lunes, 17 de agosto de 2020

EPÍSTOLAS SURIANAS (Carta a Don Héctor) De Julio Ayala Carlos


      El reconocimiento de Amlo a Astudillo…

 

EL RECONOCIMIENTO DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA al gobernador Héctor Astudillo Flores por el trabajo realizado en Guerrero, es mucho más que una cortesía política como lo pretenden hacer ver los seguidores de Morena para justificar los halagos hacia el mandatario estatal. El reconocimiento de Andrés Manuel López Obrador hacia el gobernador del estado, no es más que rendirse ante las evidencias de un gobierno que está ocupado en favor de los guerrerenses.

Ciertamente López Obrador no es muy dado a reconocer aciertos que no sean suyos, ni siquiera de quienes integran su gabinete, a quienes les regatea incluso méritos, y en consecuencia, mucho menos acepta los de gobiernos que no son de su partido, de tal forma que el dado a Astudillo Flores durante su gira por Acapulco, el viernes pasado, más que interpretarse, es un reconocimiento a los hechos, a los resultados.

Más aún. El de Héctor Astudillo es un gobierno de ejemplo, como bien lo puntualizó López Obrador. Pero además, es un gobernador digno, como lo demostró al enfrentar al Presidente de la República con un reclamo fuerte pero respetuoso al concluir su primera de trabajo por Tlapa, en donde el Ejecutivo local fue abucheado en una emboscada de Morena. Si no le sirvo me voy, le dijo de frente el gobernador Astudillo Flores a un mandatario federal que le pidió disculpas por la actuación de sus compañeros de partido.

Ciertamente el gobernador guerrerense fue el único de los mandatarios del país que en su momento le reclamaron al Presidente de la República la falta de respeto de los dirigente de Morena, al ponerle de manifiesto que no iba a aceptar más emboscadas, lo que fue entendido de manera inmediata por aquel, de tal forma que durante la siguiente gira de trabajo, y en las que vinieron después, el mandatario estatal hasta fue objeto de reconocimientos.

Es decir, el mandatario estatal no pasó la ofensa como ocurrió con otros gobernadores, y en cambio, exigió respeto al Presidente de la República, respeto que además se ha ido ganando ante el gobierno federal, lo mismo por el trabajo que viene realizando en el estado, como por la colaboración institucional que lleva a cabo para beneficiar al mayor número de guerrerenses.

Así, a lo largo de casi dos años, anteponiendo los intereses de partido y de grupo, ambos gobiernos, el del estado y el federal, llevan a cabo un trabajo coordinado, lo que ha dado resultados en favor de los guerrerenses, de tal forma que asuntos de gravedad como el de la inseguridad pública se ha reducido considerablemente, de ahí que de estar en los primeros lugares en violencia, Guerrero se encuentra en la media nacional.

En el tema de la pandemia, Guerrero se encuentra en el color naranja, con dirección al amarillo, gracias al trabajo de Astudillo Flores que se puso al frente de las acciones para prevenir y combatir el coronavirus. Ello le ha valido al mandatario estatal el reconocimientos de la población, según encuestas de empresas especializadas, lo que finalmente no ha sido ignorado por el Presidente de la República, quien ante las evidencias, reconoce al gobernador del estado como un ejemplo de servidor público.

En este sentido, más que una cortesía política de López Obrador para Astudillo Flores, durante la mañanera del viernes pasado, lo que hizo el mandatario federal fue un reconocimiento en toda la palabra, en base a la acción del gobierno estatal, que sin supeditarse trabajan de manera coordinada, reconociéndose mutuamente, y actuando en base a sus facultades y atribuciones legales.

Por supuesto, un candidato a Presidente de la República puede ganar una elección sin los gobernadores, pero no puede gobernar al país sin éstos, por más poderoso que sea, y viceversa, de ahí que busquen aliados para hacerlo, incluso si éstos son de partidos diferentes al suyo, siempre y cuando sea por el interés superior de los gobernados.

Astudillo Flores, un ejemplo de gobernador, según el propio López Obrador, lo sabe. Cuando se gobierna, lo prioritario son los gobernados, no quién lo hace, y por eso la razón de su bienvenida que no deja a dudas el objetivo del mandatario estatal: “Señor Presidente, para nosotros son más importantes las coincidencias que las diferencias. No nos anima el conflicto, y si nos estimula la colaboración. Cuente con las y los guerrerenses porque nosotros sabemos que contamos con usted”, le dijo.

Sin duda, difícilmente López Obrador hubiera tenido las mismas palabras para otro gobernador. Sin embargo, en Astudillo Flores no solo ve trabajo, ganas de hacerlo y colaboración institucional, sino también firmeza para decir las cosas claras y contundentes cuando algo no está bien, y cuando debe levantarse la voz para exigir respeto. Y el Presidente sabe que con el gobernador guerrerense no hay medias tintas.

Comentarios: julio652220@ghotmail.com

 

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