a los más pobres, para sus fines
políticos.
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