• Gaspar Beltrán, y el desastre financiero
• Buenos resultados en Chilapa y Zumpango
EN EL CASO DE LOS ALCALDES,
LA REELECCIÓN en el cargo tiene que ver con el buen gobierno realizado, es
decir, con los buenos resultados, pues de otra forma no se entiende cómo la
ciudadanía podría votar de nuevo por quien ha encabezado una pésima administración,
con escándalos y todo, como es el caso, por citar un ejemplo, el de Antonio
Gaspar Beltrán, alcalde de Chilpancingo, quien aspira nuevamente a gobernar el
municipio.
Hay que decirlo. Ciertamente
Gaspar Beltrán tenía y tuvo todo para hacer un buen gobierno, pues contó desde
un principio con el apoyo irrestricto del gobernador del estado que, una y otra
vez, de manera continua, le ha dado al alcalde capitalino todo el respaldo, no
sólo para hacer obra pública y para que no se paralicen los servicios públicos,
sino incluso para pagar la nómina de los trabajadores del Ayuntamiento, y para
los que también trabajan en Capach, así como para cubrir los adeudos de energía
eléctrica.
Sin embargo, con todo y que
el gobernador Héctor Astudillo Flores le ha solucionado los problemas, y a
pesar de que de manera puntual recibe los recursos asignados, incluyendo los
destinados al pago de salarios, el alcalde capitalino no sólo no tiene para
cubrir la nómina de los trabajadores, razón por la cual le toman continuamente
el Palacio Municipal y las oficinas de Capach, sino que ahora tampoco tiene
recursos para aguinaldos, bonos y otras prestaciones, como consecuencia del
desastre financiero que encabeza, producto de la irresponsabilidad y el
valemadrismo con la que se conduce el edil.
Es indudable que al gobierno
de Gaspar Beltrán difícilmente podrán alcanzarle los recursos si tiene un
desastre financiero, por la ignorancia de quienes le llevan las cuentas, y
porque la fuga de recursos, por no decir desviaciones, son más que evidentes.
En efecto, nunca le alcanzarán los recursos si, como en Capach, sus autoridades
reportan menos dinero del que ingresa por concepto del servicio, mientras
ciertas cuentas personales se incrementan, de ahí que la autoridad
correspondiente debería realizar una revisión al patrimonio de quienes
gobiernan el municipio y compararlo con su declaración patrimonial de hace dos
años.
Y es que, mientras
supuestamente no hay recursos para pagar los salarios de los trabajadores, por
lo que tienen que tomar el Palacio Municipal, aunque se interpongan denuncias
penales en su contra, mientras crece la deuda de la Capach por no pagar la
energía eléctrica, y mientras crece también la deuda ya impagable del
Ayuntamiento capitalino al ISSSPEG y al SAT, por no enterar siquiera los
descuentos que hacen las autoridades a los trabajadores, hay quienes siguen
construyendo casas o remodelando las que ya tienen.
En fin que eso ya se venía
venir, aunque como hombres de buena fe, muchos confiaban en que Gaspar Beltrán
haría honor a su eslogan de ser “el gobierno de la gente”. Sin embargo,
ciertamente no podría ser de otra, pues el alcalde de Chilpancingo tiene la
misma escuela de Evodio Velázquez Aguirre, el mismo que como presidente
municipal de Acapulco dejó un desastre financiero a la actual edil, con deudas
por doquier y señalamientos de corrupción y de haberse enriquecido con los
dineros de los acapulqueños.
EN CONTRAPARTIDA, HAY QUE
RECONOCER los buenos gobiernos. De entre muchos otros destaca el de Chilapa de
Álvarez y el de Eduardo Neri (Zumpango), quienes precisamente por un buen
manejo financiero y administrativo, sus autoridades municipales no tienen
problemas de liquidez y en consecuencia tampoco tienen problemas para pagar
salarios, cubrir aguinaldos, primas vacacionales y otras prestaciones
laborales. Es decir, contrario al alcalde de Chilpancingo, Chilapa y Zumpango
sí tienen ediles responsables.
Precisamente por hacer
buenos gobiernos, es que tanto el PRI en Chilapa, como el PRD en Zumpango,
ganaron la elección pasada, y de acuerdo a los estudios más serios, estos
partidos tienen garantizado el triunfo, ya sea con los actuales ediles que
podrían buscar la reelección, o con nuevos candidatos.
En Zumpango, hay que
decirlo, los habitantes de ese municipio están más que contentos con el trabajo
que ha venido realizando la alcaldesa Natividad López González, al encabezar un
gobierno cercano a la gente, pero sobre todo, de atención directa y de
resultados. En los más de dos años que lleva al frente del Ayuntamiento, la
edil no ha tenido ningún tipo de señalamiento, mucho menos de tener problemas
por la falta de recursos. Más aún, la obra pública y social es más que evidente
en todo Eduardo Neri.
En el caso de Chilapa,
ocurre lo mismo. Allí el alcalde Jesús Parra García ha desplegado un intenso
trabajo en favor de la población, de ahí que sea un hombre querido por todos,
debido al buen trato que tiene con los chilapenses, la sencillez con la que se
conduce y los resultados obtenidos. Ahí también la obra pública y social se
palpa, de tal forma que si el edil buscara reelegirse de nueva cuenta no
tendría ningún problema, como tampoco si se decidiera por una diputación local.
El presidente municipal es también de los pocos que no tienen problemas para
pagar salarios y aguinaldos.
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