domingo, 16 de febrero de 2020

MÉXICO SE DIRIGE A LA QUIEBRA. Fernando Vázquez Rigada

Vuelve la pesadilla: devaluación, déficit, pérdida del patrimonio.
La ruta es clara para el que quiera verla.
La economía es una ciencia extremadamente compleja, pero al final, se reduce a un balance simple, que no sencillo: ingresos y egresos.

Lo mismo que una persona, un hogar o una empresa, un país quiebra cuando gasta más que lo que gana.

Y eso es justamente lo que está haciendo el gobierno de Morena. Lo hizo desde el año pasado y será peor este.
El presunto equilibrio fiscal fue un engaño. El gasto en programas clientelares y en obras faraónicas se disparó y peor: crecerá este año.

En 2019, los ingresos cayeron con respecto a lo programado: el ISR -1.6%; el IVA, -3.7%; los ingresos petroleros: -9.2%.

Pese a ello, el gabinete morenista mantuvo, en apariencia, el objetivo de ingresos.
¿Cómo lo hizo?

Con un abuso y una irresponsabilidad.

El abuso: la recaudación creció 29% por concepto de IEPS, proveniente de combustibles. Bajó el precio internacional pero aquí se mantuvo el precio de la gasolina porque de ahí financian el derroche.

La irresponsabilidad: tomaron 125 mil millones de pesos del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestales, que les heredó el gobierno de Enrique Peña Nieto, para tiempos de crisis.
Engulleron la mitad de ese fondo en un año. Ahora van por más porque no tendrán los ingresos que esperan pero el gasto crece.

Ojo. El gasto, no la inversión: esa, la inversión pública, la recortaron el año pasado en alrededor de 120 mil millones de pesos. Ahora la recortaron más. Bajaron la inversión en salud 10% en términos reales. Desmantelaron el sistema de ciencia y tecnología. Cerraron los comedores comunitarios, las estancias infantiles y los refugios para mujeres golpeadas.
Este año será peor.

Los programas de apoyo en efectivo engullen 344 mil millones de pesos. Se incrementa la inyección a Pemex 523 mil millones; a la refinería, 41 mil millones de pesos; a CFE 456 mil millones; al Tren Maya, 30 mil 300 millones; a Santa Lucía, más de 20 mil (5 mil 372 de presupuesto más 15 mil millones del fideicomiso aeroportuario que dejó Peña).

El compromiso de dar salud gratis a todos costaría 800 mil millones de pesos anuales, según el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria. Para cumplir tienen 40 mil.

¿Cómo lo van a pagar?
Simple: no pueden.

El presupuesto se basó en dos ficciones. Crecimiento y petróleo.
Aún hoy, Morena estima sus ingresos con base en un crecimiento de 2%: los analistas dicen que será de 1%.

Anote esta cifra: por cada décima menos de crecimiento, el gobierno deja de ingresar 27 mil millones de pesos. Ya vamos abajo en 270 mil millones.

Ahora el petróleo: Morena estimó sus ingresos rezando para que PEMEX extraiga 1 millón 951 mil barriles de petróleo diarios. El año pasado lograron producir sólo 1 millón 661 mil barriles: la peor en 40 años. Previeron un precio de 49 dólares el barril y está en 45. Cada dólar abajo implica 13 mil millones de pesos de ingreso.

López Obrador está tomando dinero de donde puede y no debe. Del total del presupuesto, 4 de cada 5 pesos están comprometidos: a pensiones, a los estados y municipios, a pago de deuda, etc. El peso restante es para financiar a todo el gobierno federal: secretarías, programas, sueldos. Lo que no está comprometido es poco, muy poco.
Los números no dan.
¿Cómo podría el gobierno sostener las finanzas?
Recortando el gasto, pero no lo hará.

Aumentando ingresos: ya dijeron que meterán otra vez mano al Fondo de Estabilización, van a rifar el avión y a vender las embajadas (no, no es broma). También vendrá un apretón fiscal contra los mismos y, claro, pueden endeudarse.

Pero al final, tarde o temprano, la familia del apostador termina perdiéndolo todo.
Los datos son fríos, cuando son reales. Ahí están. No hay duda. De no cambiar, viene la quiebra del país.
Y no cambiarán.

@fvazquezrig

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