miércoles, 13 de junio de 2012

SIN COMENTARIOS 33 Por Rodrigo Huerta Pegueros* LOS CHAPULINES CONTINUAN



Tal parece que en cada elección, sea para alcaldes, diputados locales, diputados federales, senadores de la República o presidente de México, los llamados ‘’chapulines’’ se reproducen a velocidades nunca antes vista, lo cual nos lleva a pensar que en este país los partidos políticos no tienen militantes solidarios sino huéspedes de ocasión, mismos que cuando les gusta su aposento se quedan ahí sin inmutarse, pero cuando las circunstancias cambian y no son bien atendidos, buscan otro refugio, importándoles muy poco la ideología de quienes los hospedan con el interés inmediato de obtener un voto más a su favor.
Así hemos visto que sucede cada tres o cada seis años en Guerrero y en Acapulco en particular.
Los priistas se convierten en perredistas, los perredistas se hacen tricolores o los que antes fueron independientes y se sumaron a una organización política están a disposición después de cumplir con su responsabilidad para la que fueron alquilados. Los vemos igualmente en el PRI, en el PAN o en el PRD y mas recientemente en el PANAL. Y como ejemplo están algunas perlas de a libra.
Luis Walton Aburto, candidato del movimiento progresista a la alcaldía de Acapulco acaba de aceptar en su seno a los inefables cetemistas quienes con sus huestes corporativas se suman a su proyecto. El candidato con efusividad les dio la bienvenida a los Dinosaurios priistas, algunos con olor a naftalina y todavía con un tufo a don Fidel Velázquez de quienes fueron fervorosos y disciplinados seguidores. Con ello se abultará el número de sufragios a favor del  empresario a quien todos los adherentes nuevos lo conocen tiempo atrás (sin albur).
Y por otro lado tenemos al también inefable candidato del PRI y Verde, Fermín Alvarado Arroyo, quien quiso amortiguar este golpe mediático que le propinó Walton con los cetemistas y se atrevió una vez más a salir a la luz pública con otra empresaria chapulín quien le dio su respaldo lo cual no fue nada original ya que anteriormente la misma empresaria había ofertado su voto a la candidata al senado de la República, Claudia Ruiz Massieu Salinas. Fermín ha tenido un verdadero desplome en sus simpatías por el simple hecho de estar llevando sobre sus hombros a personajes innombrables pero sobre todo impresentables que mucho mal han hecho a la comunidad desde los puestos públicos que han ostentado y que solo les han servido para saquear el erario público. Por ello, casi no se toma gráficas con su equipo de regidores y de diputados locales, la mayoría le fueron impuesto por las corrientes y los dueños de la franquicia tricolor y lo que le toca a quienes deciden por el verde ecologista de México.
Y ya que hablamos de chapulines, pues debemos poner los ojos sobre un personaje nada desconocido como es el ahora nuevo dirigente estatal de la CNOP del PRI, César Flores Maldonado, quien como se recordará fue primero priista, después se cambió al PRD para que lo hicieran diputado federal y después cuando no consiguió mas prebendas se regresó a su corral original y para que no se diga que en el PRI no se reconoce la deslealtad ni la traición, pues lo condecoran con hacerlo dirigente de una organización que antes—no se ahora—era poderosa pues abarca a las clases medias y populares de su partido, así como a las organizaciones civiles de todo tipo.
No se le puede desconocer la habilidad de César Flores de manejar los sentimientos y las emociones de sus padrinos y protectores. Ahora cuando más necesita de una protección para no ser alcanzado por los tentáculos del gobierno federal al través de la PGR le tiran el manto cenopista.
Ser chapulín en Guerrero es todo un acontecimiento en lugar de ser una desvergüenza o un sello de deslealtad, incongruencia e inmoralidad política.
Por eso decimos y lo reiteramos que ser chapulín en Guerrero no es poca cosa. En cada elección se revalúan y si no pues pregúntenle a los cetemistas o al ahora dirigente cenopista.
GUERRERO EN BLANCO Y NEGRO
Guerrero ha vivido siempre dentro de márgenes estrechos de gobernabilidad, de paz social y de tranquilidad, lo cual le ha impedido que su transformación en una entidad moderna cada vez se aleje más. Los conflictos sociales y políticos que han enfrentado desde los años sesentas del siglo próximo pasado se han estado constantemente revaluados y no para disminuir su impacto sino para hacerlos cada día mas grandes y graves casi sin ofertar una minúscula posibilidad de solución.
Solo debemos recordar que de los problemas agrarios, esta entidad entró en conflictos por el turismo y por las posiciones políticas para hacerse del poder y con ello lograr hacer negocios redondos con los empresarios nacionales y extranjeros, con los traficantes no solo de madera o especies en extinción sino también con quienes se dedicaban a la producción y tráfico de drogas, particularmente la mariguana y la heroína.
Mas tarde se produjeron los desencuentros con los universitarios y con quienes se alzaron en contra del caciquismo estatal, lo cual puso a la entidad en una verdadera encrucijada social al borrarse cualquier posibilidad de que se procurara justicia, se aplicara la ley o se respetaran las libertades fundamentales o de derechos humanos.
Vivíamos y me atrevo a decir que en una entidad todavía gobernada con los mismos mecanismos de represión y autoritarismo, aunque haya muchos ojos vigilantes y mayores espacios para la denuncia.
Lo cierto es que sexenios van y sexenios vienen y Guerrero no tiene para cuando resolver sus conflictos internos.
Hoy la entidad está envuelta en una vorágine de violencia e intranquilidad por la falta de respuestas puntuales a las demandas que hacen los diferentes sectores sociales como son los estudiantes, maestros, campesinos, agricultores, mineros, trabajadores del campo y la ciudad y de profesionistas, normalistas y pescadores o comerciantes.
¿Dónde está Aguirre?
Nadie está tranquilo, Todos piden atención y solución. El gobierno no da respuesta solo ofrece diálogo insustancial. Los acuerdos que se toman en las mesas de concertación gubernamental no se cumplen y cuando se solicitan explicaciones a dicho comportamiento se les envía de nueva cuenta a otra mesa de discusión y con estos mecanismos lo único que se tiene como respuesta es que los inconformes salgan a la calle y provoquen que los ciudadanos alteren su vida cotidiana y se les incube la inconformidad social callejera y tilden al gobierno de ineficiente e ineficaz.
Ahora, cuando surge de nuevo la violencia, hasta el propio PRD exige solución inmediata.
La misma película que vimos en el sexenio pasado con el asesinato de Armando Chavarría Barrera vuelve a reeditarse.
Los mismos lamentos, las mismas demandas, las mismas consideraciones para el gobernante en turno. Los mismos argumentos. El crimen no fue cuestión de política, todo se quiere involucrar con el crimen organizado, las apuestas o los lio de faldas. Lo mismo que con Chavarría.
Lo cierto es que no hay gobierno y que no hay procuración de justicia. Los problemas de este tipo de acumulan. La pregunta es:
¿Hasta cuándo se le permitirá al gobierno estatal hacer lo que quiera y se le obligue a cumplir con su responsabilidad Constitucional?
Periodista/Analista político*

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