jueves, 7 de abril de 2016

AL INICIAR LA PRIMAVERA, PREVENIR DAÑOS A LA SALUD RELACIONADOS CON LA TEMPERATURA COMO GOLPE DE CALOR

El golpe de calor genera mareo, la sudoración excesiva al principio, y después carencia total de ella, enrojecimiento y sequedad de la piel; fiebre con temperatura de 39 a 41 grados centígrados

Con la llegada de la temporada de primavera es necesario que se tomen medidas de prevención para evitar padecimientos por los cambios bruscos de temperatura e inclusive el llamado golpe de calor, que es más frecuente que ocurra en adultos mayores, menores de seis años de edad y en personas con sobrepeso, indicó el IMSS Guerrero.

Cuando la temperatura del cuerpo sube a más de 40 grados centígrados y el organismo no puede mantenerla en los 37 grados -temperatura es considerada como normal-, es entonces cuando la persona “insolada” sufre el golpe de calor.

Es entonces cuando la piel se pone caliente y seca pero no sudorosa, genera una confusión o pérdida del conocimiento, vómitos frecuentes y  falta de aire o problemas para respirar, indicó el coordinador de Prevención y Atención a la Salud estatal, Roberto Valdez Ortiz.

Detalló que entre los síntomas más frecuentes está el mareo, la sudoración excesiva al principio y después carencia total de ella, enrojecimiento y sequedad de la piel; fiebre con temperatura de 39 a 41 grados centígrados; comportamiento inadecuado (como sería quitarse la ropa sin importar el lugar); aceleración del ritmo cardiaco, con latido del corazón débil; dolor de cabeza e, incluso, ataques con convulsiones.

El médico comentó que además de las personas que fueron antes referidas como más propensas, es también necesario extremar precauciones en personas en estado de deshidratación (como deportistas); personas con problemas en las glándulas sudoríparas; con padecimientos del corazón, así como aquellas que están bajo algún tratamiento médico, usan demasiada ropa o consumen alcohol.

Valdez Ortiz destacó que aunque la principal causa de un golpe de calor es la temperatura (creciente con la primavera), factores como el medio ambiente, el ejercicio y las características personales, favorecen su aparición.

Destacó que algunas características del medio ambiente son: temperatura alta; humedad elevada y exposición directa al sol; al realizar ejercicio intenso, prolongado y sin protección solar.

Recordó que cuando una persona se expone grandes periodos a los rayos solares, puede sufrir una quemadura sola y genera síntomas como enrojecimiento de la piel, dolor e hinchazón, ampollas, fiebre y dolor de cabeza.

Cuando esto ocurra, el médico sugirió tomar una ducha o regaderazo, usar jabón que ayude a eliminar las grasas que obstruyen los poros y evitan que el cuerpo se refresque; cubrir las ampollas con gasas estériles y secas y en caso de requerirse, solicitar atención médica.

Comentó que el golpe de calor también genera calambres, que se presentan cuando el músculo, o parte de él, se tensiona de manera involuntaria y tarda algunos segundos en relajarse; son dolores y pueden presentarse después de exponerse al sol por muchos tiempo.

“Los calambres generan contracciones musculares dolorosas en las piernas y abdomen, originados por esfuerzo excesivo; sudoración abundante, frecuentemente son la primera señal de daño ocasionado por calor”

Otro daño asociado al golpe de calor es el agotamiento, que se presenta como consecuencia de la pérdida excesiva de líquidos o sodio. Aquí se generan síntomas como sudoración abundante; piel fría, pálida o enrojecida; pulso débil, temperatura elevada, mareos o desmayos, náusea, vómito y fatiga.

Indicó que tanto para el golpe de calor, como para otros daños relacionados con el calor, es necesario seguir recomendaciones médicas, no subestimar nunca la gravedad, sobre todo si se trata de un niño, anciano o persona lesionada.

No se tienen que suministrar medicamentos para la fiebre, ni tabletas de sal; no consumir alcohol o la cafeína; jamás frotar la piel con alcohol; no permitir que quien sufre un golpe de calor  tome algún tipo de líquido y menos si vomita o está inconsciente.

Las recomendaciones para evitar daños por calor son: evitar exponerse al sol, permanecer en la sombra, no esperar a tener sed para el consumo de líquidos; consumir alimentos bien cocidos; evitar consumir de alcohol y bebidas muy azucaradas.

Así como usar ropa ligera, holgada y de colores claros; evitar el trabajo físico intenso y prologado, así como el ejercicio durante las horas de más calor y en el exterior usar sombrero o sombrilla; disminuir uso de estufa o del horno; bañarse frecuentemente; evitar que personas se queden dentro de vehículos y no automedicarse.

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