Con la caída de Irma Eréndira Sandoval queda claro que los falsos ultras de izquierda van saliendo del entorno cercano del presidente y de que se le limpia el camino a Félix y a Evlyn para su ejercicio de gobierno, después del rudo golpeteo de los hermanos Sandoval en contra del Toro, una vez destapada su candidatura.
La guerra sucia les costó
caro por la consecuencia ser expulsados del círculo cercano de Andrés Manuel
López Obrador.
Hoy ya no parecen
representar riesgo para Félix y su hija, la futura gobernadora, así que el Toro
tiene el camino despejado para sus dos proyectos a la vista: ser candidato a
gobernador después de que Evelyn finalice el sexenio, y/o tratar de hacer
realidad sus aspiraciones a la presidencia de México.
¿Lo logrará?
No se sabe. Nadie tiene el
poder de adivinar el futuro.
Lo que sí se sabe es que
parece que se sacaron la rifa del tigre, pues como bien decía René Juárez:
“Guerrero no es Disneylandia”.
Por lo tanto, desde ahora
debe existir prudencia política en quiénes tendrán las riendas del poder
durante seis años. Prudencia y alerta
las 24 horas, una vez que accedan a la gubernatura.
Además, el poder desgasta y
el estado es un variopinto de problemas: sociales, económicos y políticos.
Algunos reales y otros creados al vapor de intereses coyunturales.
Más peligrosos los segundos,
sin duda.
Claro que habrá que esperar
el resultado de la queja legal interpuesta por el PRI-PRD en contra de la
elección de gobernador.
Sin embargo, vale la pena
recordar que pocos han sido los gobernadores que en el estado han finalizado su
sexenio, y ni Rubén Figueroa Alcocer ni Ángel Aguirre pudieron hacerlo, pese a
que ambos son duchos en política.
Por mientras, parece que ha
sido bien recibido el llamado de Evelyn Salgado a la unidad, la conciliación y
ofrecer un gobierno de puertas abiertas, de esperanza y de justicia para
transformar Guerrero.
Lo que no ha gustado es que
no asumió una firme postura cuando se le preguntó si va a contener al crimen
organizado o va a pactar con ellos, siguiendo las declaraciones del obispo
Salvador Rangel, quien sugiere que se dialogue con los grupos criminales para
pacificar el estado.
Y lo dejó supeditado a las
consultas que realizará con el pueblo.
“Lo que diga el pueblo es en
lo que nos vamos a basar”, dijo la gobernadora electa.
De ser así, se podrá llevar
a consulta si también se dialoga con secuestradores, tratantes de mujeres y
niños, asaltantes, etc., quienes también tendrán la perfecta justificación para
dedicarse a estas actividades tan dañinas para la sociedad guerrerense.
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