
La mangalica es una mezcla
de la primitiva raza de tronco mediterráneo, Sumadia a la que también pertenece
nuestro maravilloso cerdo ibérico, con las razas semisalvajes de los Cárpatos.

Encuentra en China un tipo
de cerdo que podía valer, pero era imposible traerlos a España. Y empieza a
buscar en los países del Este.
En una de ellas, en
Debrecen, cerca de Rumanía, de repente, ve unos cerdos sueltos por el campo,
absolutamente desconocidos y que no había visto ni estudiado en su vida, que
más que cerdos parecían ovejas. Eran morfológicamente especiales, rústicos, que
aunque no eran gordos se les veía grasos, con poco hueso... Los mangalica era
la raza húngara de toda la vida, pero que estaba a punto de desaparecer, pese
que hasta principios de siglo XX se contaban millones de ejemplares.
Empezó a buscar estos
cerdos por todo el país pero sólo encontró 160, de los que el 30 por ciento
estaba cruzado con otras razas. Los compró todos y también una finca donde
reproducirlos. Empezó sacrificando ese 30 por ciento que no tenía pureza de
raza y, al cabo de 15 años, tenía 4.500 ejemplares repartidos en tres granjas.
Estos cerdos tienen un modo de vida parecido al ibérico, al aire
libre,moviéndose a su aire. Están acostumbrados al pastoreo, incluso en
invierno; es fácil verlos metidos entre la nieve hechos una bola. Comen lo que
encuentran, y maíz o cebada. No se alimentan de bellota porque en Hungría no la
hay.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.