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jueves, 12 de mayo de 2016

EPÍSTOLAS SURIANAS (Carta a Don Héctor) De Julio Ayala Carlos

TIENE RAZÓN. “Al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios”, y en este sentido, el obispo Salvador Rangel, de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, en vez de meterse en asuntos del gobierno, debe atender a sus feligreses y meter al orden a los curas pederastas, borrachos o mujeriegos.

Ah, y que como jerarca de la Iglesia católica,  y representante de Cristo en la Tierra, lleve una vida apegada a los evangelios, y no una vida de millonario, como generalmente ocurre con quienes han hecho de la religión un negocio y una forma de vida. Claro, hay excepciones.

Por supuesto que el obispo Salvador Rangel puede estar preocupado por la situación de inseguridad y violencia que afecta a la población, incluidos los católicos. Eso es muy válido, incluidas las oraciones, que supongo eleva al cielo, y los llamados a los delincuentes a portarse bien.

Sin embargo, meterse en cuestiones de seguridad, y lo que es peor, justificar a los grupos delincuenciales porque supuestamente en donde se encuentran reducen los niveles de violencia, como según dice ocurre en Chilapa, es un despropósito, pero además, pone en tela de juicio su honestidad y responsabilidad.

¿O es que, acaso el obispo en cuestión, es el vocero de un grupo delincuencial? ¿Cómo es que justifica la presencia de grupos delincuenciales en un determinado territorio? ¿Será, acaso, por las limosnas? ¿Ya los tiene de clientes y por eso, como dice, no lo paran ni lo revisan, como sí lo hace la policía federal y el Ejército cuando se lo encuentran?

Tiene pues razón el gobernador del estado, al pedirle al obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, respeto y no inmiscuirse en asuntos del gobierno, luego de que éste declaró que la llegada de civiles armados, a quien se ha identificado como parte de un grupo delincuencial en Chilapa, ha reducido los índices delictivos por lo que en ese municipio hay menos “hay menos secuestros, asesinatos, extorsiones y demás”.

El mandatario insistió en no entrar en un juego de declaraciones con quien, consideró, no debe discutirse el tema y pidió “que no se meta en mi chamba ni yo tampoco me quiero meter en la chamba del obispo”.

“Creo que hay que ser cuidadoso y no entrar en un juego de declaraciones con quien creo que no tiene por qué estar en un juego de declaraciones con quienes representamos las instituciones”, expresó el gobernador en Acapulco, quien agregó: “No tengo elementos para dar una respuesta de lo que ha hecho el obispo; sería para mí imprudente preguntarle a quién ha confesado. Es un tema delicado y seré respetuoso”, puntualizó.

Y yo digo que habría que investigar al obispo.

Por cierto, el Obispo Salvador Rangel tiene señalamientos de encubrir y de proteger a sacerdotes pederastas. Así lo señala un documento que Mujeres de la Sierra y Huasteca Hidalguense Unidas por una Vida Mejor, enviaron a la Visitaduría de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo. Una de las denuncias en contra de uno de sus protegidos se encuentra en la averiguación previa  5/HUE/CAVI/103/2008, radicada en la agencia especializada en delitos sexuales y violencia intrafamiliar del Distrito Judicial de Huejutla.

OTRO ASUNTO. ES CIERTO. Nadie es monedita de oro para caerle bien a todos. Y eso ocurre con la diputada federal Silvia Rivera Carbajal, quien para desgracia de unos, y fortuna de muchos, no solo propone y vota leyes en el Congreso de la Unión, sino que también gestiona recursos y entrega apoyos a sus representados. Y esto, ciertamente, es lo que molesta a sus detractores.

Ciertamente cada político, o política, tiene su forma de actuar. Cada uno de ellos le impone su estilo personal, sin olvidar el objetivo, que es el trabajar por el bienestar social. En este sentido, puede no gustar el estilo de la diputada que representa en el Congreso  Federal a la región de la Tierra Caliente, además del municipio de Tlacotepec, pero es un hecho que está al pendiente de ellos, de su población, entregando apoyos.

En efecto, además de aprobar leyes, constantemente la diputada recorre su distrito, el 01, ya entregando apoyos, o ya recibiendo propuestas de solicitudes de obra. Obvio. Los diputados, todos, no las construyen, como algunos creen, pero sí las gestionan, y lo que es más, aprueban los recursos para su ejecución, así como para los programas sociales. Y eso es lo que hace Silvia Rivera, quien el fin de semana pasado recorrió los municipios de Tlapehuala, Tlalchapa, Ctuzamala y Pungarabato, entregando apoyos, y envió los suficientes a Arcelia.

Por supuesto, sus detractores se quedaron callados.


Comentarios: julio651220@hotmail.com

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