viernes, 12 de junio de 2020

EPÍSTOLAS SURIANAS (Carta a Don Héctor) De Julio Ayala Carlos


      Por favor, cuídese del coronavirus

QUEDARSE EN CASA, CON EL FIN DE EVITAR el contacto físico, y en consecuencia, el contagio de coronavirus, es la mejor forma de no contraerlo. Por favor, si usted me está leyendo, hágalo, por su propio bien, por el de su familia, y por todos. Pero si tiene que salir, porque tiene que buscar el pan diario, cuídese, protéjase para no ser contagiado. ¡Hágalo por sus hijos! Y hágalo también, por todos nosotros.

Hágalo por favor. Se lo pide un ciudadano, como usted, y como muchos, muchos otros, que está preocupado por este coronavirus. Un ciudadano que día a día, ve, y se entera que amigos y conocidos, jóvenes y adultos, y ancianos, están muriendo, no sé si de este maldito virus, aunque todo indica que sí.

Y han perdido la vida, no porque eran irresponsables, no porque no se cuidaron, sino porque hay mucha gente que no lo hace, y porque sin tener los síntomas, contagiaron a otros.

Así se han ido muchos, muchos amigos, muchos conocidos.

Es triste, y doloroso que las víctimas de este virus, que aún para muchos no existe, mueran solos, lo mismo en una sala de hospital, que en un cuarto aislado de su casa. Y lo que es peor, sin una palabra de aliento de sus familiares, para evitar el contagio. Y es lamentable también que no se le despida con las honras fúnebres correspondientes.

Todo ello, por el miedo al contagio, por lo que ni siquiera merece ser sepultado, sino cremado.

Triste sin duda, porque no habrá una cruz, en el cementerio, a dónde hay que ir a llorar; no habrá una tumba a la que haya que visitar.

Es paradójico que con todo y los avances científicos, con todo y los grandes inventos y la “conquista” del espacio, no haya un medicamento específico para combatirlo, ni mucho menos una vacuna para prevenirlo. Y es que este nuevo coronavirus se desintegra, o se “muere” con tan solo jabón al lavarse las manos, o con alcohol.

Sí. Más allá de todo lo que se dice, de que es un invento del hombre, y de países para controlar a otros, y hasta de que viene de otro planeta para que los alienígenas controlen el mundo, entre otras teorías conspirativas, lo cierto es que el coronavirus sí existe, y aunque muchos dicen que no es tan letal como otras enfermedades, la diabetes por ejemplo, lo que sí es una realidad es que al contagiarse una persona, tiene riesgo de morir.

No está bien claro cómo actúa el coronavirus, pero tal parece que quien lo tiene, acelera y agrava otras enfermedades, de tal forma que si una persona padece alguna enfermedad crónico-degenerativa, sus posibilidades de perder la vida aumentan. Por eso es que mueren más personas de 50 años o más.

Por eso es que lo invito a cuidarse. Por eso es que muchas personas, como yo, estamos preocupados, por supuesto a perder la vida, aunque nos preocupa más nuestros hijos, y más si son pequeños, nuestra pareja, nuestros padres y hermanos. Y claro, nuestros amigos, nuestros vecinos. Nos preocupan todos.

Cierto. Hay que encomendarse a Dios, el que tenga, orar y confiar en que pronto va a pasar esta pandemia. Pero no se lo dejemos todo a él. Todos debemos poner de nuestra parte para conservar la vida, por supuesto, con la ayuda de Dios.

Yo estoy seguro, yo confío, y tengo la esperanza de que vamos a salir de ésta, como lo hicieron otros en el pasado que también sufrieron pandemias. Y ojalá, cuando todo haya pasado, hayamos entendido la lección de respetar la vida, de tener amor al prójimo, y en suma, de ser mejores.

De lo contrario, significaría que no entendimos para qué vivimos.

Mientras, si queremos vivir, hay que hacer lo posible por no contagiarse. Y por eso, le pido, como un ciudadano más, como padre, como hijo, como hermano, como compañero de vida, que se cuide y así nos protegemos todos.

Deveras. Es triste ver, en el periódico o leer en las redes sociales, que nuestro familiar, que el vecino, que la amiga de años, que el maestro, o simplemente el conocido, murió ayer, anteayer o hace varios días. Es triste enterarse, y no despedirlo en ese viaje sin retorno que todos, tarde o temprano, habremos de llevar a cabo.

Sí. Es triste saber que la gente que uno quiere, o que conoció en alguna parte de su viva se está yendo, por culpa del coronavirus.

Así que, por favor, cuídese, por usted, por su familia, y por todos. Si es posible no salga de casa, aunque es complicado, pero si sale, guarde todas las medidas de prevención. Sus hijos, y su esposa lo esperan. Hágalo por ellos.

Y sí aun no cree en la existencia del coronavirus, ¡créalo! Es cierto. Sí existe.

Gracias por leerme.

Comentarios: julio651220@hotmail.com

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