A decir verdad, en el debate se esperaba que la confrontación sería entre Mario Moreno, candidato del PRI-PRD y el Toro sin cerca, ya sin candidatura.
Sin
embargo, atestiguamos como el multimillonario Pedro Segura ocupó el espacio
correspondiente del PT y Verde, y el vacío de Morena, pues se dio a la tarea de
defender al candidato ausente y a su partido, solo que con propuestas cortas y
limitadas, como pretender hacer de Guerrero una de sus empresas.
Este
candidato, que niega ser político, una vez más demostró que fue timado o él
engañó a quienes lo hicieron su aspirante a la gubernatura, pues la historia
muestra que ser exitoso empresario no le da las habilidades y conocimientos
para gobernar una entidad con las características de Guerrero.
Ojalá
que el debate le dé al menos un punto para que ya deje el 0 en las encuestas,
que contradicen el discurso triunfalista de Victoriano Wences.
Mario
Moreno, Ruth Zavaleta, Irma Lilia Garzón y el exfutbolista Manuel Negrete,
expusieron con lógica y congruencia sus propuestas.
Y
quizá la jugada que se aventara al expresar que juntos haremos historia ¡A
huevo que se puede! y la afirmación de que Morena quiere engañarte otra vez, le
puede dar algunos puntos a Irma Lilia para remontar ese porcentaje tan bajo que
trae.
Mario
se vio controlado con buen manejo de la temática.
Su
experiencia salta a la vista. Y ese seguridad puede proyectarla en los
votantes, que es probable le dé un incremento en las preferencias ciudadanas,
pues la gente va a votar por quien aparece en la boleta.
Igual
sucede con Ruth Zavaleta, quien seguramente va a subir en sus preferencias
electorales.
En
fin este debate es un primer acercamiento de las ideas que cada candidato trae
en distintas temáticas y se debe agradecer al IEPC su organización y difusión.
Mientras
al gran ausente le otorgan la dirigencia estatal de Morena y este partido se
dispone a nombrar a quien sustituirá a FSM, quien de todos modos será quien
encabece la campaña de quien quede, ya sea su hija, Marcial Rodríguez Saldaña o
Luis Walton.
Aunque
según los documentos de Morena un dirigente no pueden promover a sus familiares
hasta en cuarto grado en línea directa y hasta el segundo grado por afinidad.
Eso
lo señala el Artículo 43º.
Es
decir, alguien más hábil que él lo ha entrampado para que no pueda proponer a
su hija como candidata.
Una
tras otra, como decía Paco Stanley.
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