En Atoyac de Álvarez, Guerrero. En tanto la ciudadanía espera escuchar los discursos de los candidatos a la silla municipal, un grupo de ociosos y malandrines operadores de varios de estos, buscan afanosa y desesperadamente mantener elevado el criterio y preferencia de los contendientes en el ánimo ciudadano; para ello, pretenden realizar un foro o debate, cuando están fuera de la ley del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Guerrero (IEPC Guerrero). Es decir, no están registrados para ello, al menos que el propio IEPC, lo decida en último momento.
Estos desorientados y neófitos organizadores entre los que se encuentran fracasados aspirantes y despistados hombres de la grilla, quienes confunden al igual que en otras tribunas, éste encuentro de ideas y propuestas con una pelea de boxeo o “charada” de amigos. El debate es para tomar una decisión ya que enseña a exponer las ventajas y desventajas de los candidatos que la mayor parte de ellos, es de sobra conocida su participación laboral en pasadas administraciones, donde no lograron concretar ni obras ni proyectos de beneficio colectivo. Es más, dejaron adeudos escandalosos con instituciones federales que, para paliar esos compromisos económicos e irresponsabilidades monetarias, transar con Morena, para no llevarlos a bartolina; o bien, al regreso de esos dineros desviados.
Lo que es claro es su proclividad a generar expectación a partir de exacerbar los ánimos de aspirantes y votantes, no a la cordura en el análisis político en el bienestar social en la seguridad de las mujeres, que es lo que debe ser ante una sociedad engañada vilmente.
Entre los diversos beneficios
que ofrece el debate se puede mencionar: la motivación, pues otorga a los asistentes
el espacio y el momento de expresarse libremente con la responsabilidad que
conlleva; también genera una actitud participativa en función del rol que el público
presencial debe desempeñar, el debate propicia la creación de ideas, rumbos y
formas de engranar las exposiciones con el beneficio social.
A hurtadillas sin previa convocatoria e invitaciones en lo oscurito alistan ataques y contraataques. Deberá ser considerado “válido” primero permiso del IEPC y segundo emplazar a la sociedad o a alguna institución que agremie a ciudadanos empresarios como Coparmex o Canaco. Hasta donde se conoce lo realizan sin un argumento válido y una contraargumentación para realizar la presentación de candidatos y así validar tanto su postura como éstos; y otra, afianzarlos en el afecto para conmover al votante a las urnas. Aunque como es sabido son de sobra conocidos y conocidas en la localidad, por sus magros y enjutos hechos y sus irresponsables acciones en la Administración gubernamental.
Estos son los personajes a
quien pretenden convocar al debate, foro o reunión: Kenia Loeza Laurel, del
Partido del Trabajo; Bernardo Neri Benítez, Redes Sociales Progresistas;
Guillermo Magaña Mondragón, por Encuentro Solidario; Clara Elizabeth Bello
Ríos, por Movimiento de Regeneración Nacional, Antonio Gutiérrez Martínez, por
la alianza PRI-PRD; Guadalupe Noel Pino Pérez, Movimiento Ciudadano y Guillermo
Ortega Cisneros, por Verde Ecologista de México. A excepción de la coalición PRI-PRD
un organismo serio y con ideas puntuales, los demás partidos son satélites de
Morena; es decir, la chiquillada de la grilla.
Presentados los nombres de los contrincantes para ocupar la silla del Palacio Municipal atoyaquense. La sociedad de esta comarca cafetalera conoce a todos y cada uno de ellos y sus padrinazgos. Sus crasos errores como empleados de gobierno y sus limitadas habilidades tanto humanas como espirituales. Por ello, nadie de la sociedad en su sano juicio quiere participar con ellas y ellos. Por eso la invitación en secreto y cupo limitado y reservado el derecho de admisión.
Además, los promotores del supuesto
debate son parte sustancial de los equipos de trabajo de los contendientes: por
lo tanto, se carece de imparcialidad, de integridad y de honradez; por ende, no
contribuye a la democracia.