Me cae bien Liébano Sáenz
porque le pone jiribilla a sus encuestas. Esa pregunta que hace año con año de
que si el encuestado le daría las llaves de su casa a su gobernador, siempre
levanta morbo.
Recuerdo que Zeferino
Torreblanca, cuando gobernaba el PRD, le contestó que él no le daría las suyas
a Liébano Sáenz, y honestamente, creo que pocas personas se las facilitarían a
alguien que no fuera de su familia.
Pero más allá de ese tipo
de preguntas que llevan más un sentido de hacer atractivo el estudio de opinión
a los medios de comunicación, que de reflejar un sentimiento real de desconfianza,
la reciente encuesta nacional de Gabinete de Comunicación Estratégica, arroja
datos interesantes que vale la pena analizar.
Y es que las encuestas son
estudios de opinión, lo que reflejan son percepciones. Según la psicología
clásica la percepción de un individuo es subjetiva, selectiva y temporal. Luego
entonces, no son un reflejo fiel de la realidad si no de cómo la interpreta un
grupo de personas.
Hay consenso, sí, cuando
un mayor porcentaje coincide en una misma opinión y de ahí que dichos estudios
sirvan como punto de partida para generar estrategias tendientes a modificar
esa percepción.
En la praxis política se
utilizan también para el golpeteo y por eso las encuestas hay que leerlas y
analizarlas completas.
Por ejemplo, el PRD
estatal destacó el fin de semana que el 77.8 por ciento de los encuestados
consideran que al gobernador de Guerrero
se le salen las cosas de control, pero omitió decir que en Morelos,
donde gobierna su partido son el 82 por ciento quienes opinan lo mismo de Graco
Ramírez.
Por cierto que de igual manera la
insatisfacción por la inseguridad es menor en Guerrero a la que se expresa en
Morelos; y el porcentaje de ciudadanos que dijeron estar totalmente
insatisfechos con las acciones del gobierno estatal por su bienestar, fue mayor
en estados gobernados por el PRD como Michoacán, la Ciudad de México o Morelos,
que el de nuestro estado.
De hecho, Héctor Astudillo
no aparece entre los 10 gobernadores con los niveles más bajos de aprobación
como sí lo están Miguel Ángel Mancera en
la Ciudad de México, o Ramírez Abreu.
Pero el dato que considero
realmente relevante y que contrasta totalmente con la percepción de que las
cosas escapan de control del gobernador, es que en cuando a los guerrerenses
les preguntan cuál es el principal problema del estado el 67.1 por ciento opta
por la seguridad, pero 0.0 por ciento por la opción de mal gobierno o
ingobernabilidad, que es otra de las que se incluyen en esa parte.
Es decir, Guerrero es el
único estado donde los encuestados opinan que las cosas se salen de control del
gobernador pero que no existe mal gobierno ni ingobernabilidad, es decir, no le
atribuyen la culpa a Héctor Astudillo.
Por cierto, es el único
estado en el que ni un solo encuestado opinó que hay mal gobierno. En la Ciudad
de México, por ejemplo, fue el 11.5 por ciento, en Morelos el 5.5 y en
Michoacán el 4.4 por ciento.
jalepezochoa@gmail.com
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