Como todo un político
profesional se ve el gobernador Héctor Astudillo Flores, al visitar ayer en
Palacio Nacional al presidente de la República, Enrique Peña Nieto, para
agradecerle el respaldo que el gobierno federal le otorgó al estado de Guerrero
en las peores circunstancias.
Aun cuando en estos momentos
el mandatario nacional empieza a sufrir la soledad y el retiro de su círculo
más cercano, el gobernador guerrerense Astudillo Flores acudió a la Ciudad de
México para saludar y agradecer a Peña Nieto por el decidido apoyo que brindó a
esta entidad a lo largo de seis años.
Guerrero fue el estado más
castigado por los meteoros -Ingrid y Manuel- que devastaron gran parte del
territorio estatal, destrozando viviendas, carreteras, puentes; hubo derrumbes,
deslaves e incuantificables daños materiales y humanos.
El gobierno federal entró al
quite y el presidente Peña Nieto ayudó a rescatar Guerrero. Es innegable y no
se le puede reprochar al mandatario nacional lo bueno que hizo por Guerrero y
por la gente que todo lo perdió.
Los huracanes Ingrid y
Manuel, que azotaron el estado de Guerrero, ocurrieron desde la tarde-noche del
día 13 de septiembre del año 2013, cuando era gobernador “perredista” Ángel
Aguirre Rivero. Torrenciales aguaceros, vientos huracanados provocaron
desastres, muerte y desolación en varios
puntos del estado.
El gobierno de la República
y personalmente el presidente Peña Nieto, le entraron “al quite” y enviaron
toda la ayuda necesaria para Guerrero y sus afectados y damnificados. Las
carreteras y puentes que fueron destruidos inmediatamente se volvieron a
construir.
Sería mezquino negarle el
mérito al presidente Peña Nieto, por toda la ayuda que les trajo a miles de
guerrerenses en desgracia, en aquellos aciagos días del mes de septiembre del
año 2013. Ni un año tenía EPN de haber asumido el cargo, pero se comportó como
un gran presidente.
Correspondió ahora al
gobernador Héctor Astudillo Flores -por cortesía política- ir al Palacio
Nacional para saludar y agradecer al presidente Peña Nieto por la ayuda que el
gobierno federal le dio al estado de Guerrero.
Eso habla mucho de que el mandatario
estatal Astudillo Flores, no sólo es un político profesional sino un hombre
sensible y agradecido para con el presidente saliente, quien ahora vive el
desgaste y también la soledad, a tres semanas para que deje y entregue el poder
a su sucesor Andrés Manuel López Obrador.
El presidente -electo- AMLO
asumirá la presidencia de la República el primer día de diciembre. La
ciudadanía está expectante; quieren ver cómo gobernará México; quieren ver su
estilo, sus decisiones, si cumple sus ofertas de campaña.
Analistas pronostican que
AMLO va con todo: pretenderá que su partido el Morena gobierne durante 12 o
hasta 18 años. ¿Lo logrará?
El poder desgasta; las
promesas incumplidas tienen un costo político; la gente castiga en las urnas y
cobra facturas a un alto precio. Al tiempo…
Y los mismos analistas (o
sea este columnista) pensamos que dentro de seis años el PRI y el PAN serán
aliados junto con otros partidos políticos para recuperar la Presidencia de la
República. Van con toda su artillería contra Morena.
Antes, habrán de haber
ocurrido muchas cosas en este país; los escenarios políticos cambian de manera
vertiginosa. A veces la planeación falla y los escenarios prospectivos caen al
piso estrepitosamente.
Todavía no está bien definido
qué clase de Presidente de México quiere ser AMLO: Temido y odiado o… querido y
respetado. (Maquiavelo)
Si AMLO pretende ser un
presidente tirano y dictador, el pueblo reaccionaría con decepción y desencanto;
no hay duda…Punto.
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