El golpe de calor genera
mareo, la sudoración excesiva al principio, y después carencia total de ella,
enrojecimiento y sequedad de la piel; fiebre con temperatura de 39 a 41 grados
centígrados
Con la llegada de la
temporada de primavera es necesario que se tomen medidas de prevención para
evitar padecimientos por los cambios bruscos de temperatura e inclusive el
llamado golpe de calor, que es más frecuente que ocurra en adultos mayores,
menores de seis años de edad y en personas con sobrepeso, indicó el IMSS
Guerrero.
Cuando la temperatura del
cuerpo sube a más de 40 grados centígrados y el organismo no puede mantenerla
en los 37 grados -temperatura es considerada como normal-, es entonces cuando
la persona “insolada” sufre el golpe de calor.
Es entonces cuando la piel
se pone caliente y seca pero no sudorosa, genera una confusión o pérdida del
conocimiento, vómitos frecuentes y falta
de aire o problemas para respirar, indicó el coordinador de Prevención y Atención
a la Salud estatal, Roberto Valdez Ortiz.
Detalló que entre los
síntomas más frecuentes está el mareo, la sudoración excesiva al principio y
después carencia total de ella, enrojecimiento y sequedad de la piel; fiebre
con temperatura de 39 a 41 grados centígrados; comportamiento inadecuado (como
sería quitarse la ropa sin importar el lugar); aceleración del ritmo cardiaco,
con latido del corazón débil; dolor de cabeza e, incluso, ataques con
convulsiones.
El médico comentó que
además de las personas que fueron antes referidas como más propensas, es
también necesario extremar precauciones en personas en estado de deshidratación
(como deportistas); personas con problemas en las glándulas sudoríparas; con
padecimientos del corazón, así como aquellas que están bajo algún tratamiento
médico, usan demasiada ropa o consumen alcohol.
Valdez Ortiz destacó que
aunque la principal causa de un golpe de calor es la temperatura (creciente con
la primavera), factores como el medio ambiente, el ejercicio y las
características personales, favorecen su aparición.
Destacó que algunas
características del medio ambiente son: temperatura alta; humedad elevada y
exposición directa al sol; al realizar ejercicio intenso, prolongado y sin
protección solar.
Recordó que cuando una
persona se expone grandes periodos a los rayos solares, puede sufrir una
quemadura sola y genera síntomas como enrojecimiento de la piel, dolor e
hinchazón, ampollas, fiebre y dolor de cabeza.
Cuando esto ocurra, el
médico sugirió tomar una ducha o regaderazo, usar jabón que ayude a eliminar
las grasas que obstruyen los poros y evitan que el cuerpo se refresque; cubrir
las ampollas con gasas estériles y secas y en caso de requerirse, solicitar
atención médica.
Comentó que el golpe de
calor también genera calambres, que se presentan cuando el músculo, o parte de
él, se tensiona de manera involuntaria y tarda algunos segundos en relajarse;
son dolores y pueden presentarse después de exponerse al sol por muchos tiempo.
“Los calambres generan
contracciones musculares dolorosas en las piernas y abdomen, originados por
esfuerzo excesivo; sudoración abundante, frecuentemente son la primera señal de
daño ocasionado por calor”
Otro daño asociado al
golpe de calor es el agotamiento, que se presenta como consecuencia de la
pérdida excesiva de líquidos o sodio. Aquí se generan síntomas como sudoración
abundante; piel fría, pálida o enrojecida; pulso débil, temperatura elevada,
mareos o desmayos, náusea, vómito y fatiga.
Indicó que tanto para el
golpe de calor, como para otros daños relacionados con el calor, es necesario
seguir recomendaciones médicas, no subestimar nunca la gravedad, sobre todo si
se trata de un niño, anciano o persona lesionada.
No se tienen que
suministrar medicamentos para la fiebre, ni tabletas de sal; no consumir
alcohol o la cafeína; jamás frotar la piel con alcohol; no permitir que quien
sufre un golpe de calor tome algún tipo
de líquido y menos si vomita o está inconsciente.
Las recomendaciones para
evitar daños por calor son: evitar exponerse al sol, permanecer en la sombra,
no esperar a tener sed para el consumo de líquidos; consumir alimentos bien
cocidos; evitar consumir de alcohol y bebidas muy azucaradas.
Así como usar ropa ligera,
holgada y de colores claros; evitar el trabajo físico intenso y prologado, así
como el ejercicio durante las horas de más calor y en el exterior usar sombrero
o sombrilla; disminuir uso de estufa o del horno; bañarse frecuentemente; evitar
que personas se queden dentro de vehículos y no automedicarse.
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