TIENE RAZÓN. “Al César lo
que es del César, y a Dios, lo que es de Dios”, y en este sentido, el obispo
Salvador Rangel, de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, en vez de meterse en
asuntos del gobierno, debe atender a sus feligreses y meter al orden a los curas
pederastas, borrachos o mujeriegos.
Ah, y que como jerarca de
la Iglesia católica, y representante de
Cristo en la Tierra, lleve una vida apegada a los evangelios, y no una vida de
millonario, como generalmente ocurre con quienes han hecho de la religión un
negocio y una forma de vida. Claro, hay excepciones.
Por supuesto que el obispo
Salvador Rangel puede estar preocupado por la situación de inseguridad y
violencia que afecta a la población, incluidos los católicos. Eso es muy
válido, incluidas las oraciones, que supongo eleva al cielo, y los llamados a
los delincuentes a portarse bien.
Sin embargo, meterse en
cuestiones de seguridad, y lo que es peor, justificar a los grupos
delincuenciales porque supuestamente en donde se encuentran reducen los niveles
de violencia, como según dice ocurre en Chilapa, es un despropósito, pero
además, pone en tela de juicio su honestidad y responsabilidad.
¿O es que, acaso el obispo
en cuestión, es el vocero de un grupo delincuencial? ¿Cómo es que justifica la
presencia de grupos delincuenciales en un determinado territorio? ¿Será, acaso,
por las limosnas? ¿Ya los tiene de clientes y por eso, como dice, no lo paran
ni lo revisan, como sí lo hace la policía federal y el Ejército cuando se lo
encuentran?
Tiene pues razón el
gobernador del estado, al pedirle al obispo de la diócesis
Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, respeto y no inmiscuirse en asuntos del
gobierno, luego de que éste declaró que la llegada de civiles armados, a quien
se ha identificado como parte de un grupo delincuencial en Chilapa, ha reducido
los índices delictivos por lo que en ese municipio hay menos “hay menos
secuestros, asesinatos, extorsiones y demás”.
El mandatario insistió en
no entrar en un juego de declaraciones con quien, consideró, no debe discutirse
el tema y pidió “que no se meta en mi chamba ni yo tampoco me quiero meter en
la chamba del obispo”.
“Creo que hay que ser
cuidadoso y no entrar en un juego de declaraciones con quien creo que no tiene
por qué estar en un juego de declaraciones con quienes representamos las
instituciones”, expresó el gobernador en Acapulco, quien agregó: “No tengo
elementos para dar una respuesta de lo que ha hecho el obispo; sería para mí
imprudente preguntarle a quién ha confesado. Es un tema delicado y seré
respetuoso”, puntualizó.
Y yo digo que habría que
investigar al obispo.
Por cierto, el Obispo
Salvador Rangel tiene señalamientos de encubrir y de proteger a sacerdotes
pederastas. Así lo señala un documento que Mujeres de la Sierra y Huasteca Hidalguense
Unidas por una Vida Mejor, enviaron a la Visitaduría de Derechos Humanos del
Estado de Hidalgo. Una de las denuncias en contra de uno de sus protegidos se
encuentra en la averiguación previa
5/HUE/CAVI/103/2008, radicada en la agencia especializada en delitos
sexuales y violencia intrafamiliar del Distrito Judicial de Huejutla.
OTRO ASUNTO. ES CIERTO.
Nadie es monedita de oro para caerle bien a todos. Y eso ocurre con la diputada
federal Silvia Rivera Carbajal, quien para desgracia de unos, y fortuna de
muchos, no solo propone y vota leyes en el Congreso de la Unión, sino que
también gestiona recursos y entrega apoyos a sus representados. Y esto,
ciertamente, es lo que molesta a sus detractores.
Ciertamente cada político,
o política, tiene su forma de actuar. Cada uno de ellos le impone su estilo
personal, sin olvidar el objetivo, que es el trabajar por el bienestar social.
En este sentido, puede no gustar el estilo de la diputada que representa en el
Congreso Federal a la región de la
Tierra Caliente, además del municipio de Tlacotepec, pero es un hecho que está
al pendiente de ellos, de su población, entregando apoyos.
En efecto, además de
aprobar leyes, constantemente la diputada recorre su distrito, el 01, ya
entregando apoyos, o ya recibiendo propuestas de solicitudes de obra. Obvio.
Los diputados, todos, no las construyen, como algunos creen, pero sí las
gestionan, y lo que es más, aprueban los recursos para su ejecución, así como
para los programas sociales. Y eso es lo que hace Silvia Rivera, quien el fin
de semana pasado recorrió los municipios de Tlapehuala, Tlalchapa, Ctuzamala y
Pungarabato, entregando apoyos, y envió los suficientes a Arcelia.
Por supuesto, sus
detractores se quedaron callados.
Comentarios:
julio651220@hotmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.