¿SIN FEDERALISMO QUÉ SERÍAMOS? Norma Rosas

El federalismo esa doctrina política que busca equilibrar el ejercicio del poder, por medio de organismos (estados, asociaciones, agrupaciones, sindicatos, etc.) que se asocian delegando algunas libertades o poderes propios a otro organismo superior, a quien pertenece la soberanía (Estado federado o federación) esa doctrina en estos días, ha estado en el centro del debate y en el filo de la navaja.

 

Luego de que en días pasados un albazo de Morena en reforma al Poder Judicial, acordó ampliar la presidencia de Arturo Zaldívar en la SCJN hasta 2024, las reacciones no se hicieron esperar, la oposición criticó duramente al partido en el poder por incluir de manera opaca, un artículo transitorio que amplía el mandato de la cabeza del máximo Tribunal del país dos años más, contraviniendo a la máxima ley de este país: la Constitución mexicana en su artículo 97.

 

De acuerdo con Luis Enrique Pereda, abogado constitucionalista y profesor del ITAM, “el artículo transitorio aprobado en el Senado, en el marco de la legislación secundaria para dar vida a la reforma al Poder Judicial federal, es inconstitucional porque amplía la duración del cargo del actual presidente de la SCJN, lo mismo que para los Consejeros del Consejo de la Judicatura Federal”.

 

Los analistas sentenciaron que dicha modificación a la Constitución convertía por un lado, al máximo tribunal en un campo de batalla política y al ministro presidente de juez constitucional en un actor político, pero más grave aún, era un golpe al propio federalismo mexicano, diluyendo los límites entre los poderes.

 

Lo lamentable, es que este episodio que aún está por verse que destino tendrá cuando llegue a la Suprema Corte, luego de que se proponga una controversia, no parece ser un hecho aislado, pues esta misma semana la presente administración impulsa una reforma administrativa para que las autoridades electorales y los organismos autónomos se integren al Poder Judicial y a las secretarías de Estado, un revés al federalismo mexicano, las modificaciones que se plantean son que las funciones del Instituto Nacional Electoral (INE), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), entre otras, sean asumidas por los poderes Ejecutivo y Judicial, a través de las dependencias ya existentes.

 

No olvidemos que resulta de vital importancia de dedicar unos minutos a reflexionar sobre la naturaleza del federalismo en sí mismo, quienes estén en contra de él podrán argumentar generalmente como una opción demasiado descentralizadora de los gobiernos federales minando sus capacidades, pero siempre debemos entender y defender que el poder absoluto siempre coquetea con el desastre y por lo tanto nunca debe quedar en manos de una sola élite, pesa demasiado y esa carga debe ser compartida.