Muy frecuente que los
presos de distintas cárceles intenten fugarse de sus condenas. No todos lo
logran, pero algunos se buscan maneras por demás peculiares para no pasar años
en prisión. El diario mexicano El Universal hizo un recuento de algunos de los
intentos de fuga más ingeniosos en prisiones del país.
Una de las fugas más
espectaculares en territorio mexicano quizá sea la de David Kaplan. Este
estadounidense escapó del penal varonil de Santa Martha Acatitla, en Ciudad de
México, el 18 de agosto de 1971. Su método: un helicóptero se lo llevó.
Kaplan se hallaba purgando
una condena de 28 años por homicidio. Se fugó con Carlos Contreras, según el
medio, que detalla que no hubo ninguna orden de los guardias de disparar en
contra de la aeronave azul, que lanzó una escalera para que Kaplan no cumpliera
su condena.
En tanto, el
narcotraficante Alberto Sicilia Falcón se fugó de la legendaria cárcel de
Lecumberri en 1975, tras haber cavado un túnel.
El tristemente célebre secuestrador
Andrés Caletri escapó en tres ocasiones de la prisión. En 1995, cuando huyó del
Reclusorio Sur, se fugaron también Modesto Vivas Urzua y otros diez internos
Años más tarde, el 19 de
enero de 2001, el famoso capo mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, logró escapar
del penal de máxima seguridad de Puente Grande, en Jalisco, sin que se
realizara un solo disparo y sin que su huída fuera notada hasta horas más
tarde.
Sobre su fuga, dos
versiones han trascendido. La primera de ellas es que se introdujo en un
contenedor de ropa sucia que fue colocado en un camión, que partió al occidente
mexicano. Sin embargo, otra versión afirma que “El Chapo” salió caminando y por
la puerta principal de la prisión. Hoy, sábado 11 de julio del 2015, repite su
historia, se fuga ante los ojos de la policía más rigurosa.
Uno de los intentos que
definitivamente la genteno olvidará, fue el reciente intento frustrado
realizado el 2 de julio de este año por el reo Juan Ramírez Tijerina, quien
trató de evadirse del Centro de Readaptación Social de Chetumal, Quintana Roo,
escondido en una maleta. Tras la visita conyugal, su esposa quizo salir de la
prisión con una voluminosa valija, que llamó la atención de los guardias de
seguridad. Para sorpresa de éstos, al abrir la maleta hallaron al reo,
semidesnudo, y enroscado.
Quizá Ramírez copió la idea
de Alfredo Cervantes Ramírez “El Fugas”, quien logró escapar en 1998 del Reclusorio
Sur metido en una maleta.
Sin lugar a dudas, las
múltiples fugas de Alfredo Ríos Galeana “el enemigo público número uno”, pase a
la historia por haber puesto en jaque más de una vez al sistema penitenciario
mexicano. Este hombre, que se había fugado ya de una cárcel en Hidalgo en 1983
y del penal de Santa Martha Acatitla, se escapó una tercera vez de una manera
poco usual. Al interior del Reclusorio Sur, en el Distrito Federal, Ríos
Galeana se encontraba en una audiencia, cuando fue rescatado por diez
cómplices, que hicieron un boquete en la pared por medio del cual pudo escapar
el 22 de noviembre de 1986
Por su parte, Guillermo
Mendoza Ramírez escapó del Reclusorio Oriente, también en Ciudad de México,
vestido de mujer, el 8 de diciembre de 2001.
Una multitudinaria fuga
sucedió el 16 de mayo de 2009 en en Penal de Cieneguillas, en Zacatecas.
Camionetas de tipo Suburban ingresaron sin enfrentar ningún problema y sacaron
a por lo menos 53 reos, al menos 27 de ellos sentenciados por cargos federales.
En tanto, Agustín Mauricio
Sánchez Hernández se fugó del Hospital de Xoco, también en la Ciudad de México
en noviembre de 2009, mientras recibía atención médica por un presunto malestar
estomacal.
Con el mismo método se
escapó antes de él Raúl Ortíz González, “El Azul”, quien es considerado un reo
de alta peligrosidad y estaba bajo custodia de un grupo de vigilantes. “El
Azul”, fugado en abril de 2009, está vinculado al secuestro de la hija del ex
funcionario mexicano Nelson Vargas.
Fuente:Univision
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